Gustavo Leal F.*
Desventuras del tecnócrata ahorrador
Santiago Levy, por empeño de Fox actual director "financiero" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), empezó el año con la pata chueca. Después de colisionar con 13 aseguradoras especializadas en rentas vitalicias, enfrentarse a los operadores de la red institucional de teatros, dar de baja a mil 119 enfermos de sida "por no cubrir sus cotizaciones", el 3 de enero la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas retiró la licencia de seguridad radiológica a la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI porque el "responsable demostró que no estaba haciendo su trabajo".
Simultáneamente, un documento de la Comisión de Valores y Cambios de Estados Unidos difundió que la firma de productos radiológicos y servicios farmacéuticos Syncor de México gastó más de 2 millones de dólares para "retener contratos y obtener nuevos negocios en el país". El más jugoso: por 979 mil 824 pesos, lo obtuvo del gobierno y fue para "surtir hospitales del IMSS en Guanajuato".
En una acción sin precedentes, médicos y enfermeras de 17 entidades donde opera el programa IMSS-Coplamar-Solidaridad-Oportunidades tomaron pacíficamente el 7 de enero las instalaciones centrales del instituto en el Paseo de la Reforma con un pliego irrefutable: condiciones mínimas de trabajo para 564 unidades médicas rurales y 10 hospitales de segundo nivel. Mientras tanto, Levy celebraba alegremente en Los Pinos el Día de la Enfermera. Ahí declaró: "mucho de lo que hemos sembrado ya empieza a rendir frutos".
Y en efecto, pocos días después propietarios de guarderías subrogadas, padres de familia y derechohabientes se manifestaron en diversas ciudades del país para denunciar otra imposición de Levy: un "cambio de esquema" que, para variar, no fue consultado con los interesados. Esta "innovadora" iniciativa cancela de un plumazo la autodeclarada vocación del IMSS para promover las políticas de género que tanto solazan a Marta Sahagún. Los propietarios señalaron que, contra lo que asegura Fox, "las chiquillas y los chiquillos" no parecen representar una prioridad para el "gobierno del cambio", porque el "democrático esquema" de Levy concibe a los menores como "muebles de primera, segunda o tercera categorías".
Además, toda la "aportación" sanitaria del Levy-foxista se reduce a los vergonzosos Programas Integrados de Salud (niño, adolescente, mujer, hombre, adulto mayor) promovidos por el subdirector de Prestaciones Médicas, Onofre Muñoz, y su costosa campaña bautizada como Prevenimss. Siguiendo el tecnocrático Programa Nacional de Salud de Julio Frenk y el Informe sobre la salud en el mundo 2002 (Reduciendo riesgos, promoviendo una vida saludable) de la Organización Mundial de la Salud de la doctora Brundtland, esos Programas Integrados aspiran a responsabilizar al ciudadano del "autocuidado" de su salud y culparlo del abandono de los tratamientos que el instituto le ha prescrito, aunque la rudimentaria componente de "salud" de Progresa-Oportunidades, ese primer "hijo" del Levy-zedillista, ya se "atiende" en el régimen obligatorio: a diciembre de 2001 se habían instalado 45 módulos operativos en 45 delegaciones del instituto para cubrir con el paquete básico de servicios de salud a 11 mil 623 familias.
Y aunque Fox, en su reciente visita a Davos se reunió con las farmacéuticas Novartis y Glaxo Smith Kline, al conmemorar 60 años del IMSS asumió, sin empacho, que se "mejorará el abasto de medicinas" para que šal final de 2003! esté cubierto "90 por ciento" de las claves básicas. ƑCómo estarán las otras? Agreguemos que el 26 de abril de 2002 fijó a Frenk (secretario de Salud), Levy, González Roaro (director del ISSSTE) y Hacienda un plazo de "tres meses" para que "solucionen de manera definitiva el problema".
En este cuadro desastroso, la Comisión Nacional de Derechos Humanos comunica que las quejas relacionadas con "fallas en las instituciones de salud se han convertido en el motivo de inconformidades número uno".
Frente a la oferta de la Alianza por el Cambio y aquello que efectivamente se le demandó a Fox en la campaña: resolver el desabasto, acortar el diferimiento quirúrgico y poner en operación las unidades terminadas, es claro que Ramón Muñoz y su extravagante Coordinación de Innovación Gubernamental han fracasado estruendosamente. Después de 27 meses de cacarear un "cambio" invisible, el IMSS no dispone de una sola política clínica alternativa para mejorar efectivamente la situación de los médicos y de los pacientes a su cargo.
Vicente Fox, Ramón Muñoz, Santiago Levy y Onofre Muñoz traicionan el mandato que recibió el PAN el 2 de julio de 2000 y son, además, los responsables directos del insensible redimensionamiento de la "empresa" IMSS a los tiempos de la "globalización", mientras cunde generalizadamente la inconformidad y la desmoralización laboral. La elección intermedia de 2003 les brindará, sin duda, los amargos "frutos" de su "siembra".
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco