Era necesario frenar la caída de la figura presidencial: investigador de la UNAM
El Ejecutivo adoptó el pacifismo sólo por los comicios
KARINA AVILES
El gobierno mexicano cambió su postura de "entreguismo" frente a Estados Unidos -que era reprobada por gran parte de la población- para que la figura presidencial "no siga cayendo en picada" en momentos eminentemente electorales, expresó el profesor-investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Víctor Batta Fonseca.
Explicó que para el ex canciller Jorge Castañeda era de suma importancia la participación de México en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con el propósito de acompañar las decisiones de George W. Bush, por ejemplo, en la posible guerra contra Irak. Sin embargo, el prolongado ambiente prebélico hizo que se empatara la pretensión de guerra de Estados Unidos con el proceso electoral en México, situación que obligó al gobierno foxista a cambiar de rumbo por "mera cuestión de sobrevivencia política".
En tanto, la académica Graciela Arroyo apuntó que una abstención de México en el Consejo de Seguridad de la ONU equivaldría a no "comprometerse ni por la guerra ni por la paz", y aseveró que "la dignidad de un país no vende ni se negocia".
En entrevistas por separado, los especialistas hablaron sobre el cambio de postura del gobierno mexicano y del papel que podría jugar México en el Consejo de Seguridad, en momentos en que su voto es de suma importancia frente a la nueva resolución presentada por Estados Unidos, Inglaterra y España.
Batta Fonseca advirtió que la posición de México, congruente con la tradicional política exterior, podría ser "coyuntural o efímera", porque el actual canciller tampoco tiene "ligas" con los principios de dicha política.
"Todo indica que el país se va a abstener" en el Consejo de Seguridad, agregó, pero si da su voto a favor de la posición estadunidense y sus aliados, sería "una contradicción con la postura fijada y el acabose de la figura del Ejecutivo".
Por el contrario, si México vota en el eje de Francia, Alemania y Rusia, que no ven la necesidad de una segunda resolución y están por el desarme de Irak por vía pacífica, "tendrá que atenerse a las presiones" de Washington, que son el costo de que México busque sobrevivir "con dignidad, soberanía y como nación independiente".