Hoy y mañana presenta en el Teatro de
la Ciudad su pastorela El ermitaño, gratuitamente
Telenovelas y futbol pueden ser vehículos de
enseñanza: Sabido
Lamenta que en México se ignore su teoría
del entretenimiento con beneficio social Su método ha sido
reconocido en varios países y se imparte como materia en la Universidad
del Sur de California
FREDDY SECUNDINO S. ESPECIAL
Este sábado y domingo al mediodía se presentará
de forma gratuita en el Teatro de la Ciudad, la pastorela El ermitaño,
una de las más importantes del dramaturgo Miguel Sabido. quien comenta
a La Jornada en entrevista la respuesta sobre el "mito genial" mexicano.
Método tan simple como utilizar a los medios, sobre todo la televisión
y la radio, aunque también están la Internet y el teatro
para contribuir en el combate al analfabetismo y la demografía en
nuestro país.
Sabido lo denomina entretenimiento con un beneficio social
comprobado, teoría que llevó a la práctica exitosamente
en los años 70 y 80 de la mano de Emilio Azcárraga. Y eso,
festeja, le valió el reconocimiento internacional, no así
en México, lamenta.
En Estados Unidos, comunicólogos de la escuela
de Annenberg, de la Universidad del Sur de California -donde imparte un
doctorado al respecto-, la llaman Entertainment Education, y la
han difundido reconociendo a Miguel Sabido como el padre de la idea. Ahora,
Sabido -quien el próximo año estrenará Las máscaras
de Sor Juana- es casi adorado en países como India y Filipinas
-tan lejos de México, pero tan cercanos en sus pobrezas-, donde
gobierno y empresarios televisivos lo miman cual "apóstol" de los
medios, por la sencilla razón de que les hizo ganar millones de
dólares. A su vez, cada una en su momento, dos presidentas Indira
Gandhi y Gloria Macapagal-Arroyo, respectivamente, se anotaron un triunfo
político al contratar la Metodología Sabido, para hacer telenovelas
en contra del analfabetismo y la demografía.
La Metodología Sabido
Así, Sabido no sólo es el escritor, director
de teatro, cine y televisión, el rescatador y difusor de intangibles
culturales o el "hombre pastorela". El se autodefine como "activista social",
pero sus "colegas" comunicólogos, incluido el ya desaparecido Wilbur
Schramm, sostienen que es un pensador mexicano universal.
En
su libro El tono (UNAM, 2002), Sabido explica ampliamente el qué
y el cómo de su método, que puede llevarse a la práctica
a través de cinco vertientes: el rescate de intangibles culturales,
el entretenimiento con beneficio social, la introducción del adolescente
a la cultura de manera jovial, la curva de carry over y el teatro.
Parece sencillo, práctico y rápido de aplicarse para ayudar
a mejorar la vida de esos más de 50 millones de pobres que el gobierno
de Vicente Fox dice que hay en el país. Pero las instancias responsables
"no tienen ni la más remota idea" del problema, se queja Sabido.
Si el entretenimiento es una de las obligaciones sociales
de la televisión, ¿cómo entenderlo entonces, mientras
talk shows y otros programas (como las telenovelas y los reality
shows) son poco menos que vomitivos y hay quienes afirman que la tv
mexicana es sinónimo de "entretenimiento ofensivo"?
La pregunta parece emocionar a Sabido, quien responde
como si ya la esperara:
"Los enormes problemas de la humanidad, como la explosión
demográfica, la educación de adultos, la agresión
ecológica, la pobreza..., no podrán ser resueltos ni por
la caridad cristiana ni por decretos presidenciales. Se resolverán
solamente si las grandes multitudes del tercer mundo aprenden las conductas
socialmente útiles para combatir esos problemas: planifican su familia,
ponen un negocio familiar, plantan una huerta hidropónica, siguen
estudiando... Esas multitudes no aprenderán esas conductas útiles
socialmente si no les hablamos en los tonos en los que están acostumbradas
a interactuar con la realidad. Esto es: usando la telenovela, el teleteatro
semanal y el futbol, ayudados por medios de comunicación más
específicos como talleres con videocasetera, fotonovelas, etcétera.
"Y tendrá que ser -sugiere Sabido- con estrategias
de comunicación diseñadas de forma tal que puedan integrar
los esfuerzos de secretarías de Estado como Gobernación,
Comunicaciones, Economía y Sedesol, a cargo de las infraestructuras
de servicio en las que esas multitudes puedan ejercer la conducta socialmente
útil; también el Banco Mundial, la ONU y la UNESCO, además
de las ONG nacionales e internacionales que las patrocinen, y, esencialmente,
los concesionarios comerciales de radio y tv".
Sabido recuerda que el entretenimiento con un beneficio
social comprobado es una metodología que diseñó hace
30 años y le añade un beneficio social a una telenovela,
una radionovela comercial o a un campeonato de futbol. Y apunta:
"Repito: comprobado, sin bajar el rating, el share
ni las ventas. Y alrededor de ella establecer una red de soportes de macro,
media y microcomunicación".
La tv nos enseña
Subraya además que su estrategia se ha practicado
igualmente en Filipinas, Kenya, Tanzania, Sudáfrica, Etiopía
y otros países... Que ha recibido el reconocimiento internacional...
Que se han publicado más de diez libros sobre ella... Que fue traducida
al inglés como Entertainment education y se imparte ya como
materia de Seminario de doctorado en la escuela de comunicación
más importante del mundo (la de Annenberg, en la Universidad del
Sur de California)
"Menos en México", se lamenta.
-¿Por qué? ¿Cuál es la razón?
-La corrupción de los gobiernos priístas,
que nunca quisieron sentarse a dialogar abiertamente con los concesionarios
para encontrar en un esfuerzo común cómo la tv comercial
podía ayudar al beneficio social sin perder rating, share
ni ventas. Estaban muy ocupados tratando de quedar bien con los noticieros
de tv para que les sacaran sus declaraciones "trascendentales" y promesas
de campaña.
Por otro lado, agrega, "cada secretaría de Estado
era un coto cerrado para que nadie advirtiera cómo se gastaba el
presupuesto. No había interacción real entre ellas. No había
forma de coordinar a Comunicaciones con Economía o con la Sedesol.
Ni siquiera se pensaba que deberían trabajar juntas. Y estos enormes
problemas solamente se pueden resolver con verdadera colaboración
entre secretarías de Estado".
Se le pide que actualice el problema. Responde presto:
"Infortunadamente, las autoridades foxistas correspondientes
no tienen ni la más remota idea de que existe el entretenimiento
con un beneficio social comprobado, que podría serles de una enorme
utilidad a Economía, Sedeso, la Presidencia y al Plan Puebla-Panamá...
si la SCT y la Segob se interesaran en el problema. No se han enterado
de lo que ya es un movimiento mundial: ¿cómo deben colaborar
los concesionarios de los medios masivos de comunicación en la solución
al problema de la pobreza? La nueva ley (de telecomunicaciones) que está
por discutirse (en el Congreso) resultará un verdadero oprobio histórico
para Santiago Creel (secretario de Gobernación) y Pedro Cerisola
(titular de la SCT) si no se preparan para una discusión profunda".
-¿Tanto así?
-Claro que sí. La tv ha cambiado al mundo, queramos
o no. Mira: cuando un refresco de cola mete un comercial mostrando unos
bellísimos modelos que beben con deleite el refresco, están
tratando de que aprendamos una conducta: consumir el refresco. ¡Y
la aprendemos! Si no fuera así, los empresarios no gastarían
su dinero en comprar tiempo en un canal comercial. La televisión
es una gran maestra que nos ha enseñado a ejercer la conducta de
tomar con deleite el refresco. Es absurdo pensar que al siguiente minuto
-cuando ha pasado la telenovela, el talk show o el reality show-,
deja de ser esa gran maestra para convertirse en un entretenimiento inofensivo.
No... La tv nos enseña... Y nos enseña todo el tiempo. Sobre
todo si repite lo mismo un día y otro y otro. Nos lleva a una conducta
específica. Lo que yo hice fue probar que así como nos enseña
a tomar refresco o a comer papas fritas, también nos podía
enseñar conductas benéficas socialmente, como planear la
familia, lograr que los adultos vuelvan a estudiar o combatir la pobreza.
-Muchos escritores desprecian la telenovela como género
literario. García Márquez sería feliz haciendo una.
Y tú eres respetado en el mundo no sólo por la fama y rating
que han logrado las tuyas, sino por el bien social que aportan. ¿Cuál
es el secreto?
-Respetar el tono de la comunicación con las grandes
audiencias que ven la telenovela. Utilizo este maravilloso formato porque
toda telenovela es una gran reflexión sobre el bien y el mal, por
tanto es el formato ideal para discutir valores como la planificación
familiar, la educación de adultos o la lucha contra la pobreza.
Intento que mis telenovelas sean tan emocionantes y llenas de suspenso
como cualquier otra. De otra forma perdería el rating y con
ello la principal característica del medio: su capacidad de dirigirse
a las multitudes. Rompería yo la curva de carry over.
"Yo diseñé -prosigue veloz- un sistema que
te permite hacer una hipótesis sobre las apetencias tonales de la
audiencia que se va sumando a la curva de encendidos. Con ese sistema puedes
determinar claramente cuáles son esas apetencias y mantener un acarreo
de audiencia. Es lo que hace de manera magistral O Globo en Brasil. Fue
lo que hizo durante muchos años el canal 2 de Televisa. Mi Teoría
del Tono me permite analizar los grupos tonales de la audiencia. En eso
trabajaba yo con Emilio Azcárraga: en tratar de mantener el equilibrio
entre el rating y la dignidad de la programación. La orden
era: comercial, comercial, comercial: familiar, familiar, familiar".
La responsabilidad social del concesionario
Miguel Sabido considera "muy urgente" la discusión
acerca de cuál es la responsabilidad social del concesionario.
"El pueblo -argumenta- cede un fragmento de su soberanía
al entregar las concesiones. Y la pregunta es: ¿para qué?...
¿Para que el concesionario se haga asombrosamente rico en unos cuantos
años, como ha sucedido en México? ¿Para que adquiera
un poder político desmesurado con el que puede, inclusive, tratar
de doblegar al gobierno, como acaba de pasar en Venezuela? ¿O bien,
para servir al pueblo, que le entregó esa concesión? Mi metodología
respeta la libertad de programación del concesionario, respeta su
derecho a ganar dinero, pero le añade un beneficio social a las
telenovelas que no-les-baja-el-rating... Y si no les baja el rating,
¿entonces por qué no usarla?"
-Margarita López Portillo te dijo un día
que su hermano (José) no tenía ninguna obligación
de tener una responsabilidad social con la tv porque era "el señor
Presidente de la República"... ¿Se mantiene esa idea entre
los funcionarios?
-Infortunadamente, sí. Yo tenía una enorme
esperanza de que Pedro Cerisola (secretario de Comunicaciones) cumpliera
la promesa con la que inició su gestión: realizar un estudio
serio acerca de cómo podría lograrse que el concesionario
asumiera su responsabilidad social sin que se lastimaran sus intereses
económicos. Hizo unas declaraciones verdaderamente estupendas diciendo
que era necesario romper el círculo vicioso en las relaciones entre
el Estado, la audiencia y los concesionarios. Pero no ha sido así.
"El manejo del cabildeo de las reformas a la Ley de Telecomunicaciones
es de una vaguedad alarmante. Todo son declaraciones rimbombantes y no
se señalan procedimientos, métodos para lograr que los concesionarios
cumplan con su responsabilidad social, dentro de un concierto de esfuerzos.
Cerisola pudo poner el ejemplo de una negociación saludable con
ellos para poder establecer un frente común contra la pobreza y
lograr que el modelo de televisión de México se pusiera a
la vanguardia de los países en vías de desarrollo... No lo
ha hecho".
Sin embargo, el propio Sabido ha ido a entregarle a los
secretarios particulares de Creel y de Cerisola el libro que le publicó
la UNAM este año, El tono, en el que da cuenta y razón
de su metodología, y les recuerda:
"Ningún concesionario es un villano que se retuerce
los bigotes. Si se les comprueba plenamente que no les vas a bajar el rating,
estoy seguro de que aceptarían encantados colaborar en un modelo
de lucha contra la pobreza en el que las secretarías de Economía
y de Desarrollo Social ofrecieran la infraestructura de servicios. En Economía
la tienen, y muy buena: se llama Pequeña y Mediana Empresas (Pymes)".
Miguel Sabido asegura que es "facilísimo" hacer
una telenovela de contenido, siempre y cuando se trabaje con la gente idónea.
Y subraya: ''Mi metodología la podemos aplicar en unos cuantos días.
Hay una magnífica estructura de lucha contra la pobreza que conoce
muy poca gente. Lo que no hay es la forma de enseñarle a los más
de 50 millones de pobres que reconoce el gobierno a que la usen y que,
aunque no lo sepan, la están esperando. Y, sobre todo, los concesionarios
están en muy buena disposición, siempre y cuando no les bajes
el rating. Pero es necesario que alguien tome la iniciativa. Yo
no lo puedo hacer porque soy un asesor en entretenimiento con beneficio
social independiente... Ni siquiera trabajo en televisión. Hace
cinco años que terminó mi colaboración con Televisa".