El gobierno capitalino presenta encuesta sobre alimentación y nutrición
Uno de cada cinco menores de 12 años de la zona urbana tiene anemia
El muestreo revela que la desnutrición y el sobrepeso son los principales problemas relacionados con el consumo alimenticio 81% de los adultos no realiza ejercicio
MIRNA SERVIN VEGA
Las situaciones económicas difíciles traen como consecuencia un agravamiento de los problemas de nutrición y enfermedades, reconoció Raquel Sosa Elízaga, secretaria de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, durante la presentación de los resultados de la segunda Encuesta Urbana de Alimentación y Nutrición en la Zona Metropolitana de la ciudad de México 2002 (EUAN)
Sosa señaló que la información obtenida con este trabajo se utilizará para revisar y, en su caso, redefinir políticas que permitan mejorar las condiciones de nutrición y salud, sobre todo de los niños y las niñas del DF.
De acuerdo con los resultados, aunque la desnutrición infantil ha disminuido hasta niveles mínimos en la zona metropolitana, actualmente 7 mil niños -que pertenecen a familias en extrema pobreza- padecen un alto grado de desnutrición, apuntaron investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMN).
La EUAN concluye que la anemia se manifestó como un grave problema de salud en la población, sobre todo en niños de nivel preescolar, en especial entre los 12 y 36 meses y en niños menores de 12 años ya que uno de cada 5 presenta esta enfermedad.
En contraste, el estudio mostró que los niños en edad escolar presentan una prevalencia de obesidad y sobrepeso en 34.3 por ciento de ese rango; en adolescentes, el sobrepeso fue de 24.1 por ciento en hombres y 42 por ciento en mujeres. Estas cifras aumentan en adultos de 18 a 49 años, donde el nivel de sobrepeso y obesidad es de 66.6 por ciento en mujeres y 58.1 por ciento en hombres. Por su parte, los adultos mayores de 50 a 60 años presentan estos problemas en 83.8 por ciento en mujeres y 76.7 por ciento en hombres.
Otro dato alarmante de la encuesta relacionado con el estado nutricional de la población de las delegaciones del DF fue que 81 por ciento de la población mayor de 30 años declaró no realizar ejercicio ni un solo día a la semana, lo que se considera un nivel muy pobre de actividad física, asociado a enfermedades como presión arterial alta, diabetes y otras enfermedades crónicas no transmisibles.
Sobre estos datos, Raquel Sosa sostuvo que efectivamente la ciudad requiere mayores espacios deportivos, lo que es responsabilidad del gobierno local, por lo que ya en 300 unidades territoriales se están estableciendo clubes deportivos comunitarios y se buscará abrir más.
Al ser cuestionada sobre que 46 por ciento de la población de bajos recursos -entre la que se realizó la encuesta- no contaba todavía con algún miembro de la familia que recibiera algún tipo de ayuda de programas sociales, Sosa explicó que estos números se deben a que el estudio se levantó a mediados de 2000 y principios de 2001 por lo que será hasta que se incluyan las acciones de 2002 que se notará una diferencia en los resultados.
Respecto a la diabetes, la encuesta reveló que presenta una prevalencia muy alta entre la población mayor de 30 años en la ciudad de México, 14.5 por ciento, y uno de cada tres enfermos desconoce que la padecen.
Pero si de falta de información se trata, la EUAN también mostró que el 80 por ciento de la población no sabe qué alimentos se relacionan con su salud de manera positiva o negativa.
Abelardo Avila, especialista del INCMN Salvador Zubirán y coordinador del trabajo, advirtió que la capital del país muestra cambios importantes en su dieta que se relacionan con la economía, ya que se consume lo que es más barato. En sentido negativo, esto significa que muchos de los alimentos chatarra son de consumo fácil y directo ya que no requieren preparación, lo que aumenta el consumo de calorías.
"El estado nutricional del DF es grave en cuanto a que la mala alimentación genera niveles muy importantes de enfermedad como diabetes, cáncer, hipertensión, osteoporosis y otras enfermedades promovidas por el estilo de vida sedentario, malos hábitos y poca información sobre los riesgos" advirtió Avila.
Asimismo, refirió que "el riesgo es que por estas causas se desborde el sistema de atención de salud, a tal grado que éste se vuelva inmanejable". Por ejemplo, dijo, uno de cada tres diabéticos no saben de su enfermedad, pero si se atendieran a todos no se tendría la capacidad en infraestructura y recursos para hacerlo.
El objetivo de la encuesta fue conocer los patrones alimentarios y el estado de nutrición en familias en condiciones de pobreza de la zona metropolitana, cuantificar la prevalencia de desnutrición y de mala nutrición por exceso y desequilibrio alimentario, conocer los patrones de alimentación y el riesgo asociado a padecer enfermedades crónico degenerativas.