Los propietarios ofrecen el predio al gobierno estatal por $5 millones
Agencia turística acusa de terroristas a quienes ocuparon el rancho Esmeralda
La página de la empresa Internet World Twitch no ofrecen pruebas ni argumentos
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de las Casas, Chis., 4 de marzo. "El rancho Esmeralda fue tomado por terroristas zapatistas", afirma desde ayer, sin dar más pruebas o argumentos, la página turística de Internet World Twitch, que promueve centenares de hoteles rústicos en Latinoamérica y más de un millar en todo el planeta. Esta agencia se dedica a "encontrar aves raras alrededor del mundo".
Y no se rían, pues en días pasados las autoridades migratorias emitieron una alerta, afirmando que se habían internado en Chiapas "tres peligrosos terroristas iraquíes y un mexicano", procedentes de Yucatán, lo que en pocos días fue desmentido oficialmente. No obstante, el borrego sirvió para que el Ejército intensificara su presencia y estableciera nuevos patrullajes en las franjas fronterizas de Chiapas y los alrededores de la selva Lacandona, con el propósito declarado de "prevenir" el ingreso de terroristas a México (que a lo mejor podrían atravesar en llantas los ríos Usumacinta y Suchiate, o cruzar la línea divisoria a lomo de burro desde el Petén guatemalteco).
Un cuento lleva a otro, y a río revuelto nunca falta quien quiera salir ganando. Según se supo ayer, los propietarios estadunidenses del rancho Esmeralda, vecino a la ciudad de Ocosingo, piden ahora al gobierno sólo 5 millones de pesos (en días pasados habían pujado por una cantidad mayor) para vender las 10 hectáreas de un predio que compraron en 21 mil pesos hace ocho años. ƑAhora resulta que la querella del matrimonio Wersch y sus vecinos zapatistas (que casi ha provocado un incidente diplomático entre su país y México, y un problema mayor para el conflicto chiapaneco) está en función de una estrategia especulativa en el mercado internacional de bienes raíces?
Como particulares, pueden cobrar lo que quieran, siempre y cuando haya quien acepte que eso valen sus tierras, sus cabañas y sus macadamias (especie de nogal). Por lo pronto, el gobierno local respondió a los dueños del rancho Esmeralda que "en estos momentos no está en condiciones de adquirir nuevas propiedades".
Como reporta la compañera Angeles Mariscal desde Tuxtla Gutiérrez, el matrimonio Wersch-Jones planteó a funcionarios estatales que cinco era la cantidad "mínima" de millones de pesos que aceptarían por el rancho, que ya ofrecían en las redes de bienes raíces de Internet por 525 mil dólares.
Asimismo, desde hace unos días las fuentes oficiales han mencionado el interés de la Universidad de la Selva en el predio, "en cuyo caso sería el gobierno federal el encargado de adquirirlo". De esta manera entra a cuadro un vecino que faltaba.
La Universidad de la Selva, con un alumnado esencialmente indígena, tiene sus muy amplias instalaciones en las cercanías de la 39 Zona Militar, en la ruta al sitio arqueológico de Toniná (y de paso, a la comunidad zapatista Nuevo Jerusalén y al rancho Esmeralda). Desde que el 28 de febrero reventó el "conflicto" entre los hoteleros y los indígenas en resistencia, la mencionada universidad gubernamental expresó interés en ocupar el predio, como si así ofreciera una alternativa salomónica al problema.
Un vecindario muy movido
Y hablando de vecinos, en su primera declaración como nuevo secretario general de la sección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que corresponde a los trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Chiapas, Francisco Gaspar Pacheco Baltasar manifestó ayer: "que no crea el gobierno que cederemos a sus intentos de privatizar el patrimonio cultural".
Sin hacer referencia explícita a Toniná, donde los trabajadores del INAH se oponen a la privatización de los recursos arqueológicos e históricos, Pacheco Baltasar aseveró este lunes: "en Chiapas hemos enfrentado el intento privatizador de la riqueza cultural del estado, el cual ha arreciado con el actual gobierno, y por eso refrendamos que seguiremos luchando, ya que el patrimonio es de todos los mexicanos y no puede estar en unas cuantas manos".
El sábado primero de marzo, el editorial del diario local La foja coleta, habitualmente escrito por el periodista Amado Avendaño (titulado "šCuidado, señor gobierno!"), indicaba que el propietario estadunidense del rancho Esmeralda "nunca tuvo problemas (con sus vecinos zapatistas) hasta que pasó por ahí un convoy militar israelí que lo exhibió como infiltrado".
Y prosigue: "Consideramos que es un presunto espía porque, tan pronto se quejó ante el Departamento de Estado norteamericano, este reaccionó emitiendo una 'recomendación' para que sus súbditos no viajaran a Chiapas". El editorial señala que las tierras en cuestión "carecen de valor, salvo el estratégico".
En su propio sitio de Internet, los rancheros del Esmeralda "recomiendan fuertemente a los visitantes mantenerse alejados de Ocosingo y las ruinas de Toniná, pues su seguridad no puede ser garantizada". Esto, debido a que "los zapatistas han cerrado por la fuerza el rancho... a la vista de una base militar del gobierno".
En tanto, como informó hoy La Jornada, organismos civiles de Ocosingo reportaron una concentración inusual de policías estatales, elementos del Ejército y agentes del Ministerio Público, anoche, frente a la delegación de la PGR en dicha cabecera municipal.
Esto hizo temer a los organismos civiles y de derechos humanos un posible desalojo del rancho Esmeralda. (Si bien no hay a quién desalojar, toda vez que las bases de apoyo del EZLN se mantienen fuera de dicha propiedad y sólo vigilan los alrededores, como confirmaron esta mañana los observadores gubernamentales que sobrevolaron en avioneta el rancho y el poblado zapatista).
De este modo, at last but not least, asoma a escena otro vecino que venía faltando en esta historia: el nuevo aeropuerto (propiedad de los ganaderos), que dejó sus instalaciones atrás del mercado de Ocosingo para establecerse, también, en el camino de Toniná, a muy escasa distancia de la 39 Zona Militar y de distintas fincas privadas, incluido el rancho Esmeralda. De este modo, algunos de los 10 mil huéspedes que han pernoctado en el guest ranch desde 1976 (según la cifra que dan los Wersch en su anuncio de venta) pudieron llegar hasta allí directamente por aire. Otro detalle cómodo para viajeros que gustan de la discreción.