Evo Morales rechaza la acusación y advierte que "radicalizará" los bloqueos
Denuncia el presidente boliviano una "conspiración financiada desde afuera"
Emboscada a contingente militar en el Chapare; muere un soldado y 3 quedan heridos
AFP, DPA Y PL
La Paz, 21 de enero. El presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada denunció hoy una conspiración con "financiamiento extranjero" para los campesinos cocaleros, que hace dos semanas iniciaron el bloqueo de la principal ruta del país, mientras mañana vence el plazo otorgado por el líder cocalero Evo Morales al mandatario para que atienda las demandas sociales o "dimita".
El conflicto se agudizó anoche, cuando un soldado murió y otros tres resultaron heridos en una emboscada contra un contingente militar en la región de Siete Curvas, cabecera del Chapare, según informaron fuentes militares.
Gonzalo Sánchez de Lozada sostuvo en una reunión con el cuerpo diplomático que los cocaleros tienen "financiamiento de muchos de los países que representan, de los gobiernos que representan y probablemente lo manejan con más eficiencia que la que manejamos nosotros las generosas contribuciones que recibimos".
Según analistas locales, el mandatario aludía a un supuesto apoyo de organizaciones no gubernamentales presentes en la zona del Chapare. La semana pasada cinco ciudadanos suecos fueron expulsados, acusados de sumarse a la preparación de la protesta campesina y de entregar 2 mil dólares al líder cocalero Evo Morales.
Sánchez de Lozada, quien asumió la presidencia hace cinco meses, no dio más precisiones a su denuncia.
El embajador estadunidense, David Greenlee, que el viernes en la presentación de sus cartas credenciales reafirmó la decisión de Washington de promover la erradicación de cosechas ilegales en el Chapare, se dijo preocupado por la denuncia.
Desde esa región, Morales rechazó la acusación y dijo: "Si yo soy conspirador por pedir su renuncia, también Sánchez de Lozada lo es porque pidió la renuncia del "fallecido ex presidente (Hugo) Bánzer" en 2001, y la del izquierdista Hernán Siles Suazo en 1984.
"Si hay algo que caracteriza a nuestras bases es que jamás han vivido ni de partidos ni de ONG. Es verdad que tenemos relaciones internacionales muy buenas, no sólo por la defensa de la coca, de los derechos humanos, fundamentalmente porque somos parte de un gran movimiento internacional contra el neoliberalismo", afirmó el dirigente cocalero.
Insistió en que si Sánchez de Lozada no atiende a las demandas sociales, el corte de la principal carretera boliviana será desde esta noche "radicalizado", y acusó al gobernante de encabezar uno de los gobiernos más dictatoriales en la historia del país.
Este día, tropas militares y policiales ocupaban la ruta Cochabamba-Santa Cruz, que conecta el este con el centro del país, aunque el tráfico de vehículos se mantenía irregular.
Entre septiembre y diciembre pasado, Sánchez de Lozada y Morales exploraron en cinco reuniones puntos de coincidencia para pactar una erradicación de plantaciones de coca consensuada y un plan de desarrollo alternativo.
Pero el mandatario tuvo un giro imprevisto tras entrevistarse en noviembre con el presidente estadunidense George W. Bush.
La coca producida en el Chapare es considerada ilegal por la drástica legislación antidroga, que sin embargo reconoce como legal la producción de 12 mil hectáreas en los Tungas, cercanías de La Paz, destinadas al consumo tradicional de esa planta por los indígenas y población en general.
En tanto, se informó que los jubilados y el gobierno firmaron un acuerdo que dejó sin efecto un nuevo sistema de cálculo de pensiones, que desde hacía cuatro días había provocado protestas de miles de ancianos.
El acuerdo se alcanza tras la muerte de siete ancianos que fueron obligados a subir a un autobús que se estrelló de frente contra otro vehículo el miércoles pasado, tras la represión policial de la marcha de protesta de unos 12 mil jubilados en el poblado andino de Calamarca.
Este día, un anciano resultó herido durante una manifestación pacífica en el centro de La Paz que fue brutalmente reprimida por la policía que, según la católica radio Fides, disparó "a quemarropa" balines de goma contra un centenar de jubilados.
El maestro jubilado Guido Plata recibió un impacto en el rostro. Además, los policías golpearon a un fotógrafo.
En Buenos Aires, un grupo de manifestantes de la comunidad boliviana marchó hasta el consulado de su país para exigir la "inmediata libertad" de los detenidos por las protestas en La Paz y para solidarizarse con los "legítimos reclamos" de los cocaleros.