Arnoldo Kraus
La salud de México
La palabra epidemia es un término médico. Lo explico para que lectores, salubristas, Vicente Fox y yo nos entendamos -o bueno, perdón por la pretensión, intentemos entendernos. Mientras el Diccionario de la lengua española define epidemia como "Enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un país, acometiendo simultáneamente a gran número de personas", los médicos sabemos que las epidemias suelen ser "altamente" mortales, más comunes en comunidades pobres y que se diseminan rápidamente. En lenguaje médico las epidemias son enfermedades que afectan a muchas personas al mismo tiempo. En lenguaje real las epidemias son espejo del funcionamiento de un país, y en el lenguaje de la globalización y de la miseria las epidemias son las tumbas -rápidas como en Chiapas o lentas como el sida en Africa- de los pobres. Hay otra epidemia muy prevalente en México y en el discurso del poder que denominaré "la epidemia de no reconocer", sumamente agresiva y, por ahora, incurable. A ésta me referiré en el último párrafo.
"Los padres de los niños muertos en Comitán denuncian abandono oficial", reza un encabezado de La Jornada. Exhumaciones de cadáveres y autopsias son la respuesta de la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del estado. "Las deplorables condiciones sanitarias en Chiapas presagian más muertes", afirma otra noticia. Salazar Mendiguchía, gobernador de Chiapas, subraya que sí informó a la Secretaría de Salud (Ssa) de la crisis que se avecinaba. "Pablo Salazar estaba en Brasil mientras nuestros hijos morían en el hospital", acusan los padres. Desde los primeros días de diciembre de 2002 se puso en alerta al gobierno de Fox, aseguran las autoridades chiapanecas. "Cientos de cartas a Fox y a Levy anunciaban el desastre; ni ellos ni Frenk dieron respuesta", clama otra nota.
Las autoridades -Ƒqué demonios quiere decir este término?- estatales decidieron remover del cargo a Raúl Belmonte y a María Elena Alvarez, director y subdirectora del hospital, en tanto concluyen las investigaciones. "La muerte de bebés en hospitales de Chiapas y Querétaro es apenas la punta del iceberg de un problema de grandes dimensiones que ocurre en la mayoría de los nosocomios del país", afirma Samuel Ponce de León, especialista en enfermedades infecciosas. Legisladores de la Comisión de Salud del Congreso de la Unión anunciaron que han iniciado los trámites ante el gobierno de Chiapas y la Ssa para trasladar a la ciudad de México a los seis recién nacidos cuyo estado de salud es grave y aún se encuentran en Comitán. "Con el gobernador nunca hemos estado en contacto, ni siquiera ha visitado Comitán", señala un padre, mientras otro agrega: "Ni siquiera un funcionario de quinta ha acudido".
Después de que se informó en diciembre pasado que 26 recién nacidos murieron en el Hospital Regional de Comitán, la respuesta inicial de los directivos fue que "las muertes de los menores se encontraban dentro de las cifras de decesos normales que se registran en la zona, ocasionados por partos prematuros, cardiopatías congénitas y asfixia perinatal". "Negligencia médica", denunciaron algunos padres. Cierre temporal de la unidad de cuidados intensivos pediátricos, dictaminó el gobernador. "Infecciones del torrente sanguíneo fueron la causa de la muerte"; "bajo ninguna circunstancia es normal ni aceptable que ocurran tantos decesos en algún nosocomio" (30 en Chiapas y 25 en Querétaro), remató Ponce de León, quien agregó que "por supuesto, se trata de una epidemia".
Por su parte, la Ssa y la Organización Panamericana de la Salud en un enroque imposible, de acuerdo con mis magros conocimientos, aseveraron que durante el periodo en que ocurrieron los decesos el número de recién nacidos que requirieron atención se incrementó a más del doble. Pregunto: Ƒson los recién nacidos culpables de sus propias muertes?
Hasta aquí el México mágico, el México avestruz, el México donde ya no muere la gente por diarrea, como argumentan funcionarios de la Ssa, el México dicotómico. El México donde quienes entierran a los que mueren prematuramente adoptan la realidad como visión, en contraposición con quienes deforman la realidad como profesión. Huelga decir que este párrafo, el de los dimes y diretes, es una inagotable epidemia surrealista por lo vasto e inentendible de los argumentos.
La "epidemia de no reconocer" es una grave enfermedad muy penetrante y común en México, quizá determinada genéticamente en los políticos y en las esferas del poder, y cuya historia es tan antigua como la nación. Sus principales síntomas son ocultar o modificar la realidad, inventar o disfrazar la verdad, sustituir o esconder los descalabros, autopsiar los fracasos para luego retiquetarlos y no aceptar errores como dogma imperecedero. ƑHubiese sido posible evitar tantas muertes, a pesar de la pobreza del hospital y de los habitantes? Sí, por supuesto que sí. ƑDesaparecerá la "epidemia de no reconocer"? No.