Descarta que desde la Secretaría de Economía busque ser candidato presidencial

Renuncia Canales a la gubernatura de NL

Durante su mandato, varios líderes partidistas pidieron que dejara el cargo "por incapacidad"

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL., 10 de enero. Fernando Canales Clariond presentó hoy, ante la oficialía de partes del Congreso de Nuevo León, su renuncia al cargo de gobernador para aceptar la designación de secretario de Economía en el gobierno federal, por invitación del presidente de la República, Vicente Fox Quesada.

Poco después, en conferencia de prensa realizada en el palacio de gobierno, expresó que uno de los principales retos en su nuevo encargo, una vez que el pleno del Congreso en sesión extraordinaria acepte su renuncia, será avanzar en la erradicación de la pobreza mediante la generación de más oportunidades de trabajo, y que el empleo sea mejor remunerado.

Canales Clariond descartó que vaya a utilizar el cargo en el gabinete federal para buscar la candidatura panista a la Presidencia de la República, en 2006.

Asimismo, consideró absurda la versión del dirigente estatal del PRI, Abel Guerra, de que su salida del gobierno estatal obedece a una solicitud del candidato panista a gobernador, Mauricio Fernández Garza, por supuestas fricciones entre ambos y para evitar que dañe sus posibilidades de triunfo en las elecciones del 6 de julio.

El mandatario dio un mininforme de su gestión, que inició el 4 de octubre de 1997 y deja trunca siete meses antes de su conclusión, en el que destacó los más de 50 meses consecutivos sin huelgas y el haber consolidado avances en educación y salud.

Admitió, sin embargo, que el clamor ciudadano es por seguridad y justicia, que son las principales tareas pendientes para quien lo sustituya en el cargo.

Canales afirmó que mucho le costó emocionalmente presentar la renuncia, pero negó que esté fallando a quienes lo eligieron para un periodo de seis años, pues expresó que seguirá sirviendo a Nuevo León, y ahora también a todo México.

Explicó que optó por presentar su renuncia y no pedir licencia porque la primera es definitiva y la segunda sólo por seis meses, y consideró que era lo más idóneo para la funcionalidad de los gobiernos estatal y federal.

Respecto a la solicitud del Ejecutivo local, el dirigente estatal priísta expresó que los puestos de elección popular son irrenunciables, y la dimisión sólo puede darse por causa grave, pero consideró que los panistas pretenden maniobrar para evitar que en seis meses vuelva a hacerse ruido con la renovación de la licencia.

El líder del blanquiazul en la entidad, Carlos Domínguez Ahedo, y el candidato a gobernador, Mauricio Fernández Garza, consideraron motivo de orgullo la inclusión de Canales Clariond en el gabinete federal, que se suma a los secretarios neoleoneses Reyes Tamez Guerra, de Educación; María Teresa Herra Tello, de la Reforma Agraria, y Ernesto Martens Rebolledo, de Energía, quien sin ser nativo del estado hizo aquí su carrera profesional.

Durante su gobierno, Canales fue seriamente cuestionado por su falta de decisión para afrontar los problemas de la entidad, a tal grado que se hizo "chunga" de sus frases evasivas. "No soy bombero", cuando se señalaba su falta de acción ante incendios que devastaron más de 20 mil hectáreas boscosas de la Sierra Madre; "no soy plantaparches", para justificar su retraso en acudir a presenciar los daños ocasionados por una explosión en una subestación eléctrica, que provocó apagones en varios estados del noreste del país, y "no soy criminólogo", cuando se le preguntaba por el crecimiento de la delincuencia, de modo que en 2002 se estableció el récord de 21 ejecuciones ligadas al narcotráfico, lo que orilló, hace seis meses, a la intervención de la Policía Federal Preventiva.

Ahora, dice el líder estatal de Convergencia por la Democracia, Ernesto Cerda Serna, "ya puede decir que no es gobernador, aunque ciertamente tampoco es economista", por el cargo que va a ocupar.

Otro de los saldos negativos que se le cuestionan fue el uso de recursos públicos (90 millones de pesos) para la construcción de una pista para autos de carreras en el parque Fundidora. La obra pública es explotada comercialmente por empresas privadas nacionales y extranjeras socias de Monterrey Grand Prix, donde el gobierno estatal tiene una participación que no llega a 15 por ciento.

Errores de los últimos tres meses

Los tres últimos meses fueron quizá los más difíciles para Fernando Canales Clariond, pues tanto él como sus principales colaboradores se vieron envueltos en escándalos por errores garrafales en la acción de gobierno, que llevaron a varios dirigentes partidistas de oposición a solicitar su renuncia por "incapacidad".

La racha negativa se inició con la contratación de Roberto Martínez Iglesias como subsecretario de Seguridad Pública, quien fue cesado al día siguiente cuando se descubrió que inventó la mayor parte de su currículum, llegando al colmo de decir que trabajó en la decimoctava Zona Naval, cuando sólo existen nueve. La contratación fue recomendada por una empresa de headhunters, de la que es socio un cuñado del secretario general de Gobierno, José Mario Garza Benavides, responsable directo de la designación.

Posteriormente, Canales tuvo que cesar a Francisco García Torres de la dirección de seguridad del penal de Topo Chico, cuando se supo que a su paso por cárceles de Saltillo y Monclova, Coahuila, tenía antecedentes por adicción a las drogas y por tentativa de abuso sexual contra una reclusa, detalles que habían pasado por alto las autoridades neoleonesas.

La puntilla vino en los primeros días del presente año, cuando se difundió que el director de la empresa Servicios de Agua y Drenaje -de la que por ley el gobernador es presidente del consejo de administración- había realizado cobros excesivos por 43 millones de pesos en perjuicio de 207 mil usuarios durante cuatro años.

Jesús Hinojosa, quien sólo fue castigado con un apercibimiento, se defendió argumentando que en cambio no se cobraron 45 millones a 384 mil usuarios durante el mismo periodo.

Otro golpe que resintió su gobierno, aunque se atribuye a la mayoría panista del Congreso local, fue la revocación del nombramiento de los cinco magistrados del Tribunal Estatal Electoral por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

La mala racha para Canales, que hoy termina con su salida del gobierno estatal, sólo sería comparable con los primeros días de su gestión, cuando se le implicó en el fraude contra el grupo Abaco Confía, en su carácter de miembro del consejo de administración. Pretendió salir airoso de las críticas cuando metió a la cárcel a Jorge Lankenau, su amigo y socio, aunque Raúl Monter Ortega, su otro amigo, pudo darse a la fuga y aún se resiste a ser extraditado a México desde Canadá.