SALON PALACIO

Carlos Martínez Rentería

Primer encuentro nacional de performagia

SIN DUDA EL performancero Pancho López se ha convertido en el más activo promotor de este género del arte alternativo. Son ya varios los talleres de performance que ha impartido en los más recónditos lugares del país y sus alumnos aparecen como conejos en espacios insospechados, desde las estaciones del Metro hasta los museos. Pero ahora Pancho está fraguando quizá el acto más ambicioso de su carrera; se trata de la realización del primer Encuentro Nacional de Performagia (término acuñado por Alejandro Jodorowski), que se desarrollará del 3 al 9 de marzo. Ya se está abierta la convocatoria para un concurso de selección, mediante el cual se elegirán 25 proyectos que pretenden reunir lo mejor del trabajo performágico en todo el país (se puede consultar la convocatoria en fuga.com.mx/museodelchopo). Por primera ocasión todas las propuestas seleccionadas contarán con mil pesos para producción y se pagarán mil 500 pesos de honorarios a cada performancero (a quienes lleguen del interior del país se les proporcionará hospedaje y comidas). Habrá tres mesas redondas y dos conferencias magistrales, una de ellas a cargo de la investigadora Josefina Alcázar. Toda esta propuesta evidentemente desplaza al ya de por sí anquilosado Festival Internacional de Performance, que se celebra en Ex Teresa, lugar de incierto futuro.

Urge un nuevo centro de arte alternativo

ESTE TIPO DE esfuerzos aislados, como el realizado por Pancho López, surge ante la incapacidad de los directivos de Ex Teresa para integrar un proyecto interdisciplinario de artes alternativas, por lo que resulta urgente que el CNCA se preocupe por impulsar una instancia que reúna a los más destacados exponentes de las diversas especialidades artísticas y manifestaciones culturales de vanguardia para conformar un gran centro de investigación y producción de cultura alternativa, el cual deberá incluir no sólo a las llamadas formas pías (concepto acuñado por la maestra Maris Bustamante), sino también las publicaciones independientes, las literaturas underground, las nuevas tecnologías y las infinitas posibilidades cibernéticas, pero sobre todo generar investigaciones que puedan convertirse en libros de consulta para las nuevas generaciones.

José Agustín y la contracultura

POR CASUALIDAD NOS encontramos hace unos días al escritor José Antonio Aspe, quien desde hace un rato nos habló de su obra de cuentos Navíos y naufragios, seleccionado por el maestrazo José Agustín como uno de los 10 libros contraculturales más recientes. Definitivamente se trata de una selección narrativa de ágil y, en momentos, luminosa lectura, que recupera infinidad de elementos contraculturales, que reviven la nostalgia de quienes fuimos niños o adolescentes durante los años 60. Pero lo que también nos mostró Aspe fue un aguerrido ensayo, publicado por el autor de La tumba, en un suplemento cultural a mediados de 2002, en el que retoma el tema de la contracultura por primera ocasión desde la aparición de su libro La contracultura en México (Grijalbo, 1997). Cuenta José Agustín que fue invitado por Araceli Friscione, directora de la Pinacoteca de Veracruz, a dar una conferencia sobre contracultura y literatura. Aquí la definición actualizada que hace José Agustín en el mencionado texto: "Contracultura es cultura y manifiesta un rechazo al sistema que tiene impacto en toda la sociedad, pero que no representa una militancia, oposición o movimiento político, sino que se manifiesta mediante actos culturales: maneras de hablar, de vestir, de usar el cuerpo; costumbres o ideas que no representan propiamente dicha una ideología, sino más bien una manera de entender el mundo".

Las primeras actividades del año

LENTAMENTE SE RECUPERA la actividad normal de este nuevo año, poco habrá de interesante en las próximas dos semanas; las primeras invitaciones son para los últimos días del mes o principios del siguiente. Por ejemplo, el 30 de enero en el Museo José Luis Cuevas se inaugura una muestra del maestro Roger Von Günten y el primero de febrero la 32 Feria Metropolitana del Libro, en el World Trade Center. Como ocurre con las principales ferias del libro del país, cada día resulta más difícil participar como editoriales independientes, por ejemplo un módulo de 3 por 1.5 metros cuesta 16 mil 500 pesos. Imposible.