Destacan la restructuración de la deuda y la compra de vagones del Metro a menor precio
En dos años el Gobierno del DF ahorró más de $6 mil millones
La cancelación de puestos de confianza evitó erogar 252 millones de pesos, informa
El plan de austeridad permitió la entrega de vales para compensar el alza de la leche Liconsa
ELIA BALTAZAR
Por la cancelación de puestos de confianza en la administración capitalina, que incluyó secretarios particulares, asesores y escoltas, entre otros, el Gobierno del Distrito Federal obtuvo un ahorro de 252 millones de pesos durante los dos años que lleva la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Así lo informaron ayer las autoridades capitalinas en un comunicado, en el que precisaron que en ese periodo se obtuvieron en total ahorros por más de 6 mil millones de pesos y detallaron las partidas y programas a los que se destinaron.
El GDF destacó en particular los ahorros obtenidos por la restructuración de la deuda pública de la ciudad, por las mejores condiciones en la compra de trenes para el Metro y de vales de despensa para los trabajadores, entre otras adquisiciones que se llevaron a cabo mediante licitación pública y en las que participaron los consejos de administración respectivos y los comités de adquisiciones, conformados por 148 ciudadanos que cuentan con voz y voto en la toma de decisiones.
En un comunicado de prensa, las autoridades informaron que se ahorraron 50 millones de pesos en 2001 y 2002, sólo por limitar los recursos para gastos en alimentos de los servidores públicos, a quienes se les autoriza siempre que se trate de tareas relacionadas con sus funciones y bajo las normas emitidas por la Secretaría de Finanzas.
Otras medidas, como la redistribución de personal en la administración local, significaron una disponibilidad de recursos que ascendió a 82 millones de pesos. Otros 50 millones más se obtuvieron al limitar los vehículos para servidores públicos.
Con la cancelación de 2 mil 20 líneas telefónicas, restricción de llamadas de larga distancia y a teléfonos celulares, las autoridades lograron un ahorro de 56.5 millones de pesos anuales. Obtuvieron 8 millones de pesos más al reformar el sistema de pago por nómina de los trabajadores capitalinos, pues se dio por concluido el contrato con una empresa de valores para llevar a cabo los depósitos de salarios en cuentas de banco.
Se ahorraron otros 32 millones de pesos al cancelar la contratación externa para la elaboración de estudios especiales. Sólo contaron con autorización las secretarías de Medio Ambiente y de Obras y Servicios, así como el sistema de Salud y el DIF-DF.
En las licitaciones para la manufactura de placas de automóviles, adquisición de calzado y ropa para los trabajadores sindicalizados, así como para la compra de medicamentos, materiales de curación, alimentos hospitalarios, vales de despensa y autobuses para la Red de Transporte Público, el GDF ahorró mil 204 millones de pesos.
En el rubro de patrimonio inmobiliario, el gobierno local adquirió por 70 millones de pesos un conjunto de predios valuados por la empresa Reichman International en 260 millones de pesos, con lo cual se pudo evitar la erogación de 146 millones. Asimismo, 604 millones de pesos se obtuvieron con la recuperación de inmuebles.
Además, en dos años el GDF llevó a cabo 17 procedimientos de enajenación de bienes no útiles al servicio público -como mobiliario en mal estado-, de los cuales se obtuvieron ingresos por 15 millones de pesos.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, entre las acciones más importantes para la política de austeridad y ahorro destacó la restructuración de la deuda pública mediante subasta, que significó un ahorro de 344 millones de pesos. En la compra de trenes para el Metro se obtuvieron ahorros adicionales de 495 millones de pesos, en comparación con la adquisición realizada por el entonces Departamento del Distrito Federal en 1997.
El GDF informó que los recursos obtenidos con la aplicación del programa de austeridad se utilizaron para financiar el programa de vales de compensación por el aumento de la leche Liconsa que aplicó el gobierno federal el año pasado.