Entrevista con Wolman, quien registró
la efervescencia contracultural de los años 60
El sueño de Woodstock de vivir en paz, ''terminó
con la tragedia de Altamont''
El artista participa en la colectiva Rolling Stones
40 X 20, en el Auditorio Nacional
''La gran pregunta es: ¿qué estarían
haciendo Janis Joplin, Hendrix o Morrison?''
ARTURO GARCIA HERNANDEZ /II Y ULTIMA
La cámara de Baron Wolman captó para la
posteridad dos momentos culminantes de la efervescencia contracultural
de los años 60: el Festival de Woodstock, en agosto de 1969, con
su mensaje de paz y amor; poco después, el tristemente célebre
concierto de los Rolling Stones en Altamont, con su saldo de muerte y sangre.
Esperanza y desencanto.
En Woodstock, el fotógrafo compartió con
la multitud la ilusión de un inminente cambio social: ''Todos estábamos
imbuidos de ese sueño, creíamos que íbamos a vivir
en paz, que haríamos un mundo maravilloso, que nos íbamos
a amar los unos a otros. Creímos que las cosas realmente podían
cambiar". Pero ''el sueño terminó en Altamont: tiros, muerte...
se acabó".
Por
eso los Rolling Stones están tan estrechamente ligados a la vida
y a la carrera de Wolman: ''Para empezar, son sujetos maravillosos para
ser fotografiados, es imposible sacar una mala foto de ellos, igual que
era difícil sacar una mala foto de Jimi Hendrix. Sin embargo, el
recuerdo más marcado que tengo de ellos es el del concierto que
se efectuó en Altamont, poco después de Woodstock. Llegué
una noche antes del concierto, me quedé en una casa rodante. El
clima era húmedo, frío, nublado. Había gente haciendo
fogatas, el escenario todavía no estaba listo. A primera hora de
la mañana siguiente me levanté, miré hacia fuera,
aún había mucha niebla; vi un perro doberman persiguiendo
y matando a un conejo".
Nadie sobre el escenario
Wolman identificó en esa imagen el presagio de
lo que vendría por la noche, cuando un asistente al concierto fue
acuchillado y muerto por un miembro de los Hell Angels, que tenían
a su cargo la seguridad de los Stones: ''El escenario estaba muy
bajo, quizá a un metro del piso, la gente podía recargar
los codos en la orilla, era imposible realizar una labor de seguridad.
Los Hell Angels decían 'nadie sobre el escenario' y empujaban
y golpeaban a las personas, pero yo no diría que fue culpa de ellos,
ni del público ni de la banda. Pienso que se debió, como
en una tormenta perfecta, a la conjunción de circunstancias. Fue
muy triste".
Baron Wolman se encuentra estos días en México.
Participa en la muestra colectiva de fotografía Rolling Stones
40 x 20, que se presenta en el lobby del Auditorio Nacional.
Fue organizada por la galería Govinda de San Francisco, que convocó
a 20 fotógrafos profesionales para conmemorar 40 años del
surgimiento de la banda que lidera Mick Jagger.
Además de Wolman, en la muestra participan Gus
Coral, quien registró la primera gira del grupo; Gered Mankowitz,
autor de las fotos utilizadas en la portada e interiores del álbum
Out of our heads; Jan Olofsson, autor del libro de fotos My 60's;
Eddie Kramer, encargado de la grabación del festival de Woodstock;
el inglés Ethan Russell, autor de las fotos de los álbumes
Rock'n'roll Circus, de los Stones, y Let it be, de los Beatles,
y otros veteranos de la lente, como Art Kane, Michael Jospeh, Barry Feinstein;
Michael Cooper, Dick Waterman, Michael Ptland, Bob Gruen, Kate Simon, Chris
Makos, William Coupon, Claude Gassian, Ross Halfin y Fernando Aceves, autor
del libro Ilusiones y destellos. Retratos del rock mexicano, prácticamente
el único fotógrafo en México especializado en el rock.
Ver la historia de los Stones
-¿Qué le dice a Baron Wolman ese conjunto
de fotografías de los Stones?
-Lo primero, es su historia, desde muy jóvenes,
cuando tocaban en bares pequeños, y después los ves creciendo,
cambiando. Creo que el principal mensaje es ver su trayectoria, verlos
desde muy jóvenes, tocando en bares pequeños y después
crecer y evolucionar conforme evolucionaba su música. Y ver esas
fotos también obliga a preguntarse, ¿qué estarían
haciendo hoy Janis Joplin, Hendrix o Morrison. ¿Hubieran crecido
también? Esa es la gran pregunta.
-¿Puede imaginárselos?
-Es difícil, pero sí me imagino a Janis
Joplin con esa voz, que después de un tiempo ya no hubiera podido
seguir cantando; Hendrix era una persona muy creativa, con mucha técnica
musical, que aún podía haber desarrollado muchas otras cosas
interesantes. Y a Jim Morrison definitivamente lo veo como una estrella
fugaz.