ONG preparan movilizaciones en repudio a una ofensiva estadunidense en Irak
Proponen en Argentina iniciativa de ley contra el apoyo bélico a EU
El canciller Ruckauf disfraza el envío de soldados bajo el pretexto de ayuda humanitaria: ARI
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 11 de febrero. Cuando organismos de derechos humanos y organizaciones sociales y políticas de Argentina preparan una marcha y diversas acciones en repudio a la guerra que Estados Unidos busca lanzar contra Irak, el bloque de diputados de Alternativa para una República de Iguales (ARI) presentó un proyecto de ley en el Congreso para que se prohíba "la salida de fuerzas militares argentinas con el fin de participar directa o indirectamente en el conflicto" bélico, al denunciar que el canciller Carlos Ruckauf ha ofrecido fuerzas militares argentinas "bajo el eufenismo de ayuda humanitaria" ante Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas.
Las Madres (línea Fundadora) y Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Detenidos Desaparecidos por razones políticas, y Amnistía Internacional convocaron a una manifestación este miércoles "por la vida, no a la guerra", en un llamado internacional a todas las madres del mundo.
El proyecto de ARI presentado al Congreso añade que la prohibición de salida de fuerzas miltiares deberá mantenerse cualquiera que sea la misión. "No se puede tomar una posición ambigua que favorezca la locura de (George W.) Bush porque la posición que tome Argentina determinará que se ponga en juego la sobrevivencia de la nación en caso de una tercera guerra mundial", dijo la diputada Elisa Carrió, candidata presidencial de ARI.
Los diputados de ese bloque recordaron que la Constitución estipula que se debe pedir autorización al Congreso para permitir la participación argentina en cualquier conflicto bélico.
Sobre la denuncia de que la cancillería ya ofreció su ayuda a Estados Unidos, al entregar una lista de fuerzas que podrían ser enviadas, los legisladores señalaron que en esta lista hay expertos nucleares, "con lo cual la Argentina se está comprometiendo en un conflicto armado".
El lunes Ruckauf declaró en Panamá que Argentina no participará en una guerra contra Irak y que luchará por una solución pacífica al conflicto, pero para muchos analistas resulta ambigua su posición, ya que también mencionó que se envió a la ONU "un informe con los detalles de una eventual contribución de Argentina en esta etapa, reiterando que la participación del gobierno argentino sería desarrollada en el campo humanitario exclusivamente".
Para Carrió, "no es que Argentina debe pregonar la paz, sino que debe estar en oposición a la guerra de Estados Unidos contra Irak", mientras una nota de organismos humanitarios señala que "no se puede vivir en una sociedad hipócrita: el mundo hace 10 días lloraba la muerte de siete astronautas y Estados Unidos y Gran Bretaña se aprestan a matar a más de un millón de humanos".
En todos los bloques del Congreso existen rumores sobre la posibilidad de que Argentina no sólo haya ofrecido ayuda humanitaria con apoyo sanitario y de desactivadores de minas, sino también el envío de contingentes militares.
Esto, cuando una encuesta de Gallup reveló que 83 por ciento de argentinos está contra la guerra, otros sondeos elevan esa cifra a 89 y 92 por ciento, además de que en el vecino Uruguay 79 por ciento se expresó contra un conflicto bélico.
Para muchos analistas, cualquier "paso en falso" del canciller puede crear serios ruidos dentro del Mercado Común del Sur (Mercosur), donde el principal socio, Brasil, se expresa contra la guerra.
Otro de los temas claves en el espacio del Mercosur es que la guerra, además de sus nefastas consecuencias, incrementaría la presencia militar de Estados Unidos en el Cono Sur.
En este caso se menciona la situación en la Triple Frontera (entre Brasil, Argentina y Paraguay), que sin pruebas, Estados Unidos ha dicho que es una base de "terrorismo" por el solo hecho de que allí existe una numerosa comunidad de origen árabe.
También se menciona informes humanitarios desde Bolivia que denuncian negociaciones del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada con Washington para establecer una base militar estadunidense a orillas del río Itonamas, en la región amazónica. La base funcionaría en forma encubierta bajo la fachada de una estación agrícola que buscaría remplazar los cultivos de coca.
Dos elementos abonan esta denuncia y es la próxima llegada de unos 300 militares de Estados Unidos, autorizada por los bloques oficialistas del Congreso boliviano, y la solicitud del gobierno de Bush de un nuevo presupuesto de "ayuda militar" a Bolivia, por unos 4.5 millones de dólares.
Todo esto cuando existen otras bases, como en Perú, país denunciado por organismos de derechos humanos por reclutar niños como soldados y por métodos de entrenamiento similares a los de la tristemente célebre Escuela de las Américas, donde se formaron los dictadores latinoamericanos, que funcionara en otro tiempo en la zona del Canal de Panamá.
Como instructores, asesores o en maniobras militares llegan los soldados estadunidenses también a países como Paraguay y la propia Argentina. Y la guerra de Estados Unidos contra Irak, advierten analistas, no hará sino aumentar esta presión.