Si se eliminan los ''seudolibros'', poco queda para leer por placer: René Solís
El promedio de lectura corresponde a menos de la mitad de un libro al año
Ofreció la Caniem una ''radiografía'' de la industria editorial nacional
El país, se insistió, ocupa el tercer lugar en el mundo en la práctica de la piratería
ARTURO JIMENEZ
Es ''una falacia" la cifra aproximada según la cual el promedio de lectura en el país es de un libro anual, pues si se descuentan los 185 millones de ejemplares de los libros de texto gratuito producidos en 2001, ese cálculo bajaría a menos de la mitad de un volumen al año por persona, señaló ayer René Solís, vicepresidente de la editorial Planeta en México.
Cabe destacar que en 2001 la producción de ejemplares en México fue de 282 millones y que la producción del sector privado fue de 98 millones de ejemplares, lo que representó 35 por ciento del total.
Si se eliminan de ese total de ejemplares los ''seudolibros" y los volúmenes de otras áreas, ''lo que queda es muy poco del libro de lectura lúdica, de placer", señaló Solís, quien comentó algunas de las muchísimas cifras proyectadas durante casi dos horas en una pantalla por funcionarios de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) en el contexto de la conferencia Mercado editorial mexicano, ofrecida en el auditorio Bernardo Quintana dentro de las actividades de la versión 24 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Preocupante caída
Encabezados por el vicepresidente de la Caniem, Jesús Galera, en ausencia del presidente, Gonzalo Araico, en la reunión se ofrecieron de manera sistemática números, porcentajes y tendencias correspondientes a 2001, los cuales ya habían sido dados a conocer en otros momentos pero que ilustran rubros como producción de ejemplares, lectores, ventas, importaciones, exportaciones, tamaño de las empresas editoras, concentración de las mismas y empleo.
Durante la exposición de datos, parecida a una radiografía de la industria editorial, se reiteró la ''caída preocupante" de 31 por ciento en la producción de ejemplares durante una década, y se volvió a hablar de una posible mejora de unos 20 millones de ejemplares que podría registrarse para las cifras de 2000, debido a las compras para bibliotecas y otros efectos del programa del gobierno federal denominado Hacia un país de lectores.
No son datos improvisados, pero sí ''preliminares", pues las cifras se están trabajando, dijo Galera en entrevista para La Jornada.
Pugnar por más producción nacional
Otra tendencia positiva que fue reiterada por la industria editorial mexicana fue que desde hace unos años la mayor venta de ejemplares corresponden al rubro del libro infantil y juvenil, lo cual fue considerado un signo positivo y esperanzador, porque representa la generación y formación de nuevos lectores.
Acerca del gran volumen de libros importados, la mayoría de España, se comentó que ése no es un problema, sin embargo, Galera señaló que la intención es que cada vez más esos ejemplares sean producidos en México.
Al final se describió un panorama de la edición de publicaciones periódicas (revistas) y volvió a hacerse énfasis en el ''grave problema" que representa la piratería en el mundo editorial.
México, se recordó en el Palacio de Minería, es el país que ocupa el tercer lugar en el mundo en lo que concierne a las prácticas de piratería.