Al concluir el diálogo, las organizaciones campesinas consultarán a sus bases
Aun sin consenso en el acuerdo para el agro, el país no se paralizará: Canales
Preparan estrategia con el propósito de negociar con los secretarios de Estado
ANGELICA ENCISO L.
A unos días de que concluya El diálogo por una política de Estado para el campo, el secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, dijo que lo ideal sería que el acuerdo nacional lo firmen todas las organizaciones, pero si no lo hacen "el país no se paralizará". Esto, tras los señalamientos que hizo El campo no aguanta más de que es innegociable su demanda de revisar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y de que recordó que en diferentes regiones del país cada día surgen movimientos de protesta ante la crisis del agro.
Para concretar el Acuerdo Nacional para el Campo, el jueves comenzará en la Secretaría de Gobernación la "negociación política" entre representantes del Congreso Agrario Permanente (CAP), El campo no aguanta más, El Barzón y la Confederación Nacional Campesina (CNC) con cada uno de los secretarios de Estado involucrados en el proceso. Se prevé que el 12 de marzo ya exista un documento consensuado.
Ayer, en el segundo día de la mesa de comercio interno, externo y TLCAN, la asistencia fue escasa. En la discusión predominaron las ponencias contra el acuerdo comercial, por los severos daños que el comercio desigual ha dejado en distintas ramas productivas.
Después de que el lunes pasado inauguró los trabajos de esta mesa, Canales Clariond volvió para escuchar algunas ponencias y en las dos intervenciones que atendió los planteamientos fueron acerca de la necesidad de revisar el TLCAN. Canales es el único secretario que ha regresado al Archivo General de la Nación, donde se realiza el diálogo.
Sin embargo, los dirigentes campesinos consideran que la actitud de los secretarios de Estado ha sido como la de un "patrón" que no ve como iguales a los agricultores, sino que se limita a escucharlos y promete dar solución a sus requerimientos.
Ante la conclusión de este proceso y el comienzo de la negociación política, las acciones de las organizaciones continuarán. José Narro puntualizó que El campo no aguanta más considera tres fases: la primera es el proceso de consulta de las organizaciones con sus bases, donde presentarán los avances del diálogo; después las agrupaciones definirán los puntos básicos para la negociación, y al final de la próxima semana firmarían la creación de un frente con organizaciones sindicales.
Miguel Colunga, del Frente Democrático de Chihuahua, sostuvo que "una cosa es lo que pasa aquí, en el diálogo, y otra lo que ocurre en las regiones". Detalló que las movilizaciones continúan y que surgen nuevas agrupaciones, como la denominada Los productores agropecuarios de Sonora tampoco aguantamos más.
Al preguntar cuál ha sido la utilidad de las mesas donde se ennumeraron los problemas del agro, los líderes respondieron que sirvieron para que participaran los distintos sectores, desde los productores de autoconsumo hasta los agroindustriales privados.
Por su parte, Canales Clariond, en relación con la demanda campesina de que se revise el TLCAN, puntualizó que la dependencia sugiere alternativas viables de acuerdo con la realidad nacional y "la decisión se tomará cuando se agote el proceso. Una vez concluida la segunda ronda (de negociación política) se hará el trabajo de relatoría, elaboraremos el anteproyecto de acuerdo nacional para someterlo a consulta de la comisión organizadora".
Agregó que en este proceso "no se trata de ceder o no", es claro que existen asimetrías con los socios comerciales en el agro, y que la producción por unidad es diferente en México y Estados Unidos, para ello se deben establecer programas de apoyo adicionales e inclusive se ha planteado al embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, que también es un problema de ellos porque "al no tener condiciones de vida razonables, dignas para nuestros hermanos campesinos, la resultante es que haya migración, buena parte de ella indocumentada, lo cual no es el escenario deseable".
Agregó que siempre se espera que cualquier decisión de gobierno que se elabore tenga aceptación unánime, pero "en un país democrático y libre, como el nuestro, difícilmente se obtiene la aprobación del ciento por ciento de los ciudadanos y de las organizaciones". En el caso del acuerdo nacional, "quisiéramos que todos lo firmaran, si no es ese el escenario, sería una manifestación de un país libre y democrático y habríamos de trabajar de cualquier manera. El país no se va a paralizar ni mucho menos", señaló.
El próximo jueves, en la Secretaría de Gobernación, Josefina Vázquez Mota, secretaria de Desarrollo Social, sostendrá una reunión con los dirigentes de las organizaciones campesinas para determinar las medidas en materia social que habrán de instrumentarse, y para el viernes se prevé que se reúnan con la titular de la Reforma Agraria.
En esta fase del proceso las discusiones serán directamente entre líderes de las organizaciones con los secretarios de Estado, sin intermediarios. Con el propósito de hacer más transparente el proceso, El campo no aguanta más propuso que sea abierto a la prensa, pero aún no se define.
Antes, El campo no aguanta más, el CAP, El Barzón y la CNC buscarán definir los puntos en común para realizar la negociación, aunque mantienen diferencias en aspectos centrales. Por ejemplo, El campo no aguanta más y El Barzón demandan la revisión del capítulo agropecuario del TLCAN, mientras que la CNC propone acuerdos paralelos y el CAP no se ha pronunciado.
Otros temas en los cuales tampoco coinciden son la definición del eje de la política agropecuaria, que para las 12 organizaciones de El campo no aguanta más es la soberanía alimentaria.
Demandas centrales
De las ponencias que se presentaron ayer, la mayoría correspondió a granos básicos. La Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) dijo que entre 1993 y 2001 los precios domésticos cayeron 44 por ciento en términos reales, además de que se acercaron a los internacionales, pero los precios de exportación de Estados Unidos tuvieron 33 por ciento de dumping en 2001, lo cual afectó las cotizaciones internacionales.
Sumado a ello, los subsidios a la comercialización del grano se redujeron 38 por ciento en términos reales entre 1996 y 2001, mientras los apoyos de Procampo tuvieron una caída de 31 por ciento, a pesar del compromiso gubernamental de mantenerlos constantes durante 15 años. Las propuestas de la UNORCA son excluir al maíz del TLCAN, establecer un control de las importaciones entre gobierno y organizaciones, reordenar los mercados regionales en beneficio del productor y que el Estado no ponga límites a los precios de mercado.
En cuanto a frijol, las propuestas son, además de sacarlo del TLCAN, crear un organismo estatal regulador del mercado y que el gobierno apoye la producción.
El jueves continúa el diálogo, con la repetición de la primera mesa: El papel del campo en el proyecto de nación, que coordinará la Secretaría de Agricultura. Trascendió que a esta reunión asistirá el presidente Vicente Fox.