La situación, barrera formidable para
los gastos de las empresas, asevera
La incertidumbre por la guerra dificulta la evaluación
económica: Greenspan
Necesario, restaurar la disciplina presupuestaria, advierte
ante senadores
REUTERS
Washington, 11 de febrero. La incertidumbre sobre
una posible guerra contra Irak representa una "barrera formidable" para
los gastos de las empresas y dificulta una evaluación de la economía,
dijo el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Alan
Greenspan.
Advirtió,
además, que mientras no haya un diagnóstico más claro
sobre el vigor de los cimientos económicos de la nación,
es "prematuro" aplicar un estímulo fiscal, y lanzó una severa
alerta sobre la necesidad de restaurar la disciplina presupuestaria.
Greenspan habló ante la Comisión Bancaria
del Senado en momentos de creciente tensión entre Washington e Irak,
y cuando hay diferencias entre los legisladores en torno a los planes del
gobierno del presidente George W. Bush para aplicar amplios recortes de
impuestos.
"El aumento de las tensiones geopolíticas se ha
agregado a las marcadas incertidumbres que se han acumulado en los pasados
tres años, creando barreras formidables para las nuevas inversiones
y, por lo tanto, para una reanudación de la expansión vigorosa
de la actividad económica general", dijo Greenspan a la comisión.
El jefe de la Fed, que presentó su evaluación
semestral sobre el futuro de la economía estadunidense, respondió
a las preguntas de los legisladores, e instó a aplicar métodos
para "restablecer sin retraso" un freno a los déficit y a los gastos.
Greenspan dijo que si los riesgos políticos disminuyen,
hay motivos para creer que los gastos de las empresas se recuperarán
debido a condiciones financieras favorables en las que hay una liquidez
amplia y un menor diferencial, o riesgo, de los bonos de las empresas.
En su pronóstico, la Fed estimó que la economía
del país crecerá en 2003 entre 3.25 y 3.5 por ciento, según
cifras ajustadas a la inflación, pero el desempleo permanecerá
entre 5.75 y 6 por ciento.
Aunque Greenspan intentó evadir comentarios sobre
el paquete de recortes de impuestos por 695 mil millones de dólares
propuesto por el gobierno de Bush, enfrentó insistentes preguntas
de los legisladores, especialmente de los demócratas, que creen
que el plan inflará los déficit presupuestarios, por lo que
finalmente advirtió: mientras no quede claro qué porción
de la reciente desaceleración de la economía fue provocada
por la preocupación sobre una guerra con Irak y qué porción
fue causada por problemas más fundamentales, es demasiado prematuro
aplicar el estímulo fiscal.
Subrayó la importancia de que el nivel de deuda
federal en términos de porcentaje del producto interno bruto (PIB)
no aumente para no desestabilizar la economía.
Greenspan indicó que "déficit modestos",
de uno a 2 por ciento del PIB, probablemente no perjudiquen a la economía
pero alertó que si la deuda aumenta el pago de intereses también
incrementaría, lo que sería un crecimiento de deuda sobre
deuda.
Además puso en duda la necesidad de aplicar un
estímulo fiscal tal y como lo propone el presidente Bush, pero aclaró
que respalda su idea central: la eliminación de la doble gravación
de los dividendos de las empresas.