Bush, "marioneta" de la industria armamentista
y petrolera: Saramago
Fiel
a las ideas políticas que acostumbra comentar, el escritor portugués
José Saramago negó ayer en Madrid el poder del presidente
de Estados Unidos, George W. Bush, calificó de "esperanza" al nuevo
jefe del Ejecutivo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva y abogó
por esclarecer los acontecimientos en Venezuela.
Saramago dijo dudar de que Bush sea el hombre más
poderoso del mundo, como fue calificado por un periodista en el acto en
el que el Nobel de Literatura 1998 presentó su reciente novela El
hombre duplicado.
Bush "es la marioneta" de la industria armamentista y
petrolera, cuyos responsables sí son "los más poderosos",
manifestó el escritor, miembro del Partido Comunista Portugués.
El escritor invitó a los periodistas a llevar a
cabo un debate sobre la democracia. "En el sistema en el que vivimos, los
que mandan no son democráticos", aseguró, y acusó
a los gobiernos de ser "los comisarios políticos del poder económico
y financiero mundial". Por eso, en esta situación, el nuevo presidente
de Brasil se erige como "una esperanza del mundo".
Lula tiene por delante una "tarea sobrehumana", porque
se va a enfrentar con las mismas instituciones que "condenaron a la miseria"
a América Latina: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial,
dijo. "Oremos para que le salga bien", pidió el portugués,
pero que "el pueblo brasileño no pida milagros, porque él
no puede hacerlos", manifestó.
Respecto de la crisis de Venezuela, que vive la jornada
número 45 de huelga general contra su presidente, Hugo Chávez,
Saramago tampoco se mordió la lengua.
Chávez "habrá hecho disparates", señaló,
pero habría que estudiar la relación entre el golpe de Estado
de abril y "lo que pasa ahora". Creer que no existe "un nexo evidente"
es una "tomadura de pelo", aseguró. DPA