Ambas actividades acaparan 50 por ciento de ese mercado en el país, dice el Cempro
Piratería y fotocopiado ponen en riesgo la viabilidad de la rama editorial en México
ANGEL VARGAS
De no poner un freno a la piratería de libros y regularse la práctica del fotocopiado en México, actividades que en la actualidad acaparan más de 50 por ciento del mercado editorial, existe el riesgo de que los empresarios del ramo decidan cerrar sus centros de producción en el país y trasladarlos a otros sitios, como ha sucedido con la industria disquera, lo cual tendría repercusiones no sólo de naturaleza cultural sino también económica, al perderse fuentes de empleo.
Así lo advirtió ayer el presidente del Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (Cempro), José Angel Quintanilla, quien informó que México ocupa el primer lugar a escala mundial de reproducción ilegal de libros mediante fotocopiado y el tercero (después de China y Rusia) en el comercio de productos apócrifos, de lo cual se desprende el dato de que por cada 10 libros que se venden dos son piratas.
''Entre piratería y fotocopiado, la industria editorial y sus integrantes pierden casi la mitad del mercado que en derecho les corresponde, lo que nos obliga a subir los precios y reducir las inversiones en nuevos títulos, así como los montos con los que podemos apoyar a labores de promoción de la lectura y de nuevos autores."
Quintanilla indicó que de los 92 millones de libros que según la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana se han editado en promedio en los tres años recientes, 28 millones han sido fotocopiados, es decir, casi una tercera parte. Sus cálculos del daño económico alcanzan el monto de 7 mil millones de pesos anuales.
Señaló que los libros de texto son los más reproducidos mediante el fotocopiado, y denunció que esa práctica no sólo se solapa sino que se fomenta en las instituciones de educación media superior y superior, tanto privadas como públicas.
''Comprendemos que la reproducción de textos mediante fotocopias es lo que permite que una parte significativa de la población pueda tener acceso a la lectura. Sin embargo, hay que encontrar un punto medio en el que esta acción no siga afectando los derechos de los que conformamos a la industria de nuestro país. El justo reconocimiento de los derechos de autor es lo que permitirá que se siga produciendo cultura y conocimiento."
El titular del Cempro agregó que no se pretende que las autoridades erradiquen el fotocopiado, sino hallar ''el justo medio".