Ingresó a la Legión de Honor Nacional
de México
Rechaza Ealy Ortiz presiones a reporteros
Los periodistas deben sentir plena libertad para opinar
ROSA ELVIRA VARGAS
La presión ejercida recientemente por diversas
autoridades contra reporteros de La Jornada y El Universal
para obligarlos a revelar sus fuentes de información recibió
ayer un "firme rechazo" de Juan Francisco Ealy Ortiz, director de la segunda
publicación. Los periodistas, subrayó, "deben sentir plena
libertad para emitir sus análisis y opiniones sin temor a ser penalizados
por ello".
En la ponencia que presentó la tarde de ayer para
incorporarse a la Legión de Honor Nacional de México, el
director de El Universal consideró "preocupantes" las frecuentes
afirmaciones de miembros del gobierno federal que ubican a reporteros,
columnistas y analistas como "adversarios declarados" o, peor aún,
como "enemigos del cambio".
Se trata de una apreciación injusta, dijo, porque
al ejercer la crítica los medios contribuyen a la democracia y esto
no puede apreciarse de manera adecuada si se confunden los ámbitos
del gobierno con los del régimen democrático, "necesariamente
distintos y distinguibles".
Ealy Ortiz se sumó a la propuesta formulada por
la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que se legisle sobre
el respeto irrestricto a las fuentes informativas de los periodistas.
A la ceremonia realizada en el Palacio de Minería
acudieron los secretarios de la Contraloría, Francisco Barrio, y
de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola; los gobernadores de Campeche,
Veracruz, Querétaro y San Luis Potosí; el cardenal Norberto
Rivera, el arzobispo Antonio Chedraui y el obispo Onésimo Cepeda;
el dirigente perredista Carlos Navarrete; el candidato del PRI a la alcaldía
de Monterrey, Ricardo Canavati; el senador Luis Colosio y la secretaria
general priísta, Elba Esther Gordillo.
Frente a ellos, Ealy Ortiz habló del hostigamiento
que sufren los periodistas cuando se les acusa penalmente por calumniar.
Si esto no se tipifica claramente en los códigos, señaló,
cualquier opinión que se considere desfavorable o desagradable a
una figura pública puede ser calificada de calumnia.
Quienes presenten tales acusaciones deben tener elementos
suficientes para demostrarlo, pues sólo así se pondrá
un contrapeso a quienes desde el poder político, económico
y social recurren "con gran ligereza e injustificable frecuencia a la denuncia
legal contra sus críticos".
Una nueva prensa para un nuevo México
tituló el empresario su disertación de ingreso a la legión.
Evocó lo que desde su perspectiva fueron las décadas en que
el periodismo nacional se desarrolló bajo un régimen autoritario,
si bien en algunos aspectos flexible e institucional, no por ello más
democrático.
Ealy subrayó que en el derecho a la crítica
y a la pluralidad los medios impresos avanzaron más rápido
que los electrónicos, y alertó sobre el riesgo de una regresión
en México a las viejas prácticas y usos del autoritarismo
y, en el caso de los medios, la posibilidad de despertar una "gran tentación"
de dar pasos atrás o al menos detener la evolución democrática.
Dijo que muchos analistas empiezan a temer una reacción
gubernamental hacia la crítica, "sin duda severa, pero no infundada".
Y aunque descartó que exista consigna del gobierno federal, advirtió
que "debemos estar alertas de que el camino de la libertad de expresión
no se obstruya, sino que siga su curso".
Ante el nuevo rol del periodismo mexicano, expuso cuatro
principios desde los cuales se puede contribuir a construir, consolidar
y ejercer la democracia: difundir información precisa, seguir estrechamente
las acciones públicas, que desde la prensa se expresen todas las
corrientes de pensamiento político y social, y que los medios en
general, en especial la prensa escrita, sean vistos como los "nervios del
gobierno".