Está más
preocupada por recuperar sus inversiones que por sus efectos, indica
La industria de transgénicos, voraz, alerta
José Sarukhán
Señala que la propagación de esa técnica
en México ocasionaría más dependencia de las trasnacionales
La modificación de organismos, inviable en agriculturas no tecnificadas
ANGELICA ENCISO L.
El ex rector de la UNAM José Sarukhán Kermez
recomendó no propagar el uso de transgénicos en México,
debido a que fueron diseñados para una agricultura tecnificada,
como la estadunidense.
Durante
su intervención en las jornadas Alimentos Transgénicos, el
académico calificó a la industria que produce ese tipo de
organismos de voraz, porque está más preocupada por recuperar
sus inversiones mediante la comercialización rápida y masivamente
que en evaluar los efectos.
Advirtió también que la modificación
genética del maíz aumentaría la dependencia del país
hacia las empresas transnacionales, principales promotoras de esa tecnología.
Sarukhán preside el grupo que trabaja con la Comisión
de Cooperación Ambiental de América del Norte para determinar
si existe contaminación de transgénicos en los cultivos de
maíz criollo.
El académico alertó que el maíz está
ante una creciente vulnerabilidad, porque cada vez hay una mayor dependencia
de las importaciones de Estados Unidos. Actualmente se importan 5.5 millones
de toneladas, 25 por ciento del consumo nacional, aproximadamente, de las
cuales entre la tercera parte y la mitad es transgénico.
Mecanismos heterogéneos
Sarukhán también se refirió al planteamiento
del investigador Víctor Toledo, de que los científicos de
la UNAM deben hacer ciencia para la sociedad, en particular para los sectores
desprotegidos del país, mas no trabajar para las grandes trasnacionales.
El conferenciante replicó que las universidades
deben ''hacer lo que quieran'', e incluso consideró que deberían
estar más ligadas al sector industrial.
Pero puntualizó que en el caso de los transgénicos
"hay una industria muy voraz y poco cuidadosa. Buscan que se comercialicen
a la mayor brevedad los organismos modificados, en la forma más
masiva posible, y en el aspecto del cuidado y monitoreo les va muy mal".
Aseguró compartir con Toledo la preocupación
de que en naciones como México, con una gran diversidad biológica
y cultural, los mecanismos de producción agrícola no pueden
ser homogéneos.
En el país ''se ha buscado imponer una homogeneidad
de manejo de las condiciones agrícolas que no va. No es correcto
importar las tecnologías de Iowa o Wisconsin mediante nuestros agrónomos
que se fueron a entrenar allá; esa no es la mejor de las estrategias.
Las instituciones académicas o de investigación deberíamos
tener más interacción con el sector productivo en México;
mientras eso no pase no saldremos de donde estamos''.
Protección en serio al campo
El ex rector también se refirió al capítulo
agropecuario del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.
Afirmó que esa fue una negociación descuidada:
''No podemos competir con una agricultura altamente subsidiada; estamos
en una situación de gran desventaja con la agricultura de Estados
Unidos. Será difícil salvar esa situación.
Y recomendó: ''el gobierno debe proteger en serio
al campo mexicano. Esto se hace en todos lados; no sé por qué
no lo hacemos aquí. Ojalá haya firmeza para manejar esto
adecuadamente''.