No ha habido políticas de largo plazo, refiere el Conacyt
Sólo 500 de 3 millones de empresas invierten en investigación tecnológica
DAVID ZUÑIGA
La iniciativa privada mexicana tiene participación mínima en la investigación y el desarrollo tecnológico. De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en México hay alrededor de 3 millones de empresas; sin embargo, sólo unas 500 invierten periódicamente en estas áreas.
En un documento titulado Política de innovación tecnológica y científica en México: impacto en el desarrollo industrial, el Conacyt reconoce que durante 30 años (1970-2000) México no tuvo una política de ciencia y tecnología de largo plazo, no hubo un marco institucional fuerte ni coordinación en la toma de decisiones y en la asignación de presupuesto, la investigación académica estuvo poco relacionada con las necesidades sociales y los sectores productivo y privado tuvieron una participación marginal en la investigación y el desarrollo.
El Conacyt reconoce que tendrán que pasar más de dos décadas para revertir este rezago y se prevé que para 2025 podrá destinarse 2 por ciento del producto interno bruto (PIB) a la investigación científica.
El documento explica que 80 por ciento de la inversión total en ciencia y tecnología la hace el gobierno, que destina a estas actividades 0.45 por ciento del PIB; a pesar de ello, los 8 mil 500 integrantes del Sistema Nacional de Investigadores son competitivos a nivel internacional.
En México, sólo 20 por ciento de la población de entre 18 y 25 años (2.21 millones de estudiantes) cursa una licenciatura y apenas hay 17 mil becarios del Conacyt en México y el extranjero.
El análisis señala que en 40 años México ha sido incapaz de elevar significativamente el ingreso por habitante de su población, y ello se debe en parte a la mínima inversión en ciencia y tecnología. De 1960 a 2000 México apenas duplicó la inversión en este rubro y logró que el PIB per cápita creciera 3.8 veces; en cambio, Corea del Sur ha aumentado su inversión nueve veces en el mismo lapso y su ingreso por habitante se ha multiplicado 25.4 veces.
El análisis señala que México debe destinar más recursos a ciencia y tecnología para dirigir su sector productivo a las industrias de más valor agregado, como software avanzado, farmacéuticos, equipo electrónico e instrumentos, telecomunicaciones, aeronáutica, especialidades, químicas, biotecnología y desarrollo de materiales avanzados. Sólo de esta forma, sostiene, el país podrá sacar ventaja del bono demográfico, es decir, de un crecimiento de la población en edad de trabajar.
Como parte de la estrategia gubernamental, se tiene previsto aumentar el gasto nacional en inversión y desarrollo de 27 mil 432 millones de pesos en este año a 73 mil 595 millones de pesos para finales del sexenio; asimismo se prevé incrementar las aportaciones del sector privado de 20 a 60 por ciento del total del gasto mediante asociaciones, alianzas y estímulos fiscales.
El esquema de alianzas público-privadas (APP) se basa en siete puntos: aprender de las mejores experiencias observadas en otros países, hacer crecer el sistema de ciencia y tecnología mediante la formación de sociedades entre centros públicos de investigación y desarrollo e industria, impulsar la inversión privada por medio de créditos fiscales e integración de fondos conjuntos, impulsar la formación de consorcios público-privados en ramas industriales estratégicas, fortalecer la investigación básica a través de la cooperación internacional, otorgar financiamiento público y privado a empresas de alta tecnología, y formar sociedades público-privadas que promuevan las ciencias sociales para resolver problemas económicos, sociales y de desarrollo sustentable