Es un caso de eliminación sistemática, afirma académica
Genocidio, los asesinatos de mujeres en Juárez: encuentro en el IIJ-UNAM
KARINA AVILES
Los pocos resultados ofrecidos por las autoridades en torno de los más de 300 asesinatos y más de 250 desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez sugieren que el poder económico relacionado con el crimen organizado "es el verdadero ocultador de este genocidio que ha continuado en el estado de Chihuahua", expresó René Jiménez Ornelas, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
En un debate sobre las muertas de Ciudad Juárez, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), académicos de diversos centros de educación del país destacaron la ineptitud de las autoridades para dar solución a esta problemática, que calificaron de "guerra de alta intensidad", "exterminio" y "genocidio" en contra de un grupo de mujeres trabajadoras, jóvenes y de origen humilde.
Durante su participación, Jiménez Ornelas manifestó que en estos hechos las autoridades se han mantenido al margen y hay un marco de "comodidad política" al respecto.
"Su investigación puede llevar un costo y debe haber alguien que no quiere pagar ese costo, pues el crimen organizado, cohabitante con el poder económico, se confunden y benefician mutuamente. De ahí que la acción política sea la arena de la contienda pactada.
"ƑPor qué se han semidescubierto algunos crímenes, prefabricado culpables, al menos así parece, y al final poco sabemos? ƑNo será que el poder económico relacionado y estructurado con el poder del crimen organizado que se extiende a lo largo y ancho del país, y que ha determinado históricamente al poder político en Ciudad Juárez, es el verdadero ocultador de un crimen que desafortunadamente aún continúa?"
Antes precisó algunas cifras derivadas de una encuesta sobre violencia de 2001, y apuntó que mientras en Ciudad Juárez se cometieron en aquel año 66 homicidios por cada 100 mil habitantes, a escala estatal la cifra llegó a 25, y a escala nacional a 12 casos por cada 100 mil habitantes.
Por otra parte, expresó que la mayor parte de los crímenes se han presentado bajo un modelo con características similares. Las mujeres asesinadas son morenas, delgadas, de cabello largo, negro, y son trabajadoras de la industria maquiladora. Entre ellas también había estudiantes, secretarias, mecanógrafas, de origen humilde.
En su turno, la historiadora Patricia Galeana destacó que este caso representa el mayor número de asesinatos de trabajadoras de que se tenga noticia no sólo en México sino en el mundo. "Se trata de un caso de genocidio o de exterminio, ya que su significado es el de una eliminación sistemática de un grupo social".
También expresó que las autoridades no pueden pregonar la paz cuando no son capaces de defender los derechos humanos de la población, y ni siquiera de garantizar su integridad física.
Por otro lado, recalcó que el gobierno federal no tiene justificación para argumentar que no puede intervenir en este caso al tratarse de una competencia estatal, y añadió que en el municipio de Ciudad Juárez ha sido un común denominador la ruptura del estado de derecho.
Por su lado, el médico Mario Zumaya, especialista en siquiatría, señaló que estos crímenes son de odio y se dirigen contra un sector específico de la población, por lo que éste representa y significa. Además, los asesinos se han burlado de las leyes de la sociedad, que tibia o livianamente las enarbola.
Hay muchas preguntas y pocas respuestas. En esta "guerra de alta intensidad es claro que se sigue culpando a las mujeres de ser asesinadas, y aunque no hay asesinos condenados, sí hay autoridades condenables".