Mi personaje llegará hasta donde la empresa
para la que trabajo quiera, dice Xavier López
Sigo en la tv no porque les caiga bien sino porque
soy buen negocio: Chabelo
Lamenta que la moda sea decir mentadas de madre y malas
palabras en la pantalla chica
Considera que actualmente no hay gente dedicada a trabajar
con calidad para los niños
GABRIEL LEON ZARAGOZA
Xavier López, quien el pasado 6 de enero recibió
en la Cineteca Nacional un homenaje por parte de la revista Somos,
que este mes dedicó su edición por completo al ''amigo de
todos los niños'', cumplirá este año cinco décadas
de trayectoria artística y 49 de personificar al eterno niño
de la televisión, Chabelo, un infante de pantalones cortos y voz
aguda que, por 33 años, ha estado al frente de un programa semanal
de concursos que se ha convertido en toda una tradición familiar
de las clases populares mexicanas y uno de los mejores negocios para Televisa.
En familia con Chabelo es el único programa
de la televisión mexicana que le exige a cada uno de sus patrocinadores
la compra mínima de tres minutos para poder estar dentro de las
emisiones dominicales, o de lo contrario no entra, detalla su protagonista,
quien abunda que el éxito de En familia... es tal que este
fin de año (2002) hubo anunciantes que pagaron hasta tres tiempos
(nueve minutos) por salir al aire.
"Tengo la impresión de que estoy en la televisión
no porque les caiga muy bien sino porque soy buen negocio", declaró
en entrevista previa a su homenaje.
-¿Te lo han dicho de esa manera?
-No me han dicho nada, pero quiero suponer que es por
eso. Porque así como que dijera, ¡cuánto me quieren!,
pues no. La televisión donde trabajo es una empresa de negocios,
no es una institución de beneficio. Estamos los que sean negocio,
los que no, no están.
''Crecer nos complica la existencia''
El
personaje de Chabelo, un niño de entre 8 y 13 años, nació
en el programa Carrusel Musical que dirigía Ramiro Gamboa
(después conocido como Tío Gamboín). Xavier López
extrajo el nombre de un libro de chistes de los años 50.
Sobre su creación, el cómico relata que
ha sido una de las consecuencias más agradables de su profesión:
"ha sido el haberme dado cuenta de que el personaje le gustaba a los niños
y la necesidad de poder preservarlo me ha hecho, como a cualquier actor,
tener que sobrellevarlo y me ha llevado a aprender del comportamiento de
los niños, que son la parte de la humanidad más bella que
existe.
"En ese aprendizaje he aprovechado el no perder el punto
de vista del ser humano, que normalmente comete el error de que cuando
crece cree ser más inteligente porque es más grande y a veces
sucede todo lo contrario. El crecer nos lleva a complicarnos la existencia,
en cambio los niños la resuelven de la manera más sencilla".
-En cinco décadas de existir en México,
la televisión está cambiando, las empresas tienen otras formas,
¿hasta cuándo va Chabelo, hasta dónde?
-Ellos me van a decir cuando ya nos les parezca lo que
estoy haciendo. Pero como yo estoy preocupado siempre para poder interpretar
el personaje pues tengo que estarlos observando, tener información
de primera mano, siempre.
"Creo que eso me va a llevar siempre a no quedarme, a
entender y a poder analizar. Saber hasta cuándo, qué es lo
que debo de seguir haciendo y cómo lo debo hacer, por ese lado no
me preocupa mucho. Pienso que todo tiene un principio y también
tiene un final.
''No es fácil pensar en ese final cuando se ha
pasado medio siglo haciendo un personaje, pero tendrá que llegar
algún día y espero tener la fortaleza para digerirlo.
"No es fácil mantener un personaje durante tantos
años. Se dice muy fácil cumplir 49 pero ha implicado muchas
formas de sacrificio. Pero las he soportado siempre con el gusto de poder
preservar, cuidar y seguir haciendo lo que a mí me gusta."
-Con la calidad moral que tiene para hablar de la televisión
para niños, ¿cómo ha ido evolucionando?, ¿hacia
dónde va y en qué ha caído?
-Creo que todas las formas de diversión tienen
ciclos y no todos duran exactamente lo mismo. Nunca imaginé, hace
15 o 20 años, oir mentadas de madre en el cine o en televisión,
sin embargo las escucho. No me espanto de nada, pero es un ciclo que pido,
con todas las ganas del mundo, que se acabe pronto. No por ser mojigato,
sino porque no creo que todos los seres humanos estén de acuerdo
que en un medio masivo se digan malas palabras. Habrá a quien le
parezca muy chistoso, pero a mi me parece que no.
"Es la moda. No es crítica, yo no soy capaz de
criticar a nadie ni de juzgar a nadie. Yo no soy Dios, que es el único
que puede hacer juicios".
-¿Hacía dónde va la televisión
en general?
-Pienso que en un futuro la televisión puede llegar
a ser un medio que el público busque y necesite únicamente
para ver deportes, pero si llega a aumentar el nivel cultural de mi país
creo que la gente buscará otra forma de diversión que no
sea únicamente la televisión.
Biografía inconclusa
Chabelo nació en México y "es un producto
nato" de la televisión, de ahí salió a trabajar en
radio, teatro y cine al lado de grandes figuras de la comicidad como Germán
Valdés Tin Tan o El panzón Panseco. Xavier López inició
en la televisión como ejecutivo "B", "ve a traer esto o aquello",
y su desempeño le dio la posibilidad de saber lo que es una industria
televisiva. "Ahí sí no hay quien me cuente, nadie", expone.
-Ha habido intentos de diversos artistas por atraer al
público infantil. ¿Alguien podría llegar a ocupar
tu lugar?
-Creo que no. La persona o actor que tratara de ser o
hacer otro Chabelo creo que cometería un error. Debería buscarle
por otro lado porque va a ser muy difícil que alguien pudiera ocupar
mi lugar, no porque no sea posible, sino porque Chabelo es uno. Pueden
venir 14 más que se dediquen a trabajar, que ojalá surgieran,
pero no hay gente para trabajar para los niños.
"Hay muy pocas personas que se dedican a hacer cosas para
ellos y muchas de ellas no tienen la calidad que deberían tener.
Nunca he tenido el pensamiento de que pueda el día de mañana
surgir alguien que me vaya a desplazar. Me voy a desplazar yo".
Nacido en León, Guanajuato, en 1935 y primogénito
de dos hermanas más, Xavier López reconoce tener tantas cosas
por decir que ha intentando, infructusamente, en tres ocasiones escribir
su biografía de manera novelesca. "Espero en Dios que antes de que
me vaya pueda haber terminado ese libro. No lo quiero hacer para venderlo
sino para regalarlo, al que me quiera leer. Y que cada quien me recuerde
como le parezca justo que debe recordame. En él no pretendo dictar
normas"
Para quien hoy cuenta con 67 años de edad y un
día se inició como vendedor de productos caseros, que intentó
representar a México en lucha grecorromana en los Juegos Olímpicos
de Helsinki y truncó su carrera de Medicina por la actuación,
mirar de nueva cuenta las películas de sus aventuras juveniles le
traen gratos recuerdos. "Creo que todo lo que he hecho en mi vida debe
de estar muy por encima de todo. Deben llevar el ingrediente más
importante que se llama: que yo me divierta".