Deberá decidir si quiere seguir apoyando
sólo a amigos de los cónsules: agrupaciones
Mexicanos en el exterior dan a Fox ultimátum
para trabajar con ellos
Buscan conformar la Organización de Mexicanos
en el Exterior; desconocen al IME del gobierno federal
DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES
Nueva York, 10 de enero. Tras afirmar que los mexicanos
en el exterior ya no necesitan al gobierno del país para organizarse
y desarrollarse, diversos representantes de agrupaciones de migrantes están
convocando a la primera Convención de Organizaciones de Mexicanos
en el Exterior, para impulsar la unidad y "empezar a escribir nuestra propia
historia".
La cita es del 17 al 19 de enero en Las Vegas, Estados
Unidos. Carlos Villanueva, de la Asociación de Mexicanos en el Exterior,
informó que las adhesiones formales al llamado ya representan 60
por ciento de las organizaciones reconocidas de mexicanos en Estados Unidos,
unas 601 hasta el momento.
La semana pasada se decidió invitar al presidente
Vicente Fox para ofrecerle "una última oportunidad" de trabajar
con los representantes reales de las comunidades mexicanas en este país.
"Fox llegó con muchas expectativas pero pronto
perdió el interés", sostuvo Víctor Viruena, otro organizador
de la convención. Enumerando los fracasos de la política
de Fox -en particular la remoción de Juan Hernández y la
designación de una figura de perfil "muy inferior", Cándido
Morales, al frente del nuevo Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME)-,
los organizadores denuncian el proceso de elección de los consejeros
del IME, acusándolo de "fraude", "burla" y "falta de respeto".
En parte, la convención nace del rechazo de todo
ese proceso, que ha provocado amplia protesta entre diversas comunidades
a lo largo de Estados Unidos.
La
meta de la convención es establecer una nueva entidad nacional,
la Organización de Mexicanos en el Exterior (OME), basada en puntos
de consenso entre lo que es "una comunidad mexicana bastante dividida en
Estados Unidos". Así, comenta Villanueva, el gobierno de Fox deberá
tomar una decisión: "tendrá la oportunidad para trabajar
con las comunidades o con los amigos de los cónsules.
"Lo que queremos es respeto y que se reconozca que el
México de aquí no es el mismo México de allá...
somos 30 millones de mexicanos aquí, y queremos voz, voto y la decisión
sobre nuestras comunidades", afirma Manuel de la Cruz, de la Federación
de Zacatecas y representante del gobierno de esa entidad mexicana en Estados
Unidos.
Insistió en que del gobierno federal y sus cónsules
"queremos su apoyo pero no su intromisión".
No se extenderá invitación a Cándido
Morales, el nuevo encargado del IME, instancia que remplazó a la
oficina de Juan Hernández en la Presidencia, "porque no lo reconocemos",
afirmó Villanueva. Tampoco están invitados la mayoría
de los consejeros electos en el proceso para conformar la llamada comisión.
Bajo los lemas de "unidad, autonomía y desarrollo
de los mexicanos en el exterior", se busca establecer un programa con doble
agenda de trabajo: una hacia Estados Unidos y otra hacia México.
Los impulsores de esta iniciativa indicaron que desean
demandar más que una "amnistía" -por ser un acto único-,
un acuerdo migratorio que ya integre a los inmigrantes como parte reconocida
y esencial del proceso de integración entre ambos países,
y que se establezca la "regularización" de todos los mexicanos que
residen en Estados Unidos como algo permanente y constante. Además
buscarán consensos sobre las demandas de la expedición de
licencias de manejo, programas binacionales de salud, educación
superior y respeto a los derechos humanos de los migrantes.
La agenda hacia México incluye la creación
de un sistema de asistencia y orientación de emergencia para todos
los migrantes, reconocimiento de los derechos políticos de los mexicanos
en el exterior, presupuesto dedicado a los programas de asistencia y protección
de los migrantes, tipo de cambio preferencial para las remesas e impulso
de programas productivos y de desarrollo en México propuestos por
los migrantes, entre otros asuntos.
Descontento con el cobro de la matrícula consular
Villanueva y otros dirigentes criticaron el cobro a los
migrantes en los consulados por la matrícula, lo que ha generado
un ingreso de 53 millones de dólares para el gobierno federal, "y
los migrantes, que se parten la madre para trabajar no ven un solo quinto
de estos fondos".
De esta manera se propone que esos ingresos sean dedicados
a programas de apoyo y asistencia directa a los migrantes. "Que no sea
un tipo detrás de un escritorio quien decida qué queremos
o cómo hacerlo", comentó Manuel de la Cruz, insistiendo en
que las aportaciones de los migrantes sean destinadas a proyectos determinados
por los mismos migrantes y sus estados, con lo cual, asegura, "habrá
computadoras en las escuelas, clínicas en los pueblos. Que Fox trabaje
con nosotros con respeto y no con imposición".
Las elecciones de consejeros para la nueva instancia de
representación de los migrantes en el exterior, más que unir
a la comunidad, "dividió", afirmó Ricardo Anaya, de Casa
México, en San Bernardino, California. "Nosotros nos enteramos el
mismo día que el consulado estaba convocando a la elección
-afirmó-, y nos enteramos de que no sólo fue en Los Angeles;
las mismas quejas se dieron en Chicago, en Nueva York, en varios lugares".
Así es que los organizadores de este evento rechazan la legitimidad
de la nueva instancia oficial que supuestamente los representa.
Por tanto, insisten en que el gobierno ya no es el que
organiza la representación de los migrantes, sino las agrupaciones
de éstos. A pesar de las divisiones, subrayan, existen puntos de
consenso entre todos, y esperan que eso se exprese en la convención
que convocan y en el lanzamiento de la OME.
De hecho, señalan que este esfuerzo es apartidista
y se establece a partir del respeto y la autonomía de cada organización.
Explican que ellos mismos representan diversas tendencias: Carlos Villanueva
se ha manejado más con grupos empresariales mexicanos en este país
y fue director de relaciones con la comunidad latina en California en la
campaña presidencial de George W. Bush. Manuel de la Cruz es parte
del gobierno perredista de Zacatecas, y otros han trabajado en consulados,
como Víctor Viruena. De hecho, se espera la participación
de legisladores, gobernadores y políticos mexicanos de diversos
partidos, entre ellos José Murat, Ricardo Monreal y Cuauhtémoc
Cárdenas.
Denuncian agresiones de cónsules
A la vez, denuncian que han sufrido agresiones y hostilidad
de algunos cónsules, que incluso han instado a organizaciones a
no sumarse a este esfuerzo. Ponen de ejemplo el caso de una empleada del
consulado de San Bernardino, quien fue cesada, según sostiene, porque
el cónsul se molestó con la decisión de su esposo
de apoyar este esfuerzo (ella escribió una carta formal al presidente
Fox sobre el asunto).
Según los organizadores, una vez alcanzado el consenso
en la convención se entregarán a las legislaturas de Estados
Unidos y México las demandas de los mexicanos en el exterior y se
establecerá un consejo para realizar el plan de trabajo establecido
en Las Vegas.
Esta iniciativa muestra un nuevo vacío en torno
al manejo del asunto binacional migratorio, que ahora diversos sectores
buscan ocupar.