Realizan desfile de modas sin precedente en
la isla
Festival del Habano reúne en Cuba a aristócratas
europeos y fumadores
REUTERS
La Habana, 28 de febrero. Aristócratas europeos,
fumadores y vendedores mundiales de habanos asistieron la noche del jueves
a un desfile de modas y a una cena suntuosa durante el quinto Festival
del Habano que se celebra en Cuba.
El acto, poco habitual en la isla de gobierno comunista,
formó parte del festival que anualmente atrae a centenares de hombres
de negocios y aficionados del famoso producto cubano.
Bellas
modelos cubanas desfilaron exhibiendo lujosas prendas de vestir de afamados
creadores, como el franco-italiano Maurizio Galante y la libanesa Mouna
Ayoub, de la casa Dior de París, junto a dos estilistas nacionales,
Abraham y Marta Verónica.
El joven habanero Abraham coronó a sus modelos
con inmensos sombreros elaborados a base de materiales primarios, como
el yute y las hojas de tabaco, verdaderas esculturas inspiradas por las
vegas tabacaleras.
El festival concluyó esta noche de viernes, en
las instalaciones capitalinas de Pabexpo, donde efectuaron una subasta
de 14 lotes de humidores, repletos con los mejores habanos, habitualmente
firmados por el presidente Fidel Castro, y que han alcanzado hasta 250
mil dólares en ediciones precedentes.
Presencia del jet set
"Estoy muy contenta de poder descubrir a Cuba y su moda
también, al apreciar en ella una mezcla alegre y simpática
con frescura creativa; además, el espectáculo fue estupendo,
al darnos lo tradicional del país con sus mejores músicos",
dijo la princesa Hermine de Clermont Toñerre.
El ganador de varios Grammy, Chucho Valdés, deleitó
con varias improvisaciones virtuosas al piano, e igualmente las interpretaciones
de agrupaciones musicales como el grupo de cuerdas Camerata Romeu y la
banda roquera Síntesis.
La princesa francesa, figura habitual de la vida mundana
parisiense, es una aficionada a los habanos y viajó especialmente
a La Habana para el evento con otras personalidades del jet-set
europeo, como lord Rothchild, el príncipe Michel Poniatowsky
y la libanesa Mouna Ayub.
Ayub, coleccionista de la alta moda, llegó en su
lujoso yate de cuatro mástiles, que mantiene asombrados a los habaneros
ante tan inusitada embarcación, fondeada en la bahía habanera
y al navegar majestuosamente con su velamen desplegado.
"He apreciado mucho la inteligencia exhibida por los cubanos,
particularmente las piezas de Abraham, con modernidad y afirmando sus raíces,
lo cual otros diseñadores olvidan", dijo Ayub.
La acaudalada coleccionista libanesa está dispuesta
a desafiar las reglas impuestas por las autoridades estadunidenses, como
parte del embargo a la isla caribeña, las cuales impiden por seis
meses entrar en puertos de Estados Unidos a las embarcaciones que atraquen
en puertos cubanos.
"No tengo miedo que las autoridades estadunidenses prohíban
la entrada de mi barco en sus puertos por estar en Cuba, pues soy una mujer
libre y he luchado por esto toda mi vida; allí deben comprender
el valor de la libertad de las personas", agregó.
Cuba cuenta con 87 tiendas especializadas en la venta
de sus codiciadas vitolas en las más importantes ciudades del mundo,
pero Manuel García, vicepresidente comercial de Habanos SA, precisó
que "2002 fue difícil para las ventas de productos de lujo".
"Las ventas se mantuvieron estables, en las cuales el
habano conservó su liderazgo y mostró su personalidad y fuerza",
dijo García a los más de 900 productores, distribuidores,
hombres de negocios y fumadores, así como a 28 firmas provenientes
de España, Francia, Suiza, Hong Kong, Gran Caimán, Alemania
y México.