Apariencia y transfiguración es
su primera muestra individual en la galería López Quiroga
Deplora Macotela la falta de espacios para nuevos creadores
Inadmisible, que en ''la ciudad de México los
artistas sientan angustia por dar salida a su creatividad'', considera
Exhibe 48 obras, entre pintura, escultura, collage y gráfica
MERRY MAC MASTERS
La ciudad de México y sus múltiples escenarios
son los ámbitos preferidos del artista visual Gabriel Macotela (1954),
quien lo mismo imparte un taller de escultura en el Faro, toma Paseo
de la Reforma con un grupo de compañeros o abre Ximena y la Fábrica,
espacio de difusión, en la colonia Condesa.
Ahora Macotela llega a Polanco y presenta su primera exposición
individual -ya ha participado en colectivas- en la galería López
Quiroga, de Aristóteles 169. Gabriel Macotela. Apariencia y transfiguración
incluye 48 piezas, entre pintura, escultura, collage, gráfica
y una maqueta que inauguró el sábado primero. El catálogo
incluye textos de Francisco Serrano, Adolfo Echeverría y un poema
de Alberto Blanco.
Gusto por la improvisación
Nacido
en Guadalajara, pero criado en el Distrito Federal, para mayores señas,
en la imprenta tipográfica de su padre, el frustrado trompetista
de jazz, alumno de La Esmeralda y de la ENAP, con una larga lista de exhibiciones
en su haber, Macotela habla de su trabajo de 2001 y 2002, tiempo en el
que volvió al óleo, técnica que le ha dado ''algo
que nunca había sentido en la pintura". Durante muchos años
trabajó texturas, en arenas, pero ''se cansó". También
le ''encantó" regresar a la escultura y le gustaría hacer
más, sobre todo en metal.
Enamorado de las grandes urbes, con su caos, diversidad
arquitectónica, desorden vial, pero también su riqueza humana
reflejada en una ''infinidad de modos de vida", Macotela se refiere a sus
cuadros y obra en papel, en los que mezcla ''la geometría de la
ciudad, sus construcciones, con la naturaleza", pues hay figuras que se
remiten a formas vegetales.
''Rozando apenas los límites de la figuración,
compone un conjunto que no es excesivo llamar deslumbrante de rostros,
máscaras, bustos, frondas, tallos, selvas, mares, entrevistos por
medio de ventanas que se abren hacia adentro, hacia un ámbito larvario
donde pululan los rasgos de una fuerza que destella en su potente originalidad",
escribe Francisco Serrano de la obra más reciente de Macotela.
-Cuando te pones a pintar, ¿qué te preocupa?
¿Cómo empiezas?
-Me gusta mucho improvisar. Tal vez eso tenga que ver
con el jazz. Creo en esa forma de pintar. Por medio de la improvisación
quito y pongo elementos. Pienso en los ritmos y en los espacios vacíos,
muy saturados también. He tenido más tiempo para trabajar
esta exposición. Ha sido un trabajo largo para mí. Me he
tardado un poco más en hacerlo.
-¿La tela en blanco te impone?
-Para nada, a mí me encanta. Muchos hablan de una
angustia, pero nunca he sentido eso. Me encanta ver la tela en blanco,
mancharla de inmediato. Me encanta violar el blanco. Me preocupo cuando
ya está avanzado el cuadro (porque) la pintura es muy compleja.
Hasta ahora nunca había guardado cuadros para luego verlos y volverlos
a trabajar.
Trabajo interdisciplinario
Apariencia y transfiguración también
incluye la maqueta La mina, que lleva música de Vicente Rojo
Cama, con quien Macotela trabaja desde hace 20 años. La mina,
explica, es una metáfora en torno de la manera como ''nos obsesionamos
en acabar con la Tierra, como el hecho mismo de extraer el petróleo".
El artista, quien estuvo en el grupo Suma, gusta trabajar
de manera interdisciplinaria; también piensa elaborar una maqueta
monumental con el arquitecto y escultor Fernando González Gortázar:
''Tenemos la idea de hacer una ciudad grande. No está pensada para
ningún lugar específico, aunque me gustaría que estuviera
en la calle. Tal vez nos lleve un año o dos hacerla".
Preocupado por la situación social, económica
y política de México, a raíz de la experiencia con
sus alumnos del taller de escultura del Faro, Fábrica de Artes y
Oficios, Macotela hace hincapié en la ''angustia" ante la falta
de espacios para mostrar las expresiones de los nuevos artistas. ''Es impresionante
que en una ciudad de este tamaño no haya espacios suficientes. Creo
que eso es lo que pasa, la angustia un poco de toda esa creatividad que
no tiene salida".
Organizador de la ''toma de Reforma", en donde
cerca de 150 artistas pegaron obra en un tramo de esa avenida, Macotela
expresa: ''Creo que hay un mal entendido. Se le ha dado otra lectura que
no debe ser para mí y para los que lo organizamos. Se trataba de
algo lúdico, sin pensar en una selección de obra. Hay trabajos
de personas que empiezan a pintar. Nos preocupaba el hecho del acto y provocar
una llamada de atención precisamente en cuanto a la falta de espacios.
Sé que se podía haber hecho una selección de artistas
muy depurada, pero no era el caso. El motivo era el acto; entonces, hay
que verlo así, no como una cuestión crítica".