Gente de Nundaco, Oaxaca, cercó la comunidad
Pobladores de San Isidro exigen garantías para retornar a su poblado
ROSA ROJAS Y PATRICIA MUÑOZ RIOS
Habitantes de San Isidro Vistahermosa, Oaxaca, informaron que casi cien personas que lograron huir de sus casas -debido a que la comunidad fue cercada desde el 28 de febrero por unos mil individuos, entre miembros del Frente Nacional Indígena Campesino (FNIC) y autoridades del municipio de Santa Cruz Nundaco, del cual pretenden segregarse- tomaron ayer la delegación de gobierno en Tlaxiaco para exigir que el Ejecutivo estatal cumpla los compromisos que asumió durante la marcha realizada a la capital oaxaqueña.
Indicaron también que solicitaron un amparo contra las acciones del gobernador José Murat y diversas autoridades, incluyendo al presidente municipal de Santa Cruz Nundaco, Alfonso Reyes Avila, con el propósito de que cumplan con su deber y que cesen las violaciones a las garantías individuales de los 700 habitantes de San Isidro.
Leónides Reyes Hernández y Tomás León Victoria expicaron que el viernes 28 de febrero las autoridades de Nundaco, encabezadas por Reyes Avila y por el dirigente de la FNIC, Arturo Pimentel, golpearon a Alejandro Cervantes Castro, policía comunitario de San Isidro, y ordenaron bloquear todos los caminos que conducen al pueblo.
El 2 de marzo cortaron el suministro de agua a todos los pobladores de San Isidro -incluso a quienes apoyan a los de Nundaco- y detuvieron a Feliciano León Hernández, a su esposa y a su hija. Feliciano participó en la comisión para la segregación de la agencia de San Isidro del municipio de Nundaco y su integración a Tlaxiaco. Le preguntaron sobre los miembros de esa comisión y el paradero de Aureliano Reyes Aguilar.
Algunas familias lograron salir del poblado y huyeron por el monte; hombres, mujeres y niños "se están concentrando en Tlaxiaco junto con los que viven en el Distrito Federal y en Estados Unidos, que están regresando". En la solicitud de amparo, presentada ante el juzgado quinto de distrito en la ciudad de Oaxaca, mencionan que al tomar San Isidro, los de Nundaco fueron custodiados por una patrulla de la Policía Preventiva del estado, el delegado de Gobierno en Tlaxiaco y el agente del Ministerio Público adscrito al distrito judicial de Tlaxiaco, y que ninguno intervino para impedir que golpearan a Cervantes Castro y a la señora Sara Hernández.
Señalan que estas personas dijeron que su intención es detener a Felipe Avila León, Zoila Reyes Hérnandez, Bernabé Avila León y Leónides Reyes Hernández, "miembros de la autoridad, electos en asamblea general por usos y costumbres, como lo establecen la propia Constitución federal y la del estado", así como a Aureliano Reyes. Y lanzaron la amenza de que "si no los encuentran, detendrán a sus familiares".
Los entrevistados informaron que, con la intervención del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, consiguieron una cita con el director general de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Ricardo Sepúlveda, pero fueron atendidos por Gabriela Pérez Sierra, quien dijo ser jefa del departamento de Protección a los Derechos Humanos y les comentó que ella no tenía facultades para darles una respuesta.
Ellos manifestaron que solicitan que intervenga el gobierno, "porque la situación en San Isidro está muy tensa", y finalmente les dijeron que el jueves habrá alguna respuesta.
Informaron que en Tlaxiaco se apersonó el secretario de Protección Ciudadana del gobierno estatal, Heliodoro Díaz Escárraga, y el subdelegado de Gobierno de Tlaxiaco, y el primero les dijo que anoche mismo tendrían una audiencia con el secretario de Gobierno, Anuar Mafud Mafud.
"Nosotros queremos que desalojen de San Isidro a los pobladores de Nundaco y que nos den seguridad para regresar a nuestra comunidad", comentaron.