|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
> |
|
|
Espectáculos
|
RUTA SONORA
Patricia Peñaloza
Lo penúltimo del 2002
SIN AFAN DE abrumarlos, éste es el penúltimo
recuento de los daños y beneficios auditivos de 2002, en cuanto
a discos rocanroleros y sus alrededores electrónicos. El turno toca
a los álbumes más sobrevaluados, los conciertos y las muertes
más sentidas.
Los inflados
LA RUTA SONORA no
citó en su recuento de los mejores discos del año a ciertas
grabaciones que aparecieron en toda lista que presumió tener la
neta al respecto -este apartado incluso se deslindó de poseerla.
Pero no fue por despiste, sino por exclusión deliberada, al ser
considerados como... los inflados del año.
1. A RUSH OF blood to the head
de Coldplay. Parachutes (2000) los convirtió
en una promesa por su calidad, pero ahora, detrás de un optimismo
cursi y una esperanza melosa, a punta de fusiles lennonianos sin rubor,
no hay sino sangrona pretensión. ¿Los nuevos U2?:
no me hagan reír. 2. Songs for the deaf, de Queens
of stone age, donde aunque el líder es Mark Lanegan,
confiaron en que la presencia de Dave Grohl (ex bataco de Nirvana)
lo redimiría todo. Pretenden revivir glorias metaleras, mas su rock
suena viejo y, encima, mal producido. 3. Highly evolved de
The Vines. ¿"Nirvana revisitado"? ¡Nooo! Copiar la
honestidad ya no es ser honesto (increíble tener que aclararlo).
Hacer del desaliño un peinado de salón, imitar la voz de
Kurt Cobain, hacerse el que no lo hace adrede y encima ser tan frívolo,
es una mentada de madre. Estar bien producido no justifica fusilarse partes
enteras de los Stone Temple Pilots. 4. In search of...
de N.E.R.D (No-one Ever Really Dies), mote discográfico de
The Neptunes (Chad Hugo y Pharell Williams). No se
pone en duda su calidad como productores, pues han dado fresco brío
al hip-hop/funk/soul. Pero el disco se dispara: cuatro temas fulminantes
contra ocho aburridos, amén de sus ñoñas letras.
Los conciertos
LOS BUENOS. 1. Paul McCartney:
glorioso, eufórico, emotivo. Increíble que sonara tan bien
el Palacio de los Deportes. Algo tramposo por tocar puras beatle-rolas,
pero cómo nos hizo chillar. 2. Peter Gabriel en el Auditorio
Nacional. Imposible refutar su maestría. Aunque lució cansado,
sus músicos fueron superiores a los de McCartney... claro que él
no estuvo en los Beatles. 3. Roger Waters en el Foro Sol. ¿Qué
decir de otro de los maestros del rock? Cero desperdicio. Una belleza.
4. The Strokes en el Salón 21. Estos punteros del neogarage
dieron cátedra rocanrolebria con sus toques de autismo actual.
5. The Chemical Brothers en el Toreo. Muchos se sacaron de
onda por las pésimas condiciones, pero aun así, los quimicarnales
nos llevaron a Saturno y más allá, con uno de los más
sorprendentes espectáculos de la electrónica. Acido total.
5. Garbage, también en el Auditorio. Shirley Manson
y compañía, aunque sin Butch Vig, le dieron al pop/rock
como se debe. Mucha comunicación, sensualidad y calidad. 6. Laurie
Anderson en el Teatro de la Ciudad. Profunda, inteligente, irónica.
Música de primera. Toda una dama. 7. The Cynics en La Faena.
¿Quiénes? Sí. Esta banda subterránea vino también
a dar clases de rockabilly punketeado y viceversa. Divertidísimo.
LAS DECEPCIONES. 1. No por nada apodaron al Aca
World Sound Festival como el "fraca-fest". Homogeneización del
punchis y una tormenta que dejó a miles sin ver a Beck
y los Flaming Lips. 2. Red Hot Chilli Peppers en el Foro
Sol. Como su disco, su presentación dejó mucho que desear
en cuanto a frescura. Se ven fatigados: una caricatura de sí mismos.
¿Sus teloneros P.O.D? Ni hablar: tocó mejor Resorte.
3. Eric Clapton, mismo foro. También tragado por la rutina,
a pesar de su calidad. No hubo concierto más aburrido. 4. Britney
Spears, ahí mismo: playback, engreídos desplantes,
suspensión repentina, pérdidas millonarias. ¿No es
demasiado? 5. The Breeders en el Salón 21. La fiesta se puso
buena, mucho alcohol, mucha gente, pero Kim Deal llegó hasta
las 2 am. La gente se cansó y se fue a la mitad del toquín.
Los decesos
1. DON JUAN García Esquivel,
icono entre los iconos de la música de vanguardia. Legado insuperable,
a pesar de morir en el olvido de las esferas musicales mexicanas. 2
y 3. Dos pilares de oro y plata del punk: Dee Dee Ramone
(Douglas Colvin), bajista de The Ramones y Joe Strummer,
voz y líder de The Clash. Uno por sobredosis, otro por infarto.
Dee Dee, segundo en fallecer del influyente cuarteto neoyorquino,
y Strummer, icono británico del género. 4. John Entwistle,
bajista del legendario combo The Who, murió ante la insensibilidad
de Pete Townshed, quien al grito de "el show debe continuar", se
hizo de la vista guanga. 5. Layne Staley, ex vocalista de
Alice in chains, por sobredosis de heroína. Otro más
de la generación grunge que se va joven durante el viaje.
6. Mary Hansen, tecladista de Stereolab, tras absurdo atropellamiento,
deja sin aliento a los seguidores de una de las más excitantes propuestas
contemporáneas del electro-lounge.
|
|
|