Martí Batres Guadarrama
No hay sorpresa, míster Bush*
El gobernante de Estados Unidos, George W. Bush, ha dicho que quedó sorprendido de la postura que ha adoptado Francia respecto de su intención para iniciar un conflicto bélico en contra de Irak. Queremos decirles que no nos sorprende la posición del país galo porque está basada en una larga y sólida tradición de ideas universalistas y de fortaleza que han irradiado al mundo.
Vemos en Francia un referente muy importante de tradición republicana, parlamentaria, ideológica, revolucionaria. También vemos en Francia un Estado que ha podido sostener el prestigio de la cosa pública y la fuerza del Estado social.
Decimos asimismo que la Constitución que rige a los mexicanos es rousseauniana, porque la soberanía del Estado radica en el pueblo y esto forma parte de una importante influencia de las ideas que se gestaron en la Ilustración francesa.
Ahora que vivimos tiempos de transición, cuando estamos en un Congreso de la Unión mexicano por vez primera sin composición mayoritaria, y en el que tenemos que construir mayorías legislativas a cada momento entre diversas fracciones parlamentarias, muchos volvemos los ojos a la tradición parlamentaria francesa y tratamos de inscribir en nuestras decisiones y discusiones muchas de las enseñanzas de la fortaleza institucional, de la democracia política de Francia.
Ahora también miramos al mundo: vemos un mundo bipolar que se acabó, pero también vemos un mundo unipolar que debe ser cambiado. Quisiéramos pensar, no en la restauración del bipolarismo, sino en la construcción del multipolarismo. Para ello, la relación de México y Francia es importante.
Para nuestro país será fundamental diversificar sus relaciones económicas y comerciales, pues no le conviene depender de un solo país en esta materia, menos aún de una superpotencia hegemónica. Sí le conviene sostener, además de lazos económicos y comerciales con Estados Unidos, fuertes relaciones económicas, así como fuertes referentes con otros estados. Europa es un referente importante en esta relación de interdependencia y equilibrios.
Vemos con interés los mecanismos de integración europea que se han dado en lo económico y lo político, respetando la diversidad cultural de Europa. Nos parece que son elementos que pueden tomarse en consideración, y en esta coyuntura vemos que México y Francia pueden ser una conjunción muy importante para la paz.
Ambos países jugaron un papel muy importante en aquel acuerdo francomexicano sobre El Salvador, a principios de los años 80, cuando se reconoció el estatuto beligerante a una de las partes en conflicto. Consideramos que ahora pueden ser un soporte importante de una nueva relación en el mundo: por la paz y el combate a todo tipo de violencia.
Nos parece que la posición de Francia de ninguna manera sorprende, pero sí alegra y alienta a muchos países, entre ellos a México. Por tanto, reiteramos la bienvenida a los integrantes de la Asamblea Nacional de Francia a nuestro país.
* Palabras del autor, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, durante la recepción que se ofreció a los integrantes de la Asamblea Nacional de Francia