Sharon rechaza llamado palestino a detener ataques contra civiles
Escalada de violencia en Medio Oriente deja once muertos
Los ataques israelíes, para desviar la atención de los casos de corrupción, dice la ANP
DPA, AFP Y REUTERS
Jerusalen, 12 de enero. Al menos once personas -nueve palestinos y dos israelíes- perdieron hoy la vida en diversas zonas de Israel y los territorios ocupados, mientras el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, rechazó un llamado de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para el cese de los ataques contra civiles israelíes, al calificarlo de estrategia electoral.
Dos palestinos murieron esta noche a manos de las fuerzas de seguridad israelíes poco después de haber perpetrado un ataque en Gadish, pueblo de agricultores del norte de Israel, durante el cual falleció un israelí, informó un responsable de la policía local. El movimiento radical Jihad Islámica reivindicó este ataque.
Además, dos palestinos murieron en un enfrentamiento con el ejército israelí en la frontera entre Israel y Egipto, cuando al parecer intentaban infiltrarse en territorio israelí, informaron fuentes militares. Un israelí también falleció en el incidente, según la televisión local.
En la ciudad de Yan Yunes, al sur de la franja de Gaza, un helicóptero de asalto israelí disparó ayer tres misiles contra un automóvil en el que supuestamente viajaban dos presuntos activistas palestinos, que pudieron huir. Sin embargo, dos jóvenes palestinos que circulaban en bicicleta por el lugar fallecieron por este ataque israelí, según fuentes de seguridad palestinas.
Además, dos palestinos más perdieron la vida acribillados en dos incursiones del ejército israelí en la franja de Gaza, mientras que un tercero falleció en la ciudad cisjordana de Hebrón, cuando un vigilante israelí que custodiaba un camión cisterna le disparó.
Estas muertes elevan a 2 mil 852 el número de fallecidos desde el comienzo de la Intifada en septiembre de 2000, de los cuales las tres cuartas partes son palestinos.
Por otra parte, tres misiles palestinos del tipo Qassam cayeron sobre la ciudad de Sderot, en el sur de Israel, en un ataque reivindicado por las Brigadas Ezzedin al-Qassam, brazo armado del movimiento radical palestino Hamas, que afirmó que con esto busca vengar a las víctimas de las incursiones israelíes.
Esta nueva escalada de violencia tiene lugar después de que la ANP, presidida por Yasser Arafat, instara a los palestinos a ser prudentes y a no dejarse llevar por las "provocaciones" israelíes, particularmente ante la proximidad de las elecciones legislativas del 28 de enero, en las que Sharon aspira a un nuevo mandato.
Pero el primer ministro rechazó el llamado de la ANP, al calificarlo de ardid para mejorar las posibilidades de los rivales de su partido Likud en los comicios. Los líderes de la ANP han expresado abiertamente su preferencia por el líder del Partido Laborista, Amram Mitzna en las elecciones, y Sharon dijo hoy que Arafat intenta interferir en la campaña.
El jefe de gobierno israelí acusó a Arafat de "regular la intensidad del terrorismo", mientras que el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, amenazó a los palestinos con "operaciones de envergadura".
"A sus ojos (de Arafat), los asesinatos de israelíes son legítimos, pero pretende detenerlos ante la proximidad de las elecciones y luego reanudarlos", declaró Sharon durante la reunión de gabinete.
Del lado palestino, el negociador Saeb Erekat afirmó que "estas operaciones militares son un intento del gobierno israelí de desviar la atención de las acusaciones de corrupción".
En el ámbito diplomático, el embajador de Gran Bretaña en Israel, Sherard Cowper-Coles, envió hoy a Sharon una carta del primer ministro británico Tony Blair en la que le reitera que reconsidere su postura y permita a responsables palestinos viajar a Londres para participar en una conferencia sobre el fin de la violencia en la región. Sin embargo, Sharon no cambió de posición, dijeron fuentes de la embajada británica en Tel Aviv.