Hay que querernos tantito
Rocío Sánchez
El pasado septiembre, el colimense Marco Antonio Pérez de 29 años de edad, recibió el Premio Estatal de la Juventud 2001 en la categoría de Sexualidad y Salud Reproductiva por su activismo contra el VIH/sida. Su interés por el tema y por el ejercicio de una sexualidad responsable data de tiempo atrás, cuando estudiaba la carrera de periodismo en la Universidad de Colima. A sus manos llegaron textos sobre sida y diversidad sexual, y el acceso a esa información le hizo reflexionar sobre la gente que no tenía la misma oportunidad, así que decidió convertirse en todo un promotor y difusor de los mensajes preventivos.
"Tengo mucho tiempo trabajando estos temas, tratando de aprender a llevar una sexualidad más responsable. Mis ejercicios universitarios trataban siempre sobre temas referentes a la sexualidad o cosas que tenían que ver con el VIH/sida. Acostumbraba repartir a algunos amigos copias de libros como La experiencia homosexual y algunos otros textos que se publicaban en Letra S. A veces yo parecía el psicoterapeuta de ellos, porque frecuentemente me consultaban sobre todo este rollo de la sexualidad. Así traté de sembrar la inquietud de la gente por conocer más.
"Cuando surgió Amigos Colimenses Contra el Sida (Acolsida), en 2001, me presenté en sus oficinas para ver en qué podía colaborar. Inicié repartiendo condones en la zona de tolerancia de aquí, de Colima, más o menos diez cada día, y ahora ya rebaso los 150 condones entre sexoservidores gays y sexoservidoras.
"Aquí es muy difícil que la gente reconozca que es seropositiva. Si alguien tiene VIH, sus familiares prefieren decir que padece cáncer, porque la estigmatización en el estado es muy fuerte. Lo mismo pasa con la homosexualidad. Tuvimos el caso de una persona a la que se atendió en la misma oficina de la organización, hasta que falleció. Llegó al Hospital Universitario por un cáncer de testículo, pero aquí se le detectó además el VIH. Su pareja, un hombre gay de más de 50 años, lo abandonó. Se iniciaron las gestiones para internarlo en un albergue de Guadalajara, pero mientras se realizaban los trámites lo cuidamos en Acolsida. Lamentablemente falleció al poco tiempo.
"Vivimos todavía en una sociedad muy conservadora, como para que la gente se anime a pedir un condón sin que le dé pena. Debemos educarnos, sensibilizarnos al uso del preservativo, porque mucha gente sale a divertirse, toma alcohol y a veces no le importa cuidarse.
"Nuestro trabajo en Acolsida ya es más visible. Gente de la comunidad lésbico-gay ya me reconoce como difusor de esta lucha. Ojalá podamos entrar en el presupuesto de este año para contar con más recursos, para poder abarcar más, porque a veces nos es imposible acudir a otros municipios. De hecho, el Premio Estatal de la Juventud es un reconocimiento a lo que estamos haciendo, y queremos darle más difusión, seguir trabajando pero no por un premio, sino porque solamente hay una vida y hay que querernos tantito."