Dice estar optimista por el ambiente que prevalece en el club
En poco tiempo Cruz Azul será imparable, asegura el técnico Carrillo
Pide no ser injustos con el seleccionador nacional, porque requiere tiempo para trabajar
MIGUEL ANGEL RAMIREZ
"El objetivo principal de Cruz Azul es que en un tiempo más, no sé cuánto, no me van a parar. Este equipo va a andar bien", sentenció ayer el técnico Mario Carrillo, quien al frente de los Cementeros aún no conoce la victoria en el actual torneo Clausura 2003.
Su optimismo lo sustenta en que ya lleva "más entrenamientos, de que al equipo lo veo muy suelto, a gusto y que lo están intentando todo".
Según él "ha mejorado paulatinamente, partido tras partido, y por supuesto" que hoy, al recibir en su cancha al Santos de Torreón, "verán al mejor Cruz Azul".
Insistió en que le tranquiliza "mucho entrenar. No me gusta prender la veladora. Me gusta mucho no dejar nada al azar". Confesó que lo único que pide a sus pupilos "es jugar práctico" y aunque de repente hacen una jugada de más son buenos elementos y están asimilando bien su sistema.
En conferencia de prensa realizada al término de la práctica en las instalaciones de La Noria, el técnico recordó que en el pasado compromiso ante San Luis "jugamos con cinco" elementos que no venían actuando regularmente "y el equipo se vio bien".
Indicó que van mejorando poco a poco y aseguró a los aficionados que no los van a defraudar.
Sobre la presencia del presidente del equipo, Guillermo Alvarez Cuevas, el miércoles en el estadio Azul (donde entrenó el equipo), Carrillo aseguró no haberlo visto.
No quiso comentar sobre el apoyo que el dirigente le brindó y señaló únicamente que este sábado "verán un equipo con (Julio César) Pinheiro, Melvin (Brown) y (Sebastián) Abreu. Con los mejores que tengo".
Consideró obvio que si hoy ganan el ánimo mejorará para su segundo encuentro de la Copa Libertadores de América, la próxima semana. Puso como ejemplo que "si salgo de mi casa enojado con mi señora vengo a entrenar mal". En cambio, "si me despide bien" y le dan de desayunar, todo cambia.
Por último, pidió no ser injustos con el técnico nacional Ricardo La Volpe. Dijo que "lo más difícil del mundo" es armar una selección. Recordó que a él le tocó estar una ocasión al frente del Tricolor contra Ecuador y contó con un día "para conjuntarlos" y para todo. "Ahorita no van a ver al equipo de Ricardo".