Tres coreografías forman el ciclo que se realizará en el Centro Cultural del Bosque
Lunes de teatro-danza rompe con las barreras entre ambas ramas artísticas
Se presentan obras de Pilar Medina, Rossana Filomarino y Marcela Aguilar
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Las fronteras entre danza y teatro no existen. Pilar Medina, Rossana Filomarino y Marcela Aguilar rompen las barreras entre esas dos ramas del arte para presentar tres coreografías en el ciclo Lunes de teatro- danza en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.
Para Pilar Medina hablar de la separación entre el teatro y la danza ''es superficial", ya que su carrera comenzó con la danza española, en la que existen personajes, textos e historias. ''Si hablo de la vida o de la muerte no voy a hacer diferencias: si mi danza necesita movimiento, lo hago; si necesita luz, la tomo; si necesito música la pido".
La coreógrafa mexicana iniciará el ciclo el próximo lunes a las 20:30 horas con el restreno de su obra Con tinta de hojas. Dividida en cinco partes -Voces, Ecos, Murmullos, Alientos y Silencios- esta coreografía ''es la búsqueda de la luz frente a la sensación de la ausencia como todos la hemos vivido: de lo que no está, de lo que se muere, de lo que se va. La ausencia es suficientemente aterradora y fuerte como para buscar la luz. Literalmente busco la luz en el escenario", explica.
Rossana Filomarino, italiana radicada en México desde hace más de tres décadas, participa con Réquiem por un amigo, en la que recurre a la música que Zbigniew Preisner compuso tras la muerte de su amigo Krysztof Kieslowski. También habla de la ausencia definitiva en la que ''ante la muerte del otro, parte de nosotros muere también. Sin embargo -expresa- en la obra, mediante la sublimación del dolor se llega a decir finalmente que la vida, sigue a pesar de que una parte de mí haya muerto".
En cuanto a la separación teatro-danza, la coreógrafa señala que desde hace 20 años busca su unión ''de muchas formas, pero sólo he podido condensar esa búsqueda en un punto: el manejo de las emociones. El movimiento es tan transparente y significativo como la palabra".
Marcela Aguilar emplea en Entre mi cintura y mi vestido, poemas de Jaime Sabines, Eunice Odio, Lao-tsu y San Juan de la Cruz, en los que el hilo conductor ''es la soledad, no como algo doloroso, sino como algo inevitable: enfrentamos el mundo solos, habitamos nuestro cuerpo en soledad y sólo mediante la sensualidad, en su sentido más amplio, encontramos la posibilidad de comunicación".
Mayor contacto con el espectador
Lunes de teatro-danza, proyecto conjunto de las coordinaciones nacionales de Danza y Teatro, permitirá presentar estas tres coreografías en un espacio pequeño -lo que hará posible un mayor contacto con el espectador-, y en ciclos largos, pues ''generalmente las temporadas de danza son tan efímeras que no hay tiempo de que se corra la voz, de que se sepa, y queremos ver si podemos contactar con el público".
Con tinta de hojas se presentará a partir del próximo lunes, a las 20:30 horas, y concluirá el 28 en el espacio ubicado en Reforma y Campo Marte. Réquiem por mi amigo inicia temporada el 12 de mayo y terminará el 18 de agosto, mientras Entre mi cintura y mi vestido cierra el ciclo con presentaciones desde el 8 de septiembre hasta el 15 de diciembre.