Los derechohabientes podrán acudir a
farmacias privadas para surtir sus recetas
Ssa: asegurado, el abasto de fármacos a los
beneficiarios del seguro popular
Afecta la falta de medicamentos hasta 25% de las instituciones
públicas, admite
ANGELES CRUZ
Los afiliados al seguro popular no padecerán de
desabasto de medicamentos, pues mediante vales podrán surtir sus
recetas en las farmacias privadas, indicó Guillermo Solomon Santibáñez,
director general de Evaluación y Tecnologías para la Salud.
De esta manera, dijo, se evitará que las deficiencias
en el abasto de medicamentos que aqueja a instituciones públicas
hasta en 25 por ciento, según la información oficial, repercuta
en los acogidos a este programa.
Entrevistado
al término de la inauguración del Foro Nacional de Salud
a Farmacias, el funcionario señaló que la distribución
de medicinas mediante las unidades médicas del sector público
es ''muy cara e ineficiente'', pero además "en un momento dado podría
causar fugas que conviene tratar de evitar''.
Dijo que esta propuesta de la Secretaría de Salud
(Ssa) podría empezar a operar una vez que se apruebe la iniciativa
del poder ejecutivo para reformar la Ley General de Salud y reestructurar
el sistema financiero del sector. En ella está incluida la institucionalización
del seguro popular de salud, que a su vez pretende ser la más importante
estrategia sanitaria del sexenio foxista.
Solomon Santibáñez explicó que como
parte del programa para abatir el desabasto de medicamentos se ha planteado
la opción de las farmacias privadas, las cuales siempre tienen medicamentos,
cuentan con una distribución muy eficaz y, al igual que las empresas
distribuidoras, "viven de eso y lo saben hacer desde hace muchos años".
Aclaró que no ha comenzado a funcionar el sistema
de distribución mediante farmacias privadas, ni siquiera en los
estados donde ya opera el seguro popular, pero la idea es que luego de
la aprobación legislativa se instrumente de manera paulatina.
De acuerdo con la explicación del funcionario,
las farmacias recibirían la receta emitida por el seguro popular
y con ella cobrarían a la institución lo correspondiente.
El paciente no tendría que desembolsar nada, porque al momento de
su afiliación al esquema de aseguramiento ya habría pagado
su cuota.
En este sistema estarían incluidas las medicinas
del cuadro básico de medicamentos, es decir, los indicados para
el primer nivel de atención, que según Solomon cura la mayoría
de los padecimientos. Además, tendrán que ser genéricos
intercambiables, apuntó.
Por otra parte, se refirió al análisis que
actualmente se realiza en la Cámara de Diputados en relación
con el tiempo de vigencia de las patentes de medicinas. Dijo que a la Ssa
"le gustaría que se bajara, porque los productos innovadores son
muy caros, pero también hay que reconocer que la investigación"
requiere de inversiones económicas muy fuertes. Es justo -agregó-
que el laboratorio "tenga una reposición económica", y con
ello evitar el riesgo de que la industria deje de realizar esta actividad.
Insistió, sin embargo, en que 20 años "podrían
ser demasiados" y para países en desarrollo como México podría
haber opciones, entre ellas que las patentes "no fueran tan largas" y en
los países ricos los laboratorios podrían recuperar su dinero
con mayor eficacia. Aunque medidas de este tipo ya están operando
para algunos fármacos para el tratamiento de la tuberculosis y el
sida, a la Ssa le gustaría que se ampliara a todos los padecimientos,
indicó.