Liverpool, Manchester y Londres algunas de las
ciudades que llenaron de blues
Concluyen Mayall y Green gira por el Reino Unido; realizaron
39 conciertos
JUAN TRUJILLO LIMONES ESPECIAL
Londres. John Mayall y Peter Green, músicos
de blues de Inglaterra concluyeron, el pasado diciembre, en el Carling
Apollo Hammersmith de Londres su gira por el Reino Unido después
de realizar 39 conciertos, donde el blues, rhythm and blues y su mezcla
con rock fueron los principales invitados.
Mayall
y Green unieron sus fuerzas en el año 2001. El rencuentro fue en
el trabajo de Mayall titulado Along for the ride deleite de viejos
exponentes del blues. No obstante, desde el 27 de octubre pasado han llenado
de blues ciudades como Bristol, Liverpool, Edimburgo, Manchester, Cambridge,
Norwich y Londres. El contenido del los conciertos estuvo dividido en dos
partes: una hora y media de música para Peter Green y su Splinter
Group y el mismo de tiempo para John Mayall y the Bluesbrakers. En total
unas tres horas del mejor blues y rhythm and blues británico con
algunos palomazos entre Mayall y Green al final, algo que para muchos ortodoxos
y conocedores del género fue de poca satisfacción.
El concierto que cerraba la gira por el Reino Unido se
vio envuelto de un clima londinense, donde sólo conocedores de antaño
y uno que otro inmigrante fueron los que se dieron cita al concierto blusero
que albergó a cerca de 3 mil almas.
Peter Green, quien tuviese influencia de B.B. King, se
hizo presente con algunas piezas nuevas y la mezcla blues-rock fue la constante
para que el grupo Splinter le siguiera los pasos al veterano del género.
Una guitarra Fender que para muchos no lució como en sus mejores
épocas, pero que lo más importante fue el hecho de haber
estado ahí. No obstante, sólo hasta que llegaron algunos
ritmos boogie y la famosa Black magic woman se enfatizó la
calidad del boleto pagado. Sin embargo, la voz de Green tampoco era para
hacerla lucir, se escuchaba cansada y parecía que el trabajo musical
tendría que corresponder a Nigel Watson (guitarra y voz), Roger
Cotton (teclados y voz), Peter Stroud (bajo y voz) y Larry Tolfree (bateria
y voz). Una hora de buen blues de presencia, pero sin grandes destellos
de virtuosismo y sentimiento.
El plato fuerte
Momentos después Mayall, el plato fuerte de la
noche, se respaldó con un buen blues de cadencia única. La
voz aguda y característica del veterano, cubierto en casi su totalidad
de canas, se escuchaba precisa en la tonalidad y siendo siempre la guía
musical para sus composiciones. Se hicieron presentes algunos temas nuevos
y del último trabajo Stories, así como algunas otras
reliquias que datan de una historia ya de 40 años, pero sin hacer
mucho énfasis en su mejor época, donde la joya de luz propia
Jazz Blues, fusión de 1972, respalda su calidad. Así,
mientras la guitarra del texano Buddy Whittington relucía por el
recinto con potencia, precisión y virtuosismo, los teclados de Tom
Canning marcaban la pauta para la base musical que inyectaba el bajista
Hank Van Sickle y el baterista Joe Yuele, John Mayall, un músico
dinámico y modesto, cambiaba a su gusto de instrumento: de armónica
a piano, pasando por guitarra y órgano haciendo gala de su experiencia
y el haber podido compartir notas con figuras estadunidenses como Albert
King, Buddy Guy, Etta James y Junior Wells.
El virtuosismo y destellos de gran calidad musical nunca
llegaron a completarse, ni siquiera en el encuentro Green-Mayall al término
de la presentación. Un concierto básico y de calidad sólo
en la presencia y tradición musical del blues. Una tradición
a la que pocos interesa hoy día, pero que Mayall se encargó
de recordar en el 2002. A sus 69 años dio muestra de sus poco más
de 40 años de experiencia en el blues; enseñanza y evolución
musical que pasó de ser una satisfacción propia por tocar
a una tradición legendaria para todo aquel que se interese en el
sentimiento y la música del blues...