Advierte que el repunte de la inflación puede influir en las negociaciones salariales

Aprieta el Banco de México su política monetaria; sube el corto a $550 millones

La institución pretende con la medida que los precios no crezcan más de 3 por ciento

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

El Banco de México determinó dar un giro más de tuerca a la restricción monetaria, en un esfuerzo por contener la presión inflacionaria causante de que fuera superada la meta sobre el crecimiento de los precios en 2002. A partir de ayer, el organismo aumentó de 475 millones a 550 millones de pesos la cantidad en que limitará cada día la liquidez en la economía.

La junta de gobierno del banco central advirtió sobre el "riesgo" de que el repunte de la inflación influya en las próximas negociaciones salariales, que en número importante se realizan en el primer cuatrimestre del año. Y, en ese sentido, consideró "conveniente" que las demandas de los trabajadores se ajusten a la meta oficial sobre el crecimiento de los precios en 2003, fijada por el propio organismo en 3 por ciento.

"Con el objetivo de crear las condiciones monetarias compatibles con la corrección de las expectativas inflacionarias actuales y, a fin de cuentas, con la reanudación de la tendencia del incremento general de los precios hacia la meta, la junta de gobierno del Banco de México ha decidido aumentar el corto a 550 millones de pesos" diarios, señaló el organismo en un comunicado.

El llamado corto es un instrumento de política monetaria empleado por el banco central como una "señal" de que considera que la expectativa de inflación de los analistas y los participantes en los mercados financieros se aparta significativamente de la meta oficial. En la práctica consiste en dejar corta la demanda de liquidez que cada día solicitan los bancos. Aunque la cantidad representa un porcentaje insignificante respecto del monto en circulación de billetes y monedas, propicia un aumento en las tasas de interés, lo que inhíbe el consumo y, por tanto, contribuye a abatir la inflación.

El aumento del corto decretado ayer es el segundo desde el 6 de diciembre pasado, cuando se incrementó de 400 a 475 millones de pesos diarios. En aquella ocasión el banco central expuso que la decisión había sido adoptada por el hecho de que los precios de los bienes y servicios de los energéticos, que son determinados con base en decisiones del gobierno federal y no por razones de mercado, se habían incrementado en 2002 en un porcentaje muy superior (16.84 por ciento) al de la meta de inflación para ese año, que era de 4.5 por ciento. De hecho, la inflación del año anterior fue de 5.7 por ciento, como fue anunciado el jueves pasado.

Ahora, la decisión de elevar el corto a 550 millones de pesos diarios fue sustentada principalmente en la posibilidad de que el repunte de la inflación registrado en 2002 provoque que las negociaciones salariales de este año se realicen sobre la expectativa de que los precios crecerán más que el 3 por ciento previsto por el banco central.

En el comunicado, la junta de gobierno expuso que el repunte de la inflación en 2002 puede atribuirse por completo al incremento que mostró la inflación de los precios "administrados y concertados", que son los fijados por el gobierno federal.

"Si bien en el cuarto trimestre de 2002 los salarios contractuales se ajustaron a la baja, este descenso es todavía insuficiente para reducir la inflación en el rubro de los servicios (donde se contabiliza el impacto inflacionario de los salarios) y estimular una mayor creación de empleos.

"Se estima -añadió el comunicado- que durante 2002 no se crearon los empleos suficientes para reponer los perdidos el año anterior. Asimismo, hay que añadir el requerimiento de más de 1.5 millones de empleos que no se generaron en la economía formal durante ese periodo."