TOROS
Nueve toros, 18 pinchazos, 13 descabellos, tres avisos
y nueva pifia de la autoridad
Patético inicio del año taurino en la
monumental Plaza México
Mejía, al tercio y vuelta Herce, muy valiente
Cortés desaprovechó los mejores
LEONARDO PAEZ
Sólo al presidente vitalicio del Centro de Capacitación
para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje (Cecetla), se le ocurren
tan desalmadas combinaciones o, si se prefiere, dar falsas oportunidades
a toreros que no las tienen o anunciar infames carteles de trámite
para llenar el mínimo de doce corridas a que lo obliga el derecho
de apartado.
Ante
unos 8 mil espectadores hicieron el paseíllo Manolo Mejía
(37 años y 20 de alternativa), Marcial Herce (28 y cinco) y el albaceteño
Antón Cortés (22 y nueve meses de matador), ahijado y recomendado
de Enrique Ponce, que confirmó la alternativa, para lidiar una bien
presentada pero mansa y débil corrida de Barralva, de los hermanos
Alvarez Bilbao, que si bien no permitieron mayores florituras al menos
exhibieron el nivel anímico y técnico de matadores y cuadrillas
ante los problemas que plantean reses con edad y trapío.
Manolo Mejía empezó toreando bien por naturales
a su primero, Perla Negra, para enseguida desdibujarse con la diestra
y realizar un trasteo tan incierto como el astado. Luego de tres pinchazos
dejó una casi entera que bastó. Fue sacado al tercio.
Con su segundo, Chipirón, estrellado en
tablas como sus hermanos, toreó bien por chicuelinas y navarras,
tuvo un deslucido segundo tercio y consiguió muletazos aislados
ante la poca fuerza del toro. Tras cobrar media estocada volvió
al tercio, ahora entre división de opiniones.
Con el de regalo, primero de los tres que saldrían
por toriles, Playero, también de Barralva, que saltó
dos veces al callejón, provocó un tumbo y desató un
herradero, Mejía logró naturales y derechzos aseados a uno
que más que embestir pasaba, y luego de tres pinchazos y media se
arrancó a dar la vuelta en alarde de autocomplacencia.
Cuando el Cecetlo acusa a los diestros mexicanos
jóvenes de no responder a las oportunidades que les brinda, se ha
de referir a sus protegidos, pues a los que no lo son los manda al matadero.
Marcial Herce, luego de antesalas en las empresas, de
peregrinar por plazas modestas de México y España, donde
ha tenido actuaciones más que decorosas, y cosido a cornadas, se
encontró con la oportunidad del peor lote de los de Barralva. Quieto
siempre, a su primero, soso y deslucido, le sacó meritorios muletazos,
y con su segundo, Porrista, que desarrolló mucho sentido, ligó
dramáticos naturales. Lo despachó de una casi entera en lo
alto, pero como se eternizara en el descabello, escuchó dos avisos.
Con el de regalo, Pichoncito, de Rancho Seco, al
intentar el tercer farol en los medios, fue prendido aparatosamente y de
milagro no resultó herido. Cuando desde el callejón y tendidos
le gritaban que lo matara, Marcial, torero de la montera a las zapatillas,
logró vibrantes muletazos por ambos lados, jugándose la cornada
en serio. De pinchazo y entera pasaportó a aquel mal pájaro
y de sobra merecía haber salido al tercio, pero la gente, desacostumbrada
a las emociones fuertes, olvidó premiarlo. ¡Ah!, si toreros
con la afición de Herce tuvieran verdaderas y frecuentes oportunidades...
Por su recomendada parte, Antón Cortés se
topó con el lote más toreable, incluido el de regalo de Xajay,
pero su tendencia al esteticismo efectista, la distancia que pone entre
él y el toro, la brevedad de las tandas y la pobre estructuración
de sus faenas, impidieron que aprovechara cabalmente esos astados.
Utilidades y pérdidas
Domingo 5 de enero de 2003
Espectadores |
8,000 |
Ingreso neto: |
560,000 |
Egresos |
|
Manolo Mejía |
60,000 |
Marcial Herce |
40,000 |
Antón Cortés |
40,000 |
Ganado |
200,000 |
Otros |
1,000,000 |
Subtotal |
1,340,000 |
Utilidades |
---------- |
Pérdidas |
780,000 |
Pérdidas anteriores |
6,266,000 |
Pérdidas acumuladas |
7,046,000 |
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