CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Un blanquiazul que se pone morado
DEL LADO AZUL de la política en el DF las cosas se han puesto moradas, y no precisamente porque en Acción Nacional se tenga tendencia a la policromía, más bien es por el tamaño de las broncas que allí dentro, como vicio privado, se discuten y se pretenden arreglar, sin que nadie lo sepa.
ASI SUCEDIO HACE algunos días, cuando tres diputados locales, Patricia Garduño, Salvador Abascal y Rolando Solís, fueron citados en la comisión de orden para discutir un asunto que no debería salir a la prensa.
TODO INDICA QUE el problema se salió de madre, cuando un grupo de funcionarios militantes, ofendido, puso una protesta en la presidencia del organismo en la capital porque se les estaba restando un 10 por ciento de su salario para crear una asociación de apoyo político con miras al 2006.
CUENTAN LOS PANISTAS -con voz baja, por temor a ser reprimidos por José Luis Luege- que en la misma reunión hubo gritos y manotazos sobre la mesa, y que el asunto tuvo que llevarse a consecuencias no muy gratas para los involucrados. Los nombres que allí se manejaron fueron los de Jorge Galván y Antonio Aviña, quienes, según se dice, crearon un grupo de financiamiento para ir engordando el "cochinito" que, dentro de un par de años, cuando mucho, se pueda utilizar en favor del candidato panista a la Presidencia de la República, que para estos militantes no es otro que Santiago Creel.
EL PROYECTO ERA crear desde ahora el puente de financiamiento que arropara en el anonimato las bondades monetarias de muchos señores de la industria y el comercio que, simpatizando con Acción Nacional, prefieren no figurar en escenarios políticos y menos aún en escándalos de apoyo económico.
LA COSA ES QUE por el momento ya había a quienes se les empezaba a restar dinero de sus salarios y eso, a estas alturas del partido, como que calentó a los afectados y el engrudo se les hizo bolas. Cierta o no la especie, el asunto es que Galván y Aviña, quienes estuvieron a punto de ser expulsados, después de la tormentosa discusión lograron salvar el pescuezo y sólo quedaron suspendidos en sus derechos y sin la posibilidad de obtener la nominación de su partido para algún cargo de representación popular.
LA HISTORIA AUN no se cierra, porque resulta que también estaría involucrado, según las fuentes, el secretario general del partido en el DF, Adrián Fernández, quien fungiera como secretario particular del actual presidente nacional panista, Luis Felipe Bravo Mena, hasta antes de su relección. Hay quien dice que aún se investiga a este personaje, que cuando menos, dicen estaba enterado del enjuague, y hay quienes aseguran que José Luis Luege intervino en el asunto para evitar que el asunto llegara a mayores y manchara honras que nada tienen que ver con el desaguisado.
SEA COMO SEA, el problema tiene al PAN con un dolor de cabeza severo y sin muchas explicaciones que ofrecer, porque a fin cuentas de los "Amigos de Fox" a los "amigos de Creel", la diferencia, aseguran, sólo está en los tiempos.
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