Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 15 de enero de 2003
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Política

EL CAMPO ANTE EL TLCAN

La envía a EU en tiempo de sequía, expresan

Viola el gobierno el tratado de aguas, dicen agricultores de Tamaulipas

Las 14 mil 500 familias de agricultores del bajo río Bravo, de Tamaulipas, afectadas durante dos años por la escasez de agua, señalaron que el gobierno federal volvió a violar el Tratado Internacional de Aguas de 1944, para ceder líquido a Estados Unidos, a pesar de que hay sequía en la región y el acuerdo establece que en caso de que se presente esta situación México no está obligado a enviar el líquido a ese país.

El pasado 9 de enero la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que los gobiernos de México y de Estados Unidos llegaron al acuerdo de que los mexicanos continuarán ''cumpliendo las obligaciones mínimas previstas por el tratado sobre distribución de aguas de 1944''. Agregó que durante los siguientes tres años el promedio de las aportaciones mexicanas debe coincidir con lo previsto en el documento y con las ''expectativas de Estados Unidos''.

En tanto, Horacio Almazán Galache, titular de la Junta Central de Agua y Saneamiento en Chihuahua, consideró poco probable que el acuerdo para la entrega este año de determinadas cuotas del líquido de México a Estados Unidos incluya líquido de las presas chihuahuenses, debido a la situación de sequía persistente.

Consideró más factible el uso del agua contenida en las presas Falcón y La Amistad, que están en Tamaulipas y en Coahuila, respectivamente, donde de la cantidad almacenada en esos dos embalses un porcentaje es de México y el otro va para Estados Unidos.

En Tamaulipas, al distrito de riego 25 la Comisión Nacional del Agua le suspendió por dos años consecutivos la entrega de líquido a que tiene derecho debido a la escasez y a que el gobierno mexicano tenía que enviarlo a Estados Unidos, lo cual contraviene lo estipulado en el tratado y además no se consultó al Senado de la República, indicó el representante legal de los agricultores de sorgo, René Enríquez Valenzuela.

El tratado regula la distribución de agua de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo. El déficit de entrega de agua a Estados Unidos se estima en alrededor de mil 741 millones de metros cúbicos, aunque será a fines de octubre cuando se haga la contabilidad final del líquido que se adeuda, informó la CNA.

En ese documento se establece que cada año se tienen que enviar al país vecino 431.7 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo, y al término del ciclo -que dura cinco años- se hace la evaluación final para que en el siguiente periodo se cubra el déficit. Del ciclo 26, que concluyó en septiembre pasado, México adeuda mil 741 millones de metros cúbicos.

Frente a esta situación, Enríquez Valenzuela sostuvo que ''no existe motivo ni fundamento, en términos del tratado, para ceder un tercio de los escurrimientos del río Bravo cuando existe sequía''. Agregó que ''el gobierno no puede garantizar un volumen determinado, debido a que puede o no haber agua y, para el caso de que no exista, entonces no se tiene que pagar, pues así lo establece el acuerdo. Contrario a esto, México está garantizando un volumen con el que no cuenta, por lo que el Poder Ejecutivo viola nuevamente el Tratado de Aguas de 1944''.

Aseguró que no es legal dejar sin agua a los agricultores para enviarla al extranjero, y que continúan violándose las garantías de las 14 mil 500 familias que tienen derecho a mil 65 millones de metros cúbicos al año.

Dijo al respecto que por ahora no sería adecuado utilizar para esos fines el agua de las presas de la entidad, aunque aclaró que desconoce la política de la Comisión Nacional del Agua respecto a las otras presas de los estados fronterizos.

''De Chihuahua es muy poco probable que vaya a ser enviada agua a Estados Unidos, pues los únicos envíos que se pueden dar son los de los excedentes'', indicó. Finalmente, el funcionario consideró que ante la sequía recurrente y el abatimiento en los niveles de almacenamiento en las presas, no resulta recomendable mandar agua al otro lado de la frontera.

ANGELICA ENCISO Y MIROSLAVA BREACH, CORRESPONSAL.

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