CRISIS EN TLATELOLCO
El presidente Bush ''disfrutó'' trabajar con él, dice el vocero Ari Fleischer
La Casa Blanca ''le desea lo mejor'' a Castañeda y espera ya a su relevo
''Lamenta'' el mandatario la falta de avances en el tema migratorio La prensa estadunidense atribuye la salida del canciller a la ''frustración'' por no lograr progresos en asuntos claves
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 9 de enero. La Casa Blanca declaró hoy que el presidente George W. Bush ''había disfrutado'' trabajar con Jorge G. Castañeda y que se estaba en espera del nombramiento de un nuevo secretario de Relaciones Exteriores en México.
La noticia de la renuncia del canciller recibió amplia difusión en la mayoría de los principales periódicos de este país, y tanto el presidente estadunidense como el Departamento de Estado elogiaron el trabajo del ex secretario.
''El presidente siempre disfrutó de su relación con el secretario de Relaciones Exteriores, Castañeda'', declaró el vocero Ari Fleischer. ''Por lo tanto, el presidente le desea todo lo mejor.'' El portavoz agregó que Bush ''espera al nombramiento de un nuevo titular de Relaciones Exteriores, ya que la relación entre Estados Unidos y México sigue siendo de alta prioridad''. También dijo que Bush ''lamenta'' que no haya habido mayores avances en el tema migratorio, explicando que los atentados del 11 de septiembre y la dinámica política en Washington no permitieron avanzar tan rápido como se deseaba.
Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado, fue más cauteloso al hablar del tema y rehusó especular sobre la renuncia. ''No voy a contestar ninguna pregunta sobre el canciller mexicano.'' Pero hablando con condición de anonimato, otro funcionario del Departamento de Estado indicó que el secretario Colin Powell había apreciado su relación ''cercana y personal'' con Castañeda, y también estaba a la espera de trabajar con el próximo secretario de Estado.
La renuncia del canciller recibió amplio espacio en los principales diarios, y gran parte de esas notas atribuyeron su decisión a la ''frustración'' ante la falta de avances en las relaciones con Estados Unidos, particularmente en el tema migratorio, desde el 11 de septiembre.
Bernard Aronson, ex alto funcionario del Departamento de Estado encargado de relaciones interamericanas y hoy presidente de Acon Investments, caracterizó a Castañeda como ''respetado'' y que ''gozaba de confianza'' aquí. Al final de cuentas, agregó, las relaciones son entre naciones e instituciones y no individuos, pero el sucesor de Castañeda probablemente deberá construir sus propias relaciones con sus contrapartes estadunidenses. Aronson, en entrevista con La Jornada, señaló que espera que la renuncia también subrayará a los funcionarios estadunidenses la decepción de México por la falta de logros en temas tan claves como la inmigración.
Pero otros analistas estaban menos preocupados por las consecuencias de la salida de Castañeda en la relación binacional. ''En verdad no considero que tendrá mucho impacto'', comentó Armand Peschard-Sverdrop, director del Programa para México del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). Agregó que ''sin duda'' había un amplio respeto a la gestión del secretario Castañeda, pero añadió: ''No sé si logró ganarse la confianza de muchos republicanos''.
La nota de The New York Times incluyó comentarios de figuras reconocidas en México. ''Castañeda le dio al país su primera política exterior de alto perfil y ambiciosa'', declaró Rolando Cordera al rotativo. ''Pero después del 11 de septiembre, porque Estados Unidos decidió que el mundo tenía que cambiar, México enfrentó una situación hostil.'' Por otra parte, Carlos Monsiváis fue citado por el Times así: ''El es una anomalía en la política mexicana... Viene de la izquierda. Habla directamente. Y no se preocupa por las consecuencias personales de sus actos''.
Diversas agrupaciones -entre ellas sindicatos nacionales, grupos ambientalistas, organizaciones de derechos humanos, y del ámbito académico- que Castañeda conoció en Estados Unidos antes de que ocupara un puesto oficial expresaron su sorpresa por la renuncia. Comentaron las expectativas que se habían creado de una nueva interlocución bilateral más allá de la relación oficial, donde había un manejo muy diferente de temas sociales, políticos y económicos comparado con representantes de gobiernos anteriores.
De hecho, varias figuras dentro de este círculo consideran que un logro de la gestión de Jorge G. Castañeda fue ser el primer alto funcionario mexicano que logra abrir un amplio diálogo con diversos sectores sociales de este país.
