El cómico italiano hizo casi 150 películas; comenzó doblando a Oliver Hardy El Flaco
A los 82 años dejó de existir el legendario actor Alberto Sordi
En Un americano en Roma, una de sus actuaciones inolvidables; la imagen en la que se abalanza a un plato de pasta adorna muchos restaurantes de Italia Encuentros prohibidos, su último filme
REUTERS Y DPA
Roma, 25 de febrero. El legendario actor cómico italiano Alberto Sordi, quien participó en casi 150 películas a lo largo de 60 años de carrera en el cine (en el que comenzó doblando a Oliver Hardy, El Flaco), murió el martes en su casa de Roma a los 82 años a consecuencia de una bronquitis, luego de una batalla de seis meses contra el cáncer.
Para los italianos era simplemente Albertone Nazionale, pero desde hace más de 50 años, Sordi encarnaba en sus cintas al hombre de la calle. En sus papeles reflejaba las virtudes y defectos de la Italia de posguerra de manera graciosa y creíble.
Fuera de Italia fue conocido, sobre todo, por su papel en la comedia de aventuras de 1965, Los intrépidos hombres en sus máquinas voladoras, pero en su tierra natal era una figura omnipresente, junto con estrellas como Marcelo Mastroianni.
Sofía Loren comentó tras conocer la muerte de Sordi que era una de los días más tristes de su vida. "Era un muy buen amigo. Fue uno de nuestros grandes actores cómicos. Nos deja un sentimiento de nostalgia y melancolía por tiempos pasados", agregó.
La televisión italiana lo calificó de "último símbolo de Roma". Una de sus actuaciones inolvidables fue en la cinta Un americano en Roma (1954), en la que se abalanza a un plato de pasta. Esa imagen sigue adornando hoy día las paredes de muchos restaurantes de la península.
Expresó con inteligencia la riqueza de la vida
"Este es un día de dolor para la ciudad y para todo el país. Los romanos y los italianos echarán de menos a un artista que, más que ningún otro, supo expresar la riqueza de la vida y las pequeñas contradicciones de la sociedad con inteligencia y amor", dijo el alcalde de Roma, Walter Veltroni.
En su juventud fue actor de teatro y después se convirtió en el doblador del comediante estadunidense Oliver Hardy. A los 19 años debutó en cine en una película de Mario Mattoli, I tre aquilotti.
Aunque no contaba con el aspecto típico de galán de otras leyendas como Mastroianni o Vittorio de Sica, Sordi acababa conquistando a la chica bella de la película, cuando los directores buscaban que representara al desventurado bufón con suerte.
En su última cinta, Encuentros prohibidos, de 1998, Sordi interpretó a un vagabundo septuagenario que no podía ser atrapado por una bella y joven mujer.
Cinta de Fellini, el empujón
Poco se conoció de su vida privada. Nunca se casó. Nació el 15 de julio de 1920 y comenzó su carrera en 1937 doblando películas estadunidenses. Continuó haciendo cintas en los años de la Segunda Guerra Mundial, pero no fue hasta 1952, cuando interpretó un papel en la cinta de Federico Fellini, El jeque blanco, que recibió el empujón definitivo a la fama.
Durante la década de los años 50 y 60, cuando los estudios Cinecittá de Roma estaban en su mejor momento, Sordi deleitó a la audiencia con el retrato del típico italiano que lucha contra la adversidad.
Como un individuo corriente que se convierte en mafioso, o en un adorable granuja siciliano en El arte de quedarse solo, Sordi representó la condición italiana de la posguerra.
Ganó un Oso de Plata como mejor actor en Berlín en 1972 y un Globo de Oro en1964. También fue reconocido con el León de Oro por su trayectoria, en Venecia, en 1995.
