En algunas zonas, el tráfico de personas es el gran negocio: primer visitador general
Los migrantes, preocupación de la CNDH
Mejor atención a quejas y elaboración de un catálogo de derechos, entre las acciones en curso
VICTOR BALLINAS
En algunas zonas del país -las fronteras norte, sur y puertos como Veracruz y Tampico- es más negocio el tráfico de personas que el de drogas o armas, asegura el primer visitador general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Víctor Manuel Martínez Bullé-Goyri. Abunda: "Tapachula es señalada como uno de los lugares en el mundo, ya no sólo en México, en donde hay tráfico de menores para la prostitución y la pornografía infantil".
En entrevista, asevera que los problemas sobre el fenómeno migratorio son de "estructura e infraestructura" en el Instituto Nacional de Migración (INM) y en los gobiernos municipales y estatales. Este, insiste, "es un problema a todos los niveles".
Corrupción, impunidad, complicidades de funcionarios del INM con policías municipales, estatales y federales, son una realidad que enfrentan los migrantes centroamericanos, e incluso los mexicanos del sur que van a la frontera norte del país con el objetivo de cruzar hacia Estados Unidos, señala.
Las estaciones migratorias son inadecuadas, hay hacinamiento, los migrantes duermen en el piso, incluso los niños, precisa Martínez Bullé-Goyri, y añade que a los migrantes detenidos se les llega a retener por semanas, y hasta meses, en espacios reducidos, sin las condiciones de estancia adecuadas.
Hay que ir a las causas del problema, que es una de las preocupaciones de la CNDH, pues lo que se busca es que en México se dé trato digno y respetuoso a los migrantes. Hoy es vergonzosa la forma en que se les trata, resalta el funcionario, y apunta que por ello, a más tardar en marzo próximo se inaugurarán cinco nuevas oficinas para atender denuncias y quejas.
Martínez Bullé-Goyri relata: "Hace unos días, en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas, el delegado de Migración nos decía que a los niños no los mezclan con los adultos; 'están aquí pastando'. Ya desde ahí se da uno cuenta de cómo se les trata.
"El delegado me decía que a los menores se les separa de sus padres, y a veces se les pone a ver la televisión. Y si hay muchos se llama al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia para que se los lleven."
Durante esa visita, añade Martínez Bullé-Goyri, "vi que debajo de un escritorio sa-lían unas piernitas. Era un niño que dormía en el piso. Me explicaron que para separarlo de los adultos se lo llevaron a dormir a la oficina". Ese no es el trato que se les debe dar a los niños, dice.
Tras recibir la explicación, narra, "manifesté a las autoridades que esa no es la forma de atender el problema de los niños migrantes. Si se les separa de sus padres y se les lleva a un jardín o a un cuarto se pueden cometer abusos contra ellos y no tendrán manera de denunciarlos".
Es cierto, reconoce, las instalaciones del INM para retener a los migrantes son inadecuadas, presentan hacinamiento, no hay servicios médicos, duermen en el piso, y se les retiene por semanas o meses.
"Hace unos días estuve en Tabasco, y ahí fui enterado de que hubo un motín en la estación de Tapachula, porque los retenidos estaban hacinados en un pequeño cuarto. Esta situación se agravaba porque pedían de comer y no se les atendía, y lo que demandaban era su deportación, pues denunciaron que se les retiene por semanas", detalló el funcionario.
A principios de este año, señaló, empezó a operar la oficina de la CNDH en Villahermosa, y en los próximos días será inaugurada formalmente. "Afortunadamente -explica-, los funcionarios del INM en Tapachula han hecho caso a las quejas y denuncias que les hemos presentado. Por ejemplo, cada semana la policía municipal realizaba operativos en las vías del tren para detener a los migrantes, y ahí extorsionaba a los detenidos. Les hicimos saber que ese era un delito, abrimos una queja, y como resultado esa policía por sí misma ya no realiza los operativos, en todo caso apoya al INM cuando se le requiere. Personal de la CNDH ha estado presente en los aseguramientos de hondureños que llegan en barcos, y lo que hacemos ahí es constatar que se respeten sus derechos humanos. Lo que queremos lograr con la apertura de las nuevas oficinas es una presencia permanente en varios estados y en la estación migratoria ubicada en el DF".
En la CNDH "estamos pensando en elaborar algo así como un catálogo de los derechos de los migrantes, para que los funcionarios del INM y de las corporaciones policiacas -municipales, estatales y federales- conozcan los derechos de esas personas, y también los afectados estén informados de cuáles son sus derechos para que exijan se les respeten, o si no lo denuncien".