No existe un método adecuado para resolver casos de deudas externas insostenibles
Integración económica, la mejor opción para abatir la pobreza, insiste el FMI
Recomienda invertir en globalización para compartir oportunidades y reducir riesgos
NOTIMEX
Washington, 23 de enero. En coincidencia con el arranque del Foro Social Mundial 2003 que se celebra en Porto Alegre como contrapeso de las políticas neoliberales promovidas por organismos multilaterales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró que la integración económica constituye la mejor opción para reducir la pobreza mundial, pero reconoció que es necesario buscar fórmulas que modifiquen el sistema financiero.
Horst Koehler, director gerente del FMI, hizo esas observaciones durante la Conferencia sobre mecanismos de restructuración de deuda soberana, que se celebró el miércoles en la sede del organismo multilateral.
En el encuentro, en que participaron funcionarios de diversos países, incluyendo el subsecretario de Hacienda de México, Agustín Carstens, Koehler destacó: ''Necesitamos invertir en globalización para asegurar que sus oportunidades sean ampliamente compartidas y sus riesgos contenidos''.
Consideró que ''si bien no debe ser nuestra función tratar de eliminar riesgos, podemos y debemos desempeñar un papel para crear el marco institucional de regulación en el que se tomen en cuenta dichos riesgos''.
Admitió que ''el marco que representa la arquitectura del sistema financiero internacional carece actualmente de un método transparente y ordenado para resolver casos de deudas (externas) insostenibles''. Y aseguró que ''está en el interés de todas las partes, sector privado y público, deudores y acreedores, trabajar para lograr alternativas que gocen de amplia aceptación''. En la mayoría de los casos los países soberanos son capaces de pagar el servicio de su deuda (externa), pero existen algunas instancias en las que la deuda se ha convertido en una carga insostenible, mencionó.
Consideró que hace 20 años, cuando la deuda soberana consistía sobre todo en préstamos de bancos, resultaba transparente, aunque nunca agradable, restructurar el pago de dicha deuda. Pero ''hoy el mercado se caracteriza por una enorme diversidad de instrumentos de deuda y una multitud de acreedores, y debido a esta circunstancia la restructuración de deudas soberanas se ha convertido en un procedimiento mucho más complejo, y existe ahora un problema de acción colectiva.
''Mientras acreedores en agrupaciones pueden beneficiarse al aceptar restructurar, otros acreedores individuales pueden tener incentivos para declinar participar en un acuerdo y, en lugar de ello, buscar agresivamente litigios en un intento por recuperar el pago bajo los términos originales'' de lo pactado, afirmó.
Koehler recomendó que para llenar ese vacío en el marco regulador del sistema financiero y corregir el problema de acción colectiva señalado, el ''sector oficial'' debe intervenir.