"Nunca hemos sido consultados"
Nuevo Huixtan, Chis., 11 de febrero. Con el acuerdo
de rechazar la construcción de presas hidroeléctricas en
la frontera con Guatemala y exigir el retiro del Ejército federal
alrededor y dentro de las comunidades, concluyó aquí el segundo
Encuentro Chiapaneco contra el Neoliberalismo. Asistieron indígenas
y campesinos de cada región de Chiapas (centro, selva, Altos, norte,
sierra, costa, región fronteriza y frontera sur), pertenecientes
a decenas de organizaciones independientes. Acudieron observadores de Tabasco,
Oaxaca y Quintana Roo; de Guatemala, El Salvador y otros países,
así como miembros de ONG de derechos humanos, cuestiones ambientales,
documentación socioeconómica, o que apoyan proyectos comunitarios
en las zonas indígenas de Chiapas.
Además de rechazar la imposición de agroquímicos
y semillas transgénicas en el campo chiapaneco, el encuentro manifestó
"sí a la naturaleza, no a las represas", ante la posibilidad de
que 115 comunidades desaparezcan o sean afectadas por obras hidrológicas,
que además herirían de muerte la cuenca fluvial más
rica de Mesoamérica, y arrasarían con selvas, bosques y fauna
en nombre de un "progreso" que excluye a los indígenas.
Repartidos en 15 mesas de trabajo, los participantes discutieron
también los programas sociales del gobierno -particularmente el
Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación
de Solares Urbanos (Procede)-, las posibilidades del comercio justo, los
peligros del Area de Libre Comercio de las Américas y el Plan Puebla-Panamá,
y temas como soberanía alimentaria, derechos humanos, divisiones
comunitarias y neoliberalismo, biodiversidad y derechos de las mujeres.
Acordaron manifestar su repudio a la militarización
en Chiapas y la violencia paramilitar contra las comunidades en resistencia,
para lo cual próximamente se emprenderán actos frente a los
cuarteles. Se anunció la celebración de un foro internacional
contra la militarización el próximo mayo en San Cristóbal
de las Casas.
Se decidió efectuar una movilización el
14 de marzo, Día Internacional Contra las Represas, marchando de
Trinitaria a Comitán para repudiar los planes gubernamentales. Desde
ahora, las comunidades en riesgo colocarán mantas rojinegras en
sus accesos, para identificarse como sitios que podrían ser inundados
por las aguas del progreso. "Nunca hemos sido consultados", dijeron
en la sesión plenaria los representantes de las comunidades amenazadas.
En relación con el Procede y otros "regalos envenenados"
del gobierno, los campesinos determinaron "darle más valor a la
tierra, para defenderla desde nuestra costumbre". Representantes de decenas
de comunidades indígenas reconocieron que en muchos casos "hay necesidad,
y poca conciencia ante los programas", los cuales sirven para corromper
a los líderes, y abrirán la puerta a la privatización
de la tierra cuando los campesinos no puedan pagar los créditos
y otros "beneficios".
HERMANN BELLINGHAUSEN, ENVIADO