Abierta concesión a la Iglesia católica:
Gabriela Rodríguez
Guía de padres, "retroceso" de 40 años
en educación sexual
Lamentable, que Tamez acepte la imposición porque
no puede contradecir a la esposa del Presidente, dice la experta
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La Guía de padres, que elaboraron la Fundación
Vamos México y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE), representa un retroceso de 40 años en materia de educación
sexual en nuestro país, y es una "abierta concesión" a la
Iglesia católica, afirma la especialista Gabriela Rodríguez,
vicepresidenta de la Red Democracia y Sexualidad.
La autora de Hijo de tigre pintito, uno de los
primeros libros que editó la Secretaría de Educación
Pública (SEP) para dar enseñanza sexual a los padres de familia,
considera que la citada guía promueve la ignorancia, refuerza el
miedo a la sexualidad, subestima y estereotipa a los adolescentes y desconoce
todos los esfuerzos que ha hecho la SEP en este ámbito, en particular
la reciente colección de Libros de mamá y papá.
"Indigna
que en un país con tantas necesidades se gaste el dinero de los
maestros en textos que no van a servir para nada, más que para fomentar
la ignorancia y el miedo", afirma en entrevista con este diario.
Cuestiona a la SEP por no defender sus libros de texto.
"Es lamentable que el secretario de Educación, Reyes Tamez, acepte
esta imposición porque no puede contradecir a la esposa del Presidente
de la República".
A la directora de Afluentes, organización civil
por la cultura de la salud sexual y reproductiva, también le parece
ofensivo que Marta Sahagún de Fox, quien encabeza la Fundación
Vamos México, haya borrado de un plumazo el trabajo de agrupaciones
que llevan décadas trabajando estos temas.
"Cuando comenzó este gobierno, un grupo de mujeres
feministas nos entrevistamos con Marta Sahagún y le entregamos nuestro
material y los resultados de investigaciones aplicadas en Estados Unidos,
que demuestran que las campañas basadas en la abstinencia y en la
ignorancia provocan más embarazos y abortos en las adolescentes".
Por eso Rodríguez dice estar convencida de que
libros de distribución masiva como los de la SEP y éste -que
se pretende llevar a 23 millones de familias- deben ser elaborados con
mucho cuidado, porque en la mayoría de los hogares son los únicos
libros disponibles.
A partir de esta preocupación, la autora de Modelo
de educación sexual para profesionales de la salud; Sexualidad,
lo que todo adolescente debe saber, y Manual educativo gente joven,
hace un análisis de los contenidos de los manuales.
El aspecto que preocupa más a esta sicóloga
y antropóloga social es lo que define como su línea conservadora.
"Los libros son una concesión a la Iglesia católica, porque
responden exactamente a los cánones del catecismo que promueve Juan
Pablo II y que prohíben tocar temas como el condón y el placer
en la sexualidad".
"Generalidades y consejos obvios"
En una revisión minuciosa de los capítulos
de sexualidad incluidos en los tres manuales que integran la guía,
destaca que tienen muchas generalidades y consejos obvios para los padres
de familia. "Decirles que hay que hablar con naturalidad, dar buen ejemplo
y adecuar la información a la edad no aporta mucho a los padres".
Los libros, asegura, además infunden abierta o
veladamente el miedo a la sexualidad: "Por un lado aconsejan a los padres
de familia que hay que hablar de la sexualidad con los hijos, y por otro
insisten demasiado en los riesgos y en que no conviene darles detalles".
Bajo esta línea, dice, se explican ausencias tan evidentes como
los temas del cuerpo humano, el VIH/sida, los métodos de anticoncepción
y la información parcial en torno al aborto.
Sobre el adolescente, señala que "la guía
lo define como inmaduro y no toma en cuenta las diferencias que hay entre
unos y otros, que no es lo mismo un chavo de Neza que otro de Guadalajara,
o que una mujer indígena. Reproduce las corrientes sicológicas
de los 60 en Estados Unidos, que estaban dirigidas a adolescentes blancos
y de clase media".
Actualmente, explica, los estudiosos afirman que hay muchas
formas de adolescencia que no corresponden con los ejemplos que pone la
guía, como el de las crisis vocacionales que enfrentan los adolescentes
cuando deben elegir entre seguir en la escuela o trabajar. "La mayoría
de los chicos mexicanos no enfrentan esa disyuntiva, porque simplemente
tienen que abandonar los estudios para trabajar".
Rodríguez también critica que los textos
insistan mucho en que los padres de familia son los únicos que pueden
dar información a los hijos, porque de esa forma descalifican a
otros agentes como la escuela, los organismos no gubernamentales y la televisión.
Y considera grave que la Guía de padres
descarte a la escuela como agente educativo, siendo que la SEP ha hecho
excelentes libros de educación sexual, y se refiere concretamente
al tomo La sexualidad de nuestros hijos, que forma parte de los
Libros de mamá y papá, que se editaron en 1999, cuando
Miguel Limón Rojas era secretario de Educación Pública.
"Ese texto dio el avance más fuerte después
de 25 años, porque habla de los derechos sexuales, del placer, de
la homosexualidad, de las enfermedades de transmisión sexual, de
los métodos anticonceptivos. En cambio, la Guía de padres
da 40 años de pasos atrás".
Lamenta también que estas guías estén
haciendo a un lado el trabajo de la SEP, que hace dos años incluyó
la asignatura de formación cívica y ética en secundaria,
para dar educación en valores y en derechos humanos, a contracorriente
de las presiones de la Iglesia católica. Y concluye: "es preocupante
que estos libros promuevan la ignorancia y el miedo cuando los jóvenes
están urgidos de información y de respeto a sus derechos
sexuales".