Sería uno de los "efectos terribles" del ataque contra Irak, advierte John Holloway
Alerta experto sobre confrontación Europa-EU
KARINA AVILES
Algunos de los posibles efectos "terribles" del inminente ataque de Estados Unidos contra Irak serían que la Unión Europea siga el liderazgo de Estados Unidos o que aumenten los conflictos entre Europa y el vecino país del norte. La división más importante que se vive hoy es la que hay entre gobiernos, por un lado, y la gran mayoría de la población, que está claramente contra la guerra, expresó John Holloway, autor del libro Cambiar el mundo sin tomar el poder, durante la presentación del texto en la UNAM.
Antes, en otra mesa de análisis, el director de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad de Messina, en Italia, Giuseppe Butta, señaló que la guerra Estados Unidos-Irak sería dañina, entre otros motivos, porque rompería la unidad europea. Expresó que la población de ese continente está muy preocupada porque las divisiones que se podrían derivar de ese conflicto "son muy peligrosas".
Doctor en ciencia política por la Universidad de Edinburgo e investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Holloway dijo por otra parte que la destrucción del capitalismo no puede partir del Estado, sino de una "revolución" -entendida como la construcción de una humanidad distinta a la del dominio mercantil- que extienda las fisuras del tejido de ese sistema y articule las rebeldías manifestadas en todas las partes del mundo y niveles de la sociedad.
Expresó que para hacer la revolución hay que empezar con las rebeldías que ya existen, pero también hay que reconocer que el capitalismo implica "una agresión terrible que amenaza con la destrucción de la humanidad".
Holloway indicó lo anterior en la presentación de su libro, realizada en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, en la que también participaron los académicos Armando Bartra, José Gandarilla, Raquel Gutiérrez y Guadalupe Valencia.
El investigador inició su exposición con la sentencia: "El capitalismo es una mierda". De manera que lo que se plantea es una invitación a reflexionar sobre cómo se puede cambiar el mundo de forma radical, cómo destruir el capitalismo antes de que nos destruya a nosotros, enfatizó.
La vía para destruir ese sistema que articula los haceres humanos a través del dinero, del intercambio de mercancías y del capital, no puede ser el Estado, porque éste tiene una forma específicamente capitalista. El Estado, aun en los gobiernos de izquierda, "es siempre un proceso de reconciliar las luchas sociales con una realidad, la del dominio capitalista".
Si se observa el argumento de la izquierda, todo el tiempo se ve el fundamento de la historia, sin duda importante, pero "el gran problema es que la discusión histórica funciona como una coartada para no pensar en la revolución ahora".
En entrevista posterior, explicó que la única forma en que logra concebir la revolución es en términos de fisuras del tejido capitalista. "Mi primer punto es que es urgente hacer la revolución y volver a esta preocupación central", señaló.
También dijo que es importante no pensar en los revolucionarios como un grupo especial y pequeño. "Hay que empezar con reconocer que todos somos rebeldes, supongo rebeldes suprimidos."