Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 13 de febrero de 2003
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Cultura
Olga Harmony

Extras

La brillantez -no cabe otro término- con que se escenifica la obra de Marie Jones, en adaptación de Sabina Berman, puede llevar a ocultarnos el significado más profundo de la historia que se nos cuenta. Confieso que al final del primer acto, divertida e interesada por el desempeño de los actores y por los efectos conseguidos por Philippe Amand, me preguntaba sin embargo la razón de tanto despliegue para una anécdota tan chiquita. En el segundo acto, sobre todo al final, se dan suficientes pistas al espectador para que entienda los entresijos de lo que ha visto.

Una vez que se han seguido estas pistas, se descubre una historia múltiple, la de los dos extras protagónicos, la del muchacho suicida y la de todo un pueblo que se resiste a las pautas de dominio de los empresarios hollywoodenses. Los artificios teatrales con que nos la envuelven son un espejo del mundo artificial cinematográfico que encuentra su reflejo exacto en ese viejo campesino devenido extra que se jacta de ser el de mayor trayectoria en ese aspecto, porque ya también lo fue en la filmación de Viva Zapata, de Elia Kazan, como cualquier antecesor suyo se jactaba de haber luchado en las huestes del caudillo del sur, y que al final es despedido porque ha hecho retrasar la filmación en ese mundo empresarial en el que el tiempo es dinero. La malicia, pienso que de la adaptadora, hace que la acción transcurra en un pueblo de Morelos.

Encontramos que se trata de algo que va mucho más allá de un mero choque de culturas, aunque éste se encuentra presente, sobre todo en el momento anterior al entierro del joven suicida que vendría a ser climático si la historia se nos contara de otra manera. Pienso que puede ser una metáfora de la pérdida de un mundo apacible representado por las vacas (que corren peligro en nuestros campos desde la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte) en aras de la globalización, y el deseo de conservarlo que se demuestra en el guión imposible ideado por los dos extras al final de la obra.

En una escenografía de Philippe Amand que cuenta con tres planos básicos y una pantalla, pero que se llena de recursos muy cinematográficos -con el apoyo de video de Pablo Corkidi y Gildo Ramírez-, gracias a la espléndida iluminación del propio Amand y al juego de tramoya, dos actores (sin más apoyaturas que un baúl que hace las veces de mesa y un banquito, que aparecen esporádicamente) representan a 17 personajes, la gran mayoría implicados en la filmación. Reconocemos a los dos extras, a la Karina, la estrella de la película; al director español, al director estadunidense, al viejo, al joven suicida, al cura, a la asistente del director y a muchos personajes incidentales entre los que no se excluye a las dos vacas. Por momentos la transformación es inmediata y el actor debe cambiar instantáneamente de actitud y de personaje, a veces ayudado por alguna prenda exterior, como una cachucha o un sombrero, las más de las veces usando de diferente manera el paliacate rojo.

Sabina Berman dirige con un ritmo casi extenuante, entrecortado por oscuros en que vemos de frente a un tren o un automóvil y las coreografías de Ruby Tagle, pero también con las pausas necesarias, sobre todo en la espléndida escena muda en que el muchacho se suicida ahogándose tras titubear, llenarse los bolsillos con las piedras del título en inglés, para yacer sumergido en las aguas. El triste destino del joven enamorado es un índice más del desencuentro cultural entre los habitantes del pueblo y sus glamorosos visitantes y marca la pauta para el desentrañamiento del texto, de allí que la directora le dé un tono diferente a los demás momentos de su excelente trabajo.

Alternan en las representaciones los tres hermanos Bichir. En el estreno, vimos en escena a Odiseo Bichir -quien posiblemente sea el que alterne con Demián- en el papel base del extra que se sueña guionista, el suicida, el director español y Karina, como los más importantes, y a Bruno como el atractivo extra al que Karina desea como latin lover, la asistente, el viejo y el cura como los más recordables. Ambos realizan un magnífico trabajo.

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