Se abrirán este año de 150 a 237
nuevos centros, anuncia el secretario de Cultura del DF
De 542 Libro-Clubes que operan, ninguno será
cerrado: Semo
Los mil 77 espacios entregados por la anterior administración,
''sólo era un número fundacional''
A propósito de los libros de texto, señaló
que el Estado no debe imponer su versión de la historia
ARTURO JIMENEZ
La mayoría de los 542 Libro-Clubes que en la actualidad
funcionan en la ciudad de México ''avanzan muy bien", ninguno será
cerrado y, por el contrario, este año se abrirán entre 150
y 237 nuevos centros, señaló el titular de la Secretaría
de Cultura del gobierno capitalino, Enrique Semo.
Sin embargo, el funcionario precisó que la cantidad
de mil 77 Libro-Clubes que se había recibido de la anterior administración
era en realidad un ''número fundacional". Y explicó: ''Se
trataba de una cifra correcta: se fue al lugar y se fundó el centro,
pero no hubo seguimiento de si continuó en funcionamiento o no".
Respecto de los cerca de 30 trabajadores que ya no laboran
para ese programa, dijo, ''quiero dejar claro que nadie fue despedido del
equipo que teníamos para Libro- Clubes, pues todos los contratos
eran por obra, para una tarea determinada, como lo son la mayoría
que da esta secretaría: se termina la tarea y se termina el contrato.
Desgraciadamente no podemos contratar al mismo número de promotores
que teníamos el año pasado, porque nuestro presupuesto se
ha visto considerablemente reducido".
No a una ''historia oficial"
Acerca
de la revivida polémica y posible salida de circulación de
uno de los libros de historia para tercero de secundaria, en el cual se
culpa al Ejército de la matanza de estudiantes en 1968, Semo, también
historiador, propuso que deberían crearse ''comisiones autónomas
y plurales" que supervisen la calidad de los textos y así evitar
la tentación del Estado de crear una ''historia oficial".
El funcionario abundó: ''Debemos ser muy recelosos
de un concepto de historia oficial. Y nos debemos oponer porque una institución
política no puede fijar las verdades y las mentiras en la historia.
La idea de que un político vaya a decidir cuál es la historia
verdadera y cuál es la falsa, me da escalofríos. Con la versión
oficial la historia se transforma en un mito y excluye la creatividad del
futuro ciudadano".
Semo se declaró en favor de crear ''por lo menos"
32 comisiones autónomas del Estado, una para cada entidad federativa
del país. ''Que ahí sean sometidos los libros que se quiere
introducir a la secundaria, con criterios exclusivamente de calidad y de
presentación, en el sentido de la accesibilidad para los alumnos.
''Y que se aprueben todos los que reúnan estas
características, aun cuando tengan versiones diferentes de la historia
de México."
Al estudiante, continuó, se le debe acostumbrar
a consultar diferentes versiones. ''No es tarea del Estado decirle cuál
versión sí y cuál no. La tarea sería de la
comisión mencionada y estaría basada en la calidad, lo académico
y la investigación". Esas comisiones, agregó, serían
plurales, con la participación de historiadores, padres de familia,
los maestros que enseñan la materia y ''uno o dos" representantes
del Estado.
Señaló que también debería
haber en las escuelas varios libros de historia a la mano, para que así
respondan a la orientación tanto de los maestros como de los padres
de familia.
''Aunque los muchachos tengan un solo texto también
se les debe pedir consultar otro, para ver qué dice sobre el mismo
suceso. Eso puede y debe ser materia de una discusión en clase,
pues hay que comprender que los maestros y los padres de familia pueden
tener diferentes visiones de la historia de México. Y hay que tomar
en cuenta a cada uno de ellos."
Clubes inexistentes
Enrique Semo informó que en agosto, septiembre
y octubre de 2002 se realizó una investigación para conocer
la situación real de los Libro-Clubes y el resultado fue que los
que en realidad funcionaban eran 542, mientras el resto ''no existía
en la realidad".
De esos 542, dijo, 222 lo hacían ''muy bien", con
diversas actividades culturales, otra cantidad similar operaba ''más
o menos", casi sólo mediante lecturas en voz alta, y el resto sólo
realizaba préstamos de libros a los vecinos.
''Ahora tenemos un conocimiento mucho más detallado
y comenzaremos a diseñar actividades adecuadas para levantar todos
los Libro-Clubes que tenemos", aseguró, e indicó que hace
unos días se entregaron 60 colecciones con 22 ejemplares cada una
a los centros que realizan una mayor actividad cultural.
Instalados en casas particulares, centros comunitarios,
casas de la cultura, deportivos, reclusorios u hospitales, los Libro- Clubes
fueron creados para la promoción de la lectura y se les dotó
un ''paquete básico" de 570 títulos elegido por especialistas.
Según la Secretaría de Cultura, cada mes
se realizan 18 mil sesiones de lectura en los 542 centros en funciones
y 60 por ciento de los asistentes son niños.