Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 28 de enero de 2003
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Deportes
ENTREVISTA / RICARDO LAVOLPE, TECNICO DE LA SELECCION NACIONAL

''Que me juzguen por mi trabajo en la selección''

EL FUTBOL NO ES SOLO UN DEPORTE, SINO UNA PASION Y UNA PROFESION

Creo que el futbol sí puede ser un desahogo, ir un sabado o un domingo a un partido a sacarse todos los problemas que te origina un empleo. vas dos horas a soltarte, a tomar una cerveza y gritar

MARLENE SANTOS A. Y CARLOS HERNANDEZ/ I

Ricardo LaVolpe está muy consciente de su gesto hostil, de sus palabras duras, de su trato seco. Pero más allá de su forma de ser, pide que se le juzgue por su trabajo en la selección, no por su personalidad que -bien lo sabe-, no es del agrado de muchos.

"Si opinan que soy algo difícil, que soy esto, que soy lo otro, ¿por qué no puedo yo opinar que algunos son malos periodistas? Yo digo que en el periodismo, como en cualquier profesión, hay buenos contadores, buenos médicos, malos médicos, malos contadores. Así lo dije de frente: hay buenos periodistas y malos periodistas. Considero un mal periodista a aquel que viene a un chisme. Entonces, en 23 años que llevo en México puedo también opinar como opinan ellos de mí", dice el técnico de la selección mexicana.

"Nunca me vienen a preguntar qué es una línea de tres, cómo se hace la línea de cuatro, por qué jugué con una línea de cinco o por qué el 10 jugó por la izquierda. Que (el periodista) vaya a la cancha, que sepa un poquito más", señala y solicita "que me juzguen por mi trabajo, por cómo soy y que no se lleven tanto por la imagen que vos tenés".

En entrevista con La Jornada, LaVolpe muestra una imagen distinta al carácter temperamental y amargo que se tiene de él.

Y habla, se explaya, de los temas que se le preguntan.

Del futbol, al que ve no sólo como un deporte, sino como pasión y profesión, de su "miedo" a que el balompié mexicano se parezca al argentino en la violencia en las tribunas.

De su gusto por la metafísica, la sicología y los libros de motivación, para ayudar a los jugadores, cuya "autoestima es baja".

El deporte más popular

Ricardo Antonio LaVolpe Quarchione se crió en Banfield, al sur de Buenos Aires, siempre alrededor de un balón. Inició como profesional precisamente en el club Banfield y después pasó a San Lorenzo de Almagro. Como tercer portero, integró el plantel que jugó el Mundial de Argentina 78 y que consiguió el título mundial.

En México jugó con Atlante, con el que consiguió el único título que hasta ahora suma como técnico.

Hijo de un militar, LaVolpe heredó las palabras fuertes, el trato sin diplomacia. Padre de dos hijas, una de ellas ya lo hizo abuelo. Y adora a su nieto, según sus allegados.

De él se ha dicho que es un obsesionado por ver y platicar de futbol. Sin embargo, LaVolpe aclara que no es así y, por el contrario, destacó que se da tiempo para su vida privada.

Define al balompié como "una pasión", expresa que es "el deporte con más aficionados, el más popular" y no duda en afirmar que el Mundial es el evento deportivo más importante, incluso por encima de los Juegos Olímpicos.

-¿El futbol crea vicio?

-Yo creo que el futbol es una profesión, pero también yo tengo una vida, empieza a decir y de inmediato interrumpe para decirle al fotógrafo: "¿Ya me vas a dejar fumar?", ya que no desea que se le tomen fotos con el cigarro en la mano, en algo que sin embargo es una imagen usual en LaVolpe.

Habla entonces de su compatriota Marcelo Bielsa, a quien califica como uno de los técnicos que más trabaja. "Pasa 18 o 20 horas viendo videos, equipos, jugadores de Europa, de acá, de allá, buscando conocimientos", expresa.

Recuerda que, cuando era técnico de equipos, "tenía que ver, por lo menos, dos partidos del rival que me voy a enfrentar", además de revisar el video de su propia escuadra para comentarlo con sus jugadores y auxiliares.

"¿Qué te quiero decir con esto? Que aunque tenga todo ese trabajo, te da tiempo de ir al cine, de ir a cenar, más que ir a comer. Por ejemplo, ahorita ya no llego (a la comida), pero a mí me encanta ir a cenar con mi familia, que es la que me aguanta, que, capaz que me ve cuatro horas, cinco horas, no como Bielsa, porque él es un caso extraordinario, el límite, pero considero que soy un entrenador que estoy dándole de seis a ocho horas al futbol", señala.

-Usted ha hablado del futbol como pasión y profesión, ¿pero qué opina de las cuestiones sociales y políticas que lo rodean? Algunos dicen que es el opio del pueblo, que es un escape para los problemas de un país.

-El futbol es un juego que gusta. Es algo que considero que cualquiera que empezó a ver futbol, si no se dedicó a jugarlo, es apasionado del futbol. De 10 pibes, siete van al futbol, uno al beisbol, otro al futbol americano y uno al básquet. Por eso este deporte lleva multitudes, no hay otro espectáculo como éste, responde de inicio.

Luego, acepta: "Creo que sí es un desahogo ir un sábado o un domingo a un partido a sacarse todos los problemas o todo lo que te origina un empleo. Vas dos horas a soltarte, a tomar tu cerveza o tu café y a gritar y, lógicamente, esa pasión hace que hasta insulte y se suelte. Sí, vas dos horas a desahogar".

-Quizá por eso en Argentina en este momento se está canalizando el futbol de otra forma, como un reflejo de la situación económica, se le indica.

-No te equivoques con eso. Más allá que es un desahogo y vas a ver un espectáculo, viene este problema y creo que le tengo que echar la culpa a los dirigentes, porque vinieron 10 vivos y porque llevaban la bandera dijeron que eran los fanáticos del equipo y se les empezaron a dar los boletos gratis y después te pedían los viajes. Y así se fue generando: que si 10 ya tenían un provecho sobre los dirigentes, pues vinieron 20, después son 100 y ya las barras bravas son de 500, de mil y, ¡cuidado con eso!

"La otra vez fui a ver el partido Morelia-Pumas, lo que pasó ahí no me gustaría que siguiera pasando. Hoy es el momento de poner un alto, más adelante va a ser difícil como es hoy en Argentina."

-¿Quién tendría que hacer algo, quién es el culpable?

-El dirigente. Vamos a poner en claro una cosa: acá todavía son empresas. En Argentina vos sabés que los clubes son una asociación civil, porque es sin lucro. Entonces son socios que son votados.

El arte de la guerra

En cuanto a sus lecturas predilectas, LaVolpe señala: "Leía mucha metafísica, pues el jugador algunas veces no cree en él mucho, no tiene esa autoconfianza.

"Lo ves de afuera y le decís: 'mira, vos sos un gran jugador, tenés de derecha, tenés de izquierda, tenés dribling, tenés fuerza; pero en el partido ves que él no desarrolla nada de eso. Entonces su autoestima es baja, no cree en él mismo, no confía, y empecé a leer metafísica por eso."

Dice que a varios de sus jugadores ha regalado algunos libros, sobre todo uno que era "el que más leía, Cuatro por uno, de Og Mandino. Busco libros que me dejen algo de lo que son logros, objetivos".

Otra lectura que destaca es El arte de la guerra, "un libro que te deja muchas cosas", y de su aplicación al futbol.

LaVolpe enfatiza, entonces, en su idea del juego que pretende: "Hay que tener respeto por el aficionado que paga un boleto y va a ver el futbol, no va a ver patadas ni que la pelota va para arriba. El equipo tiene que jugar, hay que tener control de balón, manejo de partido, movilidad. Sí, yo tenía que ir a ver al Rey Pelé, yo le pedí a mi papá, a mi tío, y mi abuelo que me llevaran al futbol, cuando estuvo en Argentina. Y yo iba porque veía jugar al futbol, veía calidad".

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