En esta etapa, el gasto de defensa respecto
del PIB es realmente muy bajo, dijo
Una guerra ahora presionará menos: Greenspan
El titular de la Fed difiere con el plan de estímulos
propuesto por el presidente Bush
REUTERS
Washington, 12 de febrero. El presidente de la
Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, consideró que
una guerra dirigida por Washington contra Irak en estos momentos, probablemente
presionará menos a la economía estadunidense que conflictos
bélicos anteriores.
"La
escala de nuestra economía se ha hecho tan grande que, incluso un
esfuerzo significativo como en el que estamos embarcados ahora en Medio
Oriente no supondrá el tipo de presión que, por ejemplo,
tuvo la Guerra de Corea en nuestra economía, así como el
periodo que siguió a Vietnam", dijo Greenspan en su segundo día
de testimonio en el Capitolio.
Agregó que "el nivel de los gastos de defensa respecto
del producto interno bruto (PIB) es realmente muy bajo en esta etapa. No
está presionando a otros recursos", aseguró.
El presidente de la Fed dijo además que la caída
en el gasto de defensa ha mantenido bajo control el del gobierno, pero
pronosticó que esta situación cambiará.
"Debido a la drástica caída en los gastos
de defensa en los pasados 50 años, hemos podido mantener constantes
los agregados del gobierno en relación con los ingresos"; sin embargo,
"eso va a cambiar, inevitablemente va a cambiar", advirtió.
Ante la Comisión de Servicios Financieros de la
Cámara de Representantes, Greenspan acentuó su advertencia
sobre el peligro de los déficits fiscales, lo que obligó
a la Casa Blanca a admitir que tiene diferencias con él en torno
al plan del presidente George W. Bush para estimular la economía.
El presidente de la Fed consideró que el peso de
la deuda de Estados Unidos podría volverse insostenible en 2010,
cuando la generación de la explosión demográfica,
la de los baby-boomers -los nacidos después de la Segunda
Guerra Mundial y hasta principios de la década de 1960- comience
a jubilarse.
Greenspan consideró que la relación deuda-PIB
"aumentará en forma abrupta, y como el presidente lo destaca en
su presupuesto estos aumentos son insostenibles". Desde ahora, precisó,
esta relación "comienza a aumentar de una forma muy preocupante".
Este miércoles Ari Fleischer, portavoz de la Casa
Blanca, dijo que el presidente estadunidense mantiene "ciertas diferencias"
con el presidente de la Reserva Federal sobre la necesidad de un estímulo
económico, para el que Bush preferiría una acción
rápida.
"Hay cierta diferencia sobre el estímulo, la necesidad
del estímulo y, sobre eso hay un desacuerdo razonable", dijo.
El martes Greenspan dijo ante el Senado que considera
prematuro el establecimiento de un estímulo económico y que
la prioridad es disminuir el déficit de Estados Unidos, como un
rechazo directo al plan de Bush de recortar impuestos.
El plan de estímulo de Bush, de 695 mil millones
de dólares, prevé déficits presupuestarios récord
en este año y el próximo, lo que ha generado críticas
de los opositores demócratas.
El gobierno de Bush sostiene que los déficit son
modestos en relación con la producción del país y
se necesitan para reactivar la inversión y la creación de
empleos para finalmente generar más ingresos por impuestos.
Pero Greenspan dijo que aunque los fuertes aumentos en
la productividad, como los ocurridos en los años 90, podrían
mejorar el cada vez más sombrío panorama presupuestario de
Estados Unidos, hay límites para el avance de la productividad.
Agregó que ahora es el momento de prepararse para
que el sistema de pensiones y otros programas de beneficios puedan soportar
la presión.
Señaló que el banco central está
atento para detectar cualquier indicio de alzas de precios, y atribuyó
el actual incremento en el oro y petróleo al temor a una posible
guerra con Irak.