Acusa a las FARC de perpetrar los bombazos y de recibir apoyo de ETA y ERI
Los atentados del viernes, ataque al Congreso colombiano: Alvaro Uribe
Anuncia la conformación de una fuerza de elite para garantizar la seguridad en Bogotá
AFP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 14 de diciembre. La clase política colombiana condenó hoy tajantemente los atentados dinamiteros del viernes que causaron heridas a un senador oficialista y a una treintena de personas, al considerar que se trató de un ataque contra el Congreso y la democracia del país.
En un clima de zozobra y de patrullajes de la policía y el ejército por las principales calles de la capital bogotana, el presidente Alvaro Uribe responsabilizó de los atentados a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la cual, sostuvo, cuenta con el apoyo de grupos "terroristas internacionales", como el vasco ETA y el Ejército Republicano Irlandés (ERI).
Señaló que el atentado está directamente orientado contra el Congreso, al resultar herido el senador oficialista Germán Vargas, a quien le estalló un paquete-bomba que le había sido remitido por desconocidos a su residencia, pero que fue trasladado por un mensajero a su oficina en el Legislativo.
Por ello, pidió a los congresistas no dejarse amedrentar por las acciones de los grupos armados, y afirmó que las FARC venían preparando estos atentados con el apoyo de grupos extranjeros. Asimismo, anunció la conformación de una fuerza de elite interinstitucional para garantizar la seguridad en Bogotá.
La semana concluyó con 47 heridos en acciones dinamiteras, la desactivación de cinco coches-bomba y el decomiso de dos toneladas de material explosivo.
Vargas, quien fue hospitalizado por las lesiones sufridas, es sobrino del ex presidente Carlos Lleras (1966-70) y se ha caracterizado por ser uno de los más férreos críticos de las guerrillas y un abanderado de las políticas de seguridad y fortalecimiento de las fuerzas armadas que impulsa Uribe.
El otro atentado de la víspera causó 30 heridos, cuatro de los cuales permanecen bajo observación médica. En este caso, el bombazo ocurrió en un restaurante del piso 30 de un céntrico hotel donde suelen hospedarse senadores y dirigentes políticos, denominado Residencias Tequendama, que sufrió cuantiosos daños materiales.
También el presidente del Congreso, Luis Ramos, rechazó la arremetida rebelde y afirmó que esto representa una afrenta contra el cuerpo legislativo y la democracia colombiana. El defensor del Pueblo, Eduardo Cifuentes, al repudiar estos actos apoyó las voces que abogan por una mayor cooperación ciudadanía.
En medio de esta situación, dos comisiones del Congreso rechazaron una norma que permitiría a los militares investigar a civiles, con lo que prácticamente quedaría enterrada tal iniciativa presidencial. La ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, dijo, no obstante, que el gobierno insistirá en su aprobación la próxima semana.